Ingreso escolar tardío

En otras localidades antiguamente empezaban a acudir a la escuela a una edad un poco más tardía, con siete u ocho años. Así en Aramaio (A), a comienzos de siglo, comenzaban con ocho años, si bien luego la edad de iniciación se rebajó a los seis y hoy día está en tres para el acceso al parvulario[1]. También en Zeberio (B), en tiempos pasados, los niños iban a la escuela desde los ocho años y en la década de los cincuenta a partir de los seis.

En Gamboa (A) eran los niños que tuvieran compromisos laborales en el caserío quienes se incorporaban a los estudios más tarde, con siete años y hasta con diez. En Amézaga de Zuya (A) ocurría un poco a la inversa, a veces se les enviaba siendo menores de seis años para facilitar y aligerar el trabajo de los padres.

En Mendiola (A) señalan los informantes que los niños que tenían tareas caseras que realizar, a menudo ni tan siquiera acababan los estudios primarios. Hoy día la situación es bien distinta, se incorporan a la escuela a los seis años habiendo pasado previamente por las guarderías y cursos preescolares. Luego los estudiantes se desplazan diariamente a los diferentes colegios de Vitoria.

En Amorebieta-Etxano (B) se iniciaban en la escuela a los siete años pero la abandonaban a los once para trabajar en casa. Similar tradición existió en el Valle de Carranza, en Gorozika y en Bermeo (B). En esta localidad marinera los niños, bien en la escuela pública o en los colegios, sólo recibían estudios hasta los 12 o los 14 años y las niñas hasta los doce como mucho, incorporándose a tan temprana edad a labores caseras o por cuenta ajena como trabajos en la fábrica, componer redes de pesca, etc.

En Beasain (G) los niños antes de cumplir los siete años ayudaban ya en los trabajos fáciles del caserío. De los 7 a los 12 acudían a la escuela donde aprendían a leer, escribir, las cuatro reglas aritméticas y algo de geografía. A partir de los 12 años salían a trabajar fuera de casa. Hoy día son muchos los que después de los 16 anos en que finaliza la escuela obligatoria siguen con estudios de formación profesional o de grado superior, aunque abundan quienes no los terminan.

En Zerain (G) hasta la década de los 70 la asistencia a la escuela cubría desde los siete a los doce años. La maestra era castellanoparlante. Los niños de los caseríos se desplazaban al centro a pie. Los que vivían en el núcleo o cerca de él iban a comer a casa y quienes habían venido de lejos se las arreglaban calentando la comida que habían traído en las casas del entorno de la plaza.

Como consecuencia de la concentración escolar que se produjo en los años 70, dejó de funcionar la escuela unitaria en esta localidad. Los niños quedaron repartidos según su edad en los pueblos próximos, los más pequeños en Segura y los mayorcitos en Beasain. Ahora (años 90) existe parvulario en Zerain y cumplidos los seis años se trasladan en autobús escolar a Segura donde cuentan con la posibilidad de recibir estudios y continuar su educación en euskera o en castellano.

En Elgoibar (G) en los años 20 y hasta los 40 la escuela se iniciaba a partir de los 7 años y en la década de los cincuenta se rebajó la edad de acceso.


 
  1. Patxi AIZPURUA y Gabiñe INSAUSTI. "Estudio etnográfico de Aramaio" in Contribución al Atlas Etnográfico de Vasconia. Investigaciones en Alava y Navarra. San Sebastián, 1990, p. 99.