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La toma de posesión de la sepultura por parte de la nueva esposa así como las ofrendas ofrecidas con esta ocasión fueron están descritas en el volumen ''[[Toma_de_posesion_de_la_sepultura._Sepultura_hartzea|Ritos funerarios en Vasconia<ref name="ftn3">''Vide: '. Toma de posesión de la sepultura. Sepultura hartzea" in Ritos funerarios en Vasconia. Atlas Etnográfico. Bilbao, 1995, pp. ]]''</ref><ref name="ftn4">''-452. ''</ref> </sup>. ''
Bonifacio Echegaray investigó sobre el terreno, en la década de los años veinte, las ofrendas funerarias por razón de las nupcias. En su estudio consignó su vigencia en numerosas comarcas de Vasconia peninsular pero, a la vez, advirtió que estas prácticas habían empezado a decaer en varias localidades<ref>Bonifacio de ECHEGARAY. “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco” in RIEV, XVI (1925) p. 116.</ref>.
Los testimonios aducidos aquí son posteriores a aquel estudio. En términos generales podemos decir que este rito ha estado vinculado a la pervivencia misma de las [[LAS_SEPULTURAS_EN_LAS_IGLESIAS._JARLEKUAK._FUESAS|sepulturas simbólicas en la iglesia<ref name="ftn6">Hasta las disposiciones legales del siglo XIX fue práctica habitual el que a los muertos se les enterrara en el interior de las iglesias. A tal finalidad cada casa tenía asignado en la nave del templo un lugar de enterramiento, esto es, una sepultura. Cuando en el siglo XIX, los enterramientos pasaron a hacerse en los cementerios, las casas continuaron teniendo asignado el lugar que antaño fue la sepultura real, convertido ahora en sepultura simbólica. Esta era ocupada por las mujeres de la casa durante los oficios religiosos y era allí donde se hacían las ofrendas funerarias y se encargaban las oraciones (responsos). Vide: "Las sepulturas en las iglesias. Jarlekuak. Fuesas" in ''Ritos funerarios de Vasconia, ''op. cit., pp. 427-454. </ref>]].
En Zerain (G) en los años cincuenta, el domingo siguiente al del regreso del viaje de bodas, los recién casados asistían a la misa mayor. La nueva ''etxekoandre ''llegaba a la iglesia detrás de la ''etxekoandre ''mayor que hasta ese momento había representado a la casa. Llevaba en la mano una ''argizaiola ''nueva. Al llegar a la sepultura de la casa, la suegra le cedía el sitio, colocándose ella detrás. La nueva ''etxekoandre, '', dejaba sobre la sepultura su ''argizaiola''<ref name="ftn7">La ''La argizaiola ''es una tabla, generalmente tallada, en la que va enrollada la cerilla o candela cuya luz se ofrenda en la sepultura. ''</ref>. ''Las casas con las que se mantenía una relación mutua, ''artu-emonekoak'', traían a la sepultura luces y dinero. Con este dinero recogido se hacían dos partes: una era para el rezo de oraciones en esa misma sepultura, la otra para las oraciones que habían de rezarse en la sepultura de su casa natal y en las de aquéllas que fueran de su obligación.
Al mediodía en la casa donde residiría en adelante el matrimonio se daba una comida a los tíos de ambas familias. Era entonces cuando éstos les ofrecían los regalos de boda consistentes generalmente en ropa blanca, sábanas, colchas, mantas, etc.
En Berastegi (G) la tornaboda era un acontecimiento social importante. Tenía lugar el domingo siguiente a la llegada de los recién casados del viaje de novios. Acudían a la misa conventual, ''meza nagusia, '', el novio emparejado con la madrina y la novia con el padrino de boda. En el momento del ofertorio, el oficiante descendía del presbiterio a la altura de los primeros bancos para dar a besar la estola. Acudían primeramente las autoridades e inmediatamente el recién casado con la madrina y la recién casada con el padrino. Ofrendaban un pan y una candela blanca de cera pura que recibía el sacerdote. Durante la misa las dos mujeres se situaban ante la sepultura correspondiente al caserío donde iban a emprender su nueva vida los recién casados. Este acto se denominaba ''eliz artzea. '' [[Image:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:10.656cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0cm;padding-right:0.115cm;" || OFRENDA POSTN UPCIAL Y TORNABODA Fig. 250. Ofrenda en la tumba familiar. Donostia (G), 1958. |- |}]]Terminada la misa se dirigían al caserío, donde tenía lugar la comida de tornaboda con familiares y vecinos. En ocasiones llegó a ofrecerse esta comida en el restaurante del pueblo, dándose la circunstancia de que los invitados fueran más numerosos que los del propio banquete de boda.
