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LA ALIMENTACION EN IPARRALDE/es

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== Los grandes cambios ==
Tras la segunda guerra mundial de 1939-1945 el régimen alimenticio alimentario en Iparralde experimentó grandes transformaciones, particularmente en el seno de las familias modestas.
En el campo, la carne de cerdo era la única carne que se comía a la hora del almuerzo en días de labor. En algunos hogares no se consumía carne a diario. El pan era el alimento base de la dieta cotidiana y hasta la segunda guerra mundial se elaboraba en todos los caseríos una vez por semana. La señora de la casa iba al mercado a vender los productos de la huerta del caserío, así como fruta, huevos y queso. El dinero que ganaba lo utilizaba para comprar ultramarinos.
Los vecinos de las villas estaban familiarizados con los diversos comercios de alimentación y tenían una dieta más variada. Sin embargo, dependían del dinero para poder comer; compraban pan, vino, embutido, a veces legumbres. La gente del campo, por el contrario, sufría menos dificultades económicas para alimentarse, pues en los caseríos siempre había qué comer: la huerta, el cerdo y el corral les abastecían de víveres necesarios.
Los agricultores experimentaron la necesidad de rentabilizar lo que producían con su trabajo, de ahí que tuvieran que especializarse en sus producciones, y de este modo, a partir de los años 601960, en el mundo rural se instauró progresivamente un sistema similar al que seguían los obreros y los habitantes de las villas para procurarse alimento y comer.
== Organización de las comidas ==
Con la marcha de la generación de los mayores los huertos de árboles frutales envejecieron y desaparecieron. A los jóvenes les faltaba tiempo para cuidar de ellos. Las viñas también desaparecieron y, para facilitar el trabajo de las máquinas, los árboles frutales de las esquinas de los campos se hicieron desaparecer.
 
==== Legumbres ====
En los caseríos se elaboraba pan, ''ogia''. Los que no tenían horno de pan, ''labia'', le compraban el pan al panadero, ''bolanjerra''. Para hacer la masa, ''pasta'', se utilizaba harina que provenía del trigo de casa, ''ogi irina'', molido en el molino. Al molinero, ''eihera zaina'', se le entregaba el trigo en grano, ''ogi bihia'', y él entregaba la harina tras quedarse con su parte, ''paga''.
Para elaborar el pan, ''ogiaren egiteko'', se mezclaba la harina de trigo con agua y un poco de sal. Se obtienía obtenía una masa, ''pasta'', se trabajaba con tesón sobre la artesa, ''aska'', y se le añadía la levadura, ''altxagarria'', para que fermentara, ''altxatu''; había quienes metían la masa en la cama para que el calor la hiciera fermentar.
Para conseguir que la masa fermentara, ''pastaren altxatzeko'', se utilizaba levadura, que no era otra cosa que una porción de la masa de la semana anterior, que había sido conservada y que se renovaba de semana en semana.
No se hacía pan con harina de centeno. Con la harina de maíz se hacía un pan especial, ''mestura'', que se cocía en el horno al mismo tiempo que el pan normal y se comía con leche tal y como se hacía con el pan normal. El pan de maíz fermentado solo se hacía en los caseríos.
Se hacía talo, ''taloa'' o ''paztetxa'', con harina de maíz y agua. La masa que se obtenía se cocinaba en el hogar, ''supazterian''. El talo se comía con queso, ''kukumarroa'', o tocino, lo cual era un manjar, pero también cuando se terminaba el pan y hasta el día que se horneaba. En algunas familias se hacía pan para deleite de los niños.
=== La leche ===
Para la elaboración del queso era necesario que la leche cuajara. Se utilizaba cuajo de cordero, ''gatzagia'', que al sacrificarlo se guardaba en un paño y no había más que remojarlo para hacer cuajar la leche. El cuajo sintético reemplazó progresivamente al natural: un procedimiento más práctico, más certero y mejor dosificado.
Para hacer el queso se calentaba, ''berotu'', la leche en un caldero, ''bertza'', se añadía el cuajo para que la leche cuajara, y se escurría con un colador. A continuación, se introducía en un molde, ''gerlanda'', de madera presionando con fuerza para desechar el suero de la leche, ''gaxura''; se dejaba secar y después se exponía al fuego para favorecer la formación de la corteza, ''axala''.  Los quesos blancos eran planos y redondos; los quesos rojos tenían una decena de centímetros de grosor y también eran redondos. Estos últimos se exponían a las llamas del fuego bajo (posteriormente se hacía con gas) para crear una corteza que evitara que se endurecieran. Los quesos se conservaban en alguna estancia fresca o en el sótano, ''sotoan''.
El suero de la leche de vaca que restaba, ''gaxura'', se les daba a los cerdos. Con el suero de la leche de oveja se hacía requesón, ''zemerauna'' o ''zemera'', que se comía al natural o azucarado.
Con la leche de oveja también se hacía cuajada, ''gaztambera'', calentándola a aproximadamente 32ºC.
Para hervir, ''egosteko'', o cocer la leche, se introducía una piedra incandescente, ''burdin haríaharría''. La leche adquiría así un gusto muy particular y bien apreciado. Los pastores utilizaban este sistema.
Tanto los quesos blancos como los rojos se vendían; a veces la señora de la casa llevaba a vender quesos de oveja junto con legumbres, frutas y aves de corral; de este modo ganaba dinero con el que compraba ultramarinos para la casa.
En los caseríos donde había gallinas las mujeres vendían los huevos en el mercado, ''merkatian''. También se ponían en conserva, ''konserbia'', metiéndolos en cal, ''gisian'', o, más tarde, utilizando un producto que se compraba en la farmacia.
En lo que respecta al consumo de marisco y pescado de mar, existía una gran diferencia entre la costa (en Bidarte, en Ziburu) y el interior (en Behauze, en Izpura…), si bien había vendedores ambulantes de pescado que viajaban a localidades del interior.
En los pueblos costeros la gente comía pescado fresco más veces por semana, incluso casi a diario: iban al puerto o a la costa en busca de pescado y marisco de concha que cogían a mano o con sedal, en tiempos en los que las costas no estaban contaminadas. Se conocían muchos tipos de pescado. En el interior, sobre todo en las familias rurales, se consumía bacalao salado, especialmente los viernes, y sardinas viejas o en aceite.
A diferencia de la costa Atlánticaatlántica, en el interior se consumía más pescado de río. Gracias a la pesca con caña, y sobre todo a la pesca furtiva, se comían truchas, ''amo arraina'', piscardos, ''xipak'', barbos, ''xarboak'', anguilas, ''angilak''; los pocos cangrejos de río que quedaban desafortunadamente fueron desapareciendo. Algunos pequeños restaurantes de pueblo eran conocidos por lo bien que cocinaban el pescado menudo de río, o de riachuelo, y los señores de las casas, ''jaunak'', de las villas vecinas acudían los domingos a degustar sus manjares.
Se consumían pocos caracoles, ''karakolak''; algunos los recolectaban, los purgaban y los comían en salsa, ''saltzan''. Hacía falta saber cocinarlos y que te gustaran.
El agua corriente llegó a los hogares allá por los años 1950. La canalización de las aguas hizo posible su suministro a los pisos de las villas (en Baiona); bastaba con abrir el grifo.
La tisana de tila, ''titulatilula'', era la que más se consumía.
=== El tabaco ===
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