Cambios

Gallineros

1 byte añadido, 16:37 8 jul 2019
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En Bernedo (A) las cuadras tenían una gatera por la que podían salir a la era a escarbar y comer. Ésta permanecía cerrada durante la noche para evitar la entrada del raposo o de la ''paniquesilla'', comadreja. A esta última la ahuyentaban quemando en un caldero unos zapatos viejos de cuero. En Urkabustaiz (A) disponían además de una ventana a la que accedían por una escalera hecha de palo.
En Allo (N) señalan que el lugar ideal para «entretener» las gallinas era el ''descubierto ''durante el día y el gallinero por la noche. Sólo las viviendas grandes y las que estaban situadas en las afueras del pueblo disponían de amplios y soleados ''descubiertos'', así como de un corralillo que recibía el nombre de gallinero. Las casas céntricas carecían de ''descubiertos ''y donde los había eran muy pequeños y umbríos, reducidos casi siempre a una simple ''belena''<ref>Antiguamente ''benela. ''Callejón, hueco o pasadizo entre casas, corrales o huerto. Vide José M.ª IRIBARREN, . ''Vocabulario Navarro, ''op. citPamplona, 1984.</ref>. En este segundo caso, las gallinas acostumbraban a irse a la calle durante el día y compartían la cuadra con el resto de los animales durante la noche. La salida se producía a través de un ventanuco rasero en la puerta o dejando ésta parcialmente abierta. Normalmente no se alejaban mucho y al atardecer volvían siempre. En las cuadras que carecían de gallinero estas aves pasaban la noche junto a otros animales, pero disponían de unos palos empotrados entre dos paredes o una escalera ancha apoyada a un muro, donde dormían. La convivencia entre estas aves y los animales de labor era mala, pues criaban unos parásitos que molestaban mucho a las caballerías en las patas. Como remedio preventivo contra los piojos se echaba la ceniza del fogón, que primero se cernía, en un rincón de la cuadra o del gallinero, donde las gallinas se revolcaban a gusto y según dicen morían los parásitos. En cada corral había cuando menos un gallo. También solían convivir en el gallinero los patos, a veces algún pavo, y los conejos.
En San Martín de Unx (N) los pavos, pollos y gallinas se criaban juntos, normalmente en un corral habilitado como gallinero. En Lezaun (N) las gallinas se tenían con el ganado mayor y había quien les hacía un pequeño cerradico en forma de gallinero procurando que quedase en la parte trasera de las vacas, para así mezclar su fiemo con el de ellas. En Mélida (N) el gallinero es un recinto independiente dentro del establo que se cierra en parte con malla.
En Urduliz (B) las gallinas, ''oilloak'', el gallo, ''oillarra, ''y los polluelos, ''txitxatxuak'', andaban sueltos por los alrededores del caserío. Al anochecer se resguardaban en la tejavana, sobre unos palos que les ponían para que durmieran. Posteriormente, en los años sesenta, en algunos caseríos se les hizo un gallinero, ''oillotoki, ''cercando con alambre un trozo de terreno contiguo o cercano a la casa. Dentro de éste les ponían una pequeña chabola para que pusieran los huevos y se refugiaran por la noche. A finales de los setenta o comienzos de los ochenta empezaron a generalizarse las jaulas. Éstas tenían capacidad para una docena de gallinas, y en algunos casos para el doble, ya que se me- tían metían dos en cada hueco para aprovechar el espacio. Las jaulas disponen de dos canales en los que se les pone la comida y el agua.
[[File:3.69 Oilategia. Lazkaomendi (G) 1990.jpg|framecenter|600px|Oilategia. Lazkaomendi (G), 1990. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Carranza (B), en tiempos pasados, las gallinas vivían en total libertad entrando y saliendo de las cuadras a su antojo y buscando su alimento en los alrededores de la casa. Por la noche se guarecían, ''aselaban'', en las cuadras. Todas las puertas de acceso a las mismas tenían un ''ventano ''por donde transitaban cuando estaban cerradas. Se cerraba por las noches para evitar la entrada de la garduña y el zorro, tradicionales depredadores de estas aves. Hoy en día aunque aún se observan gallinas picoteando por la calle la mayoría se crían en gallineros en estado de semilibertad, guareciéndose en el interior de pequeñas construcciones, en algunas ocasiones aprovechando el edificio de los antiguos hornos de pan. También se crían en jaulas de hierro ubicadas generalmente en el interior de las cuadras.
En Moreda (A) los palos en escalera que sirven para que las gallinas duerman se colocan en las rinconeras de las cuadras. En ellos se posan y se aislan del suelo ya que son muy propensas a coger piojos.
[[File:3.70 Palos para las gallinas en la cuadra. Osma (A) 1978.jpg|framecenter|600px|Palos para las gallinas en la cuadra. Osma (A), 1978. Fuente: Isidro Sáenz de Urturi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Carranza (B) en tiempos pasados los albergues para las gallinas se ubicaban en los rincones de las cuadras. Se trataba de construcciones fabricadas generalmente con varas de avellano entrelazadas ''(bardanascas) ''de modo ralo para que los excrementos de las aves cayesen al suelo.
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