En Gaztelu Elosua (G) si el nuevo matrimonio se domiciliaba , en el pueblolos años treinta, el al domingo siguiente a la boda se hacía lo que llaman ofrecía una misa llamada ''eliz artzea. amenezaxua'', para pedir por la buena suerte del matrimonio. La nueva esposa iba a recién casada se colocaba en la misa mayor y tenía encendida una vela en iglesia sobre la sepultura de la familia hasta el tiempo casa de su marido, desde ahora su casa. Llevaba como ofrenda una torta de pan elaborada en casa que depositaba en la cesta antes del ofertorio. Entonces cuando el sacerdote bajaba al centro de la llevaba nave y daba a ofrendar juntamente con un pan de dos librasbesar la estola. Al final de Durante la misa "sacaba responsos" se encendía en la sepultura de la familia<ref name="ftn8">Pedro RODRIGUEZ DE ONDARRA. "Costumbres religiosas cerilla enrollada en la ''argizaiola'' y datos históricos concernientes a la Parroquia se depositaba una moneda de Santa María diez céntimos por cada responso que el sacerdote rezaba por los difuntos de la Asunción, en Gaztelu (Guipúzcoa)" in AEF, XXI (1965-1966) p. 47casa.
En Gatzaga Gaztelu (G) si el sufragio por los antepasados nuevo matrimonio se ofrecía domiciliaba en el pueblo, el domingo o festividad en siguiente a la boda se hacía lo que se publicaba llaman ''eliz artzea''. La nueva esposa iba a la primera proclama misa mayor y consistía tenía encendida una vela en una misa o aniversario por los antepasados la sepultura de los futuros cónyugesla familia hasta el tiempo del ofertorio. Una vez celebrado el matrimonio, Entonces la nueva esposa, si era ella quien cambiaba llevaba a ofrendar juntamente con un pan de casa, debía presidir, el primer domingo después dos libras. Al final de la celebración misa "sacaba responsos" en la sepultura de la boda, familia<ref>Pedro RODRIGUEZ DE ONDARRA. “Costumbres religiosas y datos históricos concernientes a la Parroquia de Santa María de la sepulturaAsunción, ''ilerriaen Gaztelu (Guipúzcoa)” in AEF, ''que su nueva familia tenía en el templo parroquianoXXI (1965-1966) p. 47. </ref>
En Gatzaga (G) el sufragio por los antepasados se ofrecía el domingo o festividad en que se publicaba la primera proclama y consistía en una misa o aniversario por los antepasados de los futuros cónyuges. Una vez celebrado el matrimonio, la nueva esposa, si era ella quien cambiaba de casa, debía presidir, el primer domingo después de la celebración de la boda, la sepultura, ''ilerria'', que su nueva familia tenía en el templo parroquial<ref>Bonifacio de ECHEGARAY. “La ofrenda post-nupcial” in ''Euskalerriaren Alde'', XIV (1924) p. 87.</ref>.
En Oñati (G), al regreso del viaje de novios, la recién casada ponía una cantidad de dinero en la sepultura simbólica de la iglesia para que el sacerdote hiciera oraciones en sufragio de los difuntos de la familia y llevaba luces al cementerio donde estaban enterrados sus antepasados.
En Nabarniz del viaje de novios, que duraba dos días, se regresaba en sábado. Ese día se transportaba el arreo a la casa donde iba a vivir el nuevo matrimonio y en ella tenía lugar la cena denominada ''etxeko bodie: día de kanpotik etorten zirenien, arriue eroan eta apane egiten eben etxien''. Esta cena era más importante que el banquete del día del casamiento y congregaba más gente; padres, familiares y amigos de ambos contrayentes. No existía un orden determinado para tomar asiento en la mesa. La novedad consistía en que eran los nuevos esposos, ''ezkonbarriek'', los encargados de servir el banquete a los comensales.
En la zona rural de Bermeo fue costumbre que el domingo siguiente al del regreso de los recién casados de su viaje de novios acudieran ambos a la misa mayor donde la mujer ocupaba en la iglesia, por primera vez, la sepultura de su nueva casa junto a las mujeres del caserío. Después se celebraba una comida en la casa y otra al domingo siguiente en la del cónyuge adventicio. En la actualidad perdura la costumbre de comer con los padres de ambos cónyuges tras la vuelta del viaje de novios.
En Gorozika al domingo siguiente al regreso del viaje de novios, los recién casados iban a la misa mayor y la recién casada se hacía cargo de la sepultura de la casa. Este acto de adecentar la sepultura y encender la luz, ''sepulturie zabaldu eta argie biztu, '', se consideraba un deber muy importante. Primeramente echaba dinero para un responso en cada una de las sepulturas pertenecientes a las casas vecinas. Luego en la de la casa a la que había ido a vivir que en adelante sería la suya. El dinero de los responsos lo llevaba guardado en el pañuelo. Mientras tanto el marido se colocaba en el banco de luto, situado en la delantera de la iglesia. Esta misma costumbre se ha recogido en Amorebieta-Etxano.
