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Página creada con «Esan dugun bezala, liburuki honek unean-unean baino ez ditu jorratzen mota horretako aldaketak; izan ere, lanaren helburuetatik kanpo geratzen den ikerketa eskatzen dute....»
:<cite>Frantziako Euskal Herriko kostaldeko turismoaren eskariari erantzuteko, H. Gordadge bezalako arkitektoek eredu neoeuskalduna (bi isurkiko txalet zuritua, gorriz edo berdez pintatutako zurgin tza, bilbadura faltsuak, teilapeko leihoak, etab.) asmatu zuten, baserri tipikoaren eredu folkloriko bateratu gisa. Milaka baserri eta hotel neoeuskaldun eraiki zituzten, eta prestigioaren eredu bihurtu zituzten. Euskal esparruko eraikuntza berrien eta berriztapenen eredu izan ziren<ref>Iñaki ARZOZ eta Andoni ALONSO. “Regreso a la casa del bosque (basetxea)” in Sukil. 4. zk. Iruñea: Ortzadar euskal folklore taldea, 2004, 379. or.</ref></cite>.
La obra aborda dos grandes temas como son la casa y la familia. Se compone de 21 capítulos, de los que 16 corresponden a la casa y cinco a la familia, además de un capítulo introductorio. En la primera parte se estudian la casa y el territorio, la estructura de la casa, el hogar y el mobiliario doméstico, las construcciones domésticas complementarias, y las creencias y ritos en torno a la casa. Los capitulos relativos a la familia analizan las relaciones de parentesco, el patrimonio familiar y su transmisión, la vida y el honor familiares.
Pedro Guimón inicia el prólogo a la notable obra de Alfredo Baeschlin ''La arquitectura del caserío vasco'' en la edición de 1929 con esta afirmación:
:<cite>La arquitectura popular, más que otra manifestación artística cualquiera, por ser utilitaria, local y adaptada al modo de vivir familiar, constituye con el lenguaje, uno de los signos más distintivos de nacionalidad; sostener lo contrario, es negar las peculiaridades de una raza <ref>Alfredo BAESCHLIN. La arquitectura del caserío vasco. Bilbao: Biblioteca Vascongada Villar, 1968, p. 11.</ref>.</cite>
Al igual que ocurre en los territorios circunvecinos y más alejados, este maridaje se puede seguir observando hoy en día a pesar de ser la vasca una sociedad mayoritariamente urbana y alejada del modo de vida tradicional, del que podría decirse que hoy por hoy tiene ya tan sólo una carácter residual. En un fenómeno aplicable a toda Europa, son muchos los actos en los que la sociedad urbana recurre al modo de vida rural como medio para forjar su propia identidad, desde las numerosas ferias agrícolas a las fiestas patronales donde la gente se viste con los considerados como los trajes tradicionales de origen campesino.
Victorino Palacios ha publicado en varios tomos con gran profusión de ilustraciones el ''Inventario de arquitectura rural alavesa'' que va completando con el de las distintas cuadrillas alavesas <ref>Victorino PALACIOS. Inventario de arquitectura rural alavesa. Rioja alavesa (1985), Estribaciones del Gorbea (1986), Cantábrica alavesa (1991), Valles altos alaveses (1994), Llanada alavesa (1998), Cuadrilla de Zuia (1998), Cuadrilla de Salvatierra (2002), Cuadrilla de Campezo-Montaña alavesa (2003) y Cuadrilla de Añana (2008).</ref> .
Para el País Vasco continental disponemos de la obra de Michel Duvert ''Etxea ou la maison basque'' <ref>Michel DUVERT. Etxea ou la maison basque. Sain-Jean-de-Luz, 1980, 2 <sup>e </sup> éd.</ref> y sus publicaciones sobre carpinteros y carpintería vasca.
Existe también bibliografía sobre casas torre y casas blasonadas a la que apenas hemos recurrido porque en nuestro trabajo tanto las casas señoriales y palaciegas como los aspectos ornamentales de las casas ocupan un lugar secundario. En los últimos años del siglo pasado y en lo que lleva transcurrido del XXI, impulsadas por los ayuntamientos, han proliferado las publicaciones sobre los caseríos y las edificaciones pertenecientes a los municipios respectivos.