Cambios

Hortalizas subterraneas rec

169 bytes añadidos, 10:46 3 abr 2018
sin resumen de edición
Cuando las patatas a recoger son pocas los propios miembros de la familia son los encargados de la recolección. No obstante, lo habitual es contratar cuadrillas de temporeros, entre seis y doce obreros, que recogen varios surcos a la vez. Estos temporeros cobran a destajo, es decir, por kilos recogidos. Para comprobar el peso de lo cosechado el agricultor presenta los justificantes que se expiden en la báscula del pueblo, ya que en todos existe una para vehículos que se utiliza cada vez que se dirige un remolque a descargar al almacén. Ha sido y es muy recurrida la contratación de familias gitanas, en las que todos los miembros: —hombres, mujeres, jóvenes y ancianos— trabajan tanto recogiendo patatas como ayudando a preparar la comida o a lavar la ropa. Si proceden de un lugar cercano, los temporeros se trasladan cada día en sus vehículos; si no es así, se les habilita alguna dependencia en la casa del agricultor o cercana a ella, con servicios mínimos de cocina, agua, aseos y camas. También se contratan cuadrillas de hombres del sur de España. En estos últimos años se está generalizando recurrir a temporeros de otros países, entre ellos Portugal, Marruecos, Argelia, además de Sudamérica o incluso de Europa del Este.
[[File:FIGURA8.154 Descargando patata en el remolque. Argandoña (A) 2003.jpg|frame|Descargando patata en el remolque. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.png|RTENOTITLE_FIGURAclass=nofilter]]
Con la introducción de máquinas cosechadoras el agricultor evita los servicios de los temporeros, cada vez más costosos. Realiza una fuerte inversión en dicha máquina con la intención de amortizarla en el menor número de campañas posibles. Todo depende del precio de la patata cosechada que fluctúa mucho de una campaña a otra, estando a la baja en los últimos años. Las cosechadoras de patatas pueden ser de dos tipos: automotrices o tiradas por tractor. En los dos casos solo arrancan una fila cada vez, lo que ralentiza la labor, compensada económicamente con la eliminación de mano de obra. La máquina cosechadora arranca la planta y dispone de unas mesas donde dos o tres obreros separan las patatas buenas de las malas, de las piedras y de otros elementos desechables. Las patatas seleccionadas van a parar a una gran tolva que cuando se llena se descarga directamente en el remolque tirado por el tractor que se coloca a su lado. Los remolques se trasladan al almacén cercano a la casa, donde se vacían. Utilizando el volquete, el remolque se vuelca sobre una pequeña cinta transportadora con forma de embudo que elimina la tierra que acompaña a las patatas. Después, otra larga cinta transportadora las acumula en grandes montones. Como las patatas quedan amontonadas durante el otoño y gran parte del invierno, se disponen tubos introducidos bajo el montón que insuflan aire fresco directamente desde el exterior del almacén o ayudados por grandes ventiladores. Si las patatas van a permanecer amontonadas durante varios meses y son para consumo, es decir, para comer y no para semilla de siembra, se les suele aplicar una capa superficial de polvos que conservan el fruto por más tiempo y en gran medida frenan deterioros como las arrugas o ralentizan la germinación prematura o aparición de pugas.
127 728
ediciones