En Lezama el domingo siguiente al día de la boda era el elegido para que la nueva mujer de la casa tomase posesión de la sepultura familiar. Se sentaba sobre la sepultura preparándola con fino paño blanco, ''trapu zurie'', sobre el que colocaba un pan, ''olata'', y una vela, ''argizarie''. En Lemoiz, el domingo siguiente a la boda, los desposados ofrecían en la parroquia una misa por sus antepasados, poniendo velas, ''kandelak'', sobre la sepultura de la casa. Ofrecían también una candela a la iglesia. Después daban una comida en su nuevo domicilio.
En Gernika a principios de siglo los novios vestidos con el traje de la boda iban el domingo siguiente al día de su desposorio a la misa mayor de la parroquia y encargaban misas por sus difuntos<ref>EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelon a) IIDg5.</ref>.
En Gamboa la recién casada debía acudir con las otras mujeres de la casa a hacer las ofrendas en la sepultura familiar. A la desaparición de estas sepulturas simbólicas de las iglesias se empezó a visitar el cementerio, encargando misas por los difuntos familiares en días señalados.
En Amézaga de Zuya el día del casamiento se activaba la sepultura familiar que se hallaba en la iglesia y se hacían oraciones por los difuntos.
En Turiso (Ribera Alta) en los años veinte si uno de los esposos procedía de otra localidad, en la iglesia de cada uno de aquéllos se hacía la ofrenda de dos velas de cera y tres panes o <sup>18 </sup>EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IIDg5. una torta de pan casero, el domingo siguiente al día de su boda'''<ref>EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelon a) IIDg5.</ref>. En Arluzea y Marquínez, comarca de
En Arluzea y Marquínez, comarca de Bernedo y en el Condado de Treviño, cuando una mujer se casaba a otra población distinta a la suya, uno de los domingos posteriores a su enlace matrimonial se trasladaba a la sepultura de su casa y ofrecía panes en la misa mayor y responsos por la tarde después de Vísperas; en memoria de sus propios antepasados <supref>15EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelon a) IIDg5.</supref>.
En Ezkurra, el primer domingo después de su casamiento iba la recién casada a la sepultura de la familia de su esposo y allí depositaba pan como ofrenda, "sacaba responso" y encendía una luz. El responso se rezaba después de la Misa mayor en la sepultura familiar del pórtico de la iglesia. La ofrenda se colocaba en la sepultura de la iglesia y la luz, en ambas sepulturas<supref>16José Miguel de BARANDIARAN. “Contribución al estudio etnográfico del pueblo de Ezkurra. Notas iniciales” in AEF, XXXV (1988-1989) p. 58.</supref>, .
En Lekunberri hasta los años sesenta, la recién casada después de la ceremonia de la boda, se acercaba a la fuesa de su familia a "sacar responsos" por sus antepasados; seguidamente si el novio era del pueblo, pasaba a hacer lo mismo en la fuesa de la familia de él. Actualmente los novios mandan celebrar misas en sufragio de las almas de sus antepasados.
En Bera, en una fecha próxima al día del casamiento iba a la Misa la dueña joven con la dueña vieja y con las parientes más cercanas. Colocadas en la sepultura, la suegra entregaba a la nuera la cera ordinaria, el pan y una vela <sup>17</supref>Bonifacio de ECHEGARAY. En el Valle “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del Baztan en los años veinte terminada la ceremonia del casamientoPaís Vasco” in RIEV, se adelantaba la madrina a la puerta de la iglesia y tomando agua bendita se la ofrecía a la esposaXVI (1925) p. 116. Luego le acompañaba a la sepultura de su nueva familia, a donde iba de dueña y rezaban un momento<sup>18</supref>. En el Valle de Burunda, a principios de siglo, el día de la boda se rezaba un responso
En Hazparne (L) los novios algunos meses antes del matrimonio encargaban celebrar una misa por los muertos de sus respectivas familias, en especial por los de la casa adonde iban a vivir. La costumbre pervive hoy en día.
En Donoztiri (BN) los recién casados mandaban celebrar misas en sufragio de los muertos de sus correspondientes familias en la iglesia parroquial a donde pertenecían sus respectivas casas paternas<ref name="ftn11">Idem, "Rasgos José Miguel de BARANDIARAN. “Rasgos de la vida popular de Dohozti" Dohozti” in OO.CC. Tomo IV. Bilbao, 1974, p. 62. </ref><ref name="ftn12">Idem, "Materiales para un estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)" in ''Ikuska. ''N° 10-13 (1948) p. 84. </ref><ref name="ftn13">Idem, "Rasgos de la vida popular de Dohozti", cit., p. 61. </ref> </sup>. En Donaixti-Ibarre (BN) cuando un hombre desposa a una viuda, encarga una misa por el marido difunto. En Liginaga (Z) la recién casada llevaba, en el primer domingo después de la boda, flores a la sepultura de la familia de su marido y rezaba ante ella antes y después de la misa. Ese mismo día, los recién casados iban a la casa del novio o la novia —según quien hubiera salido al casarse de su casa paterna— y allí celebraban un banquete. A esto le denominaban ''etxesar-'' ''tzia, ''la entrada en la casan. Igual costumbre se