127 728
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
En primer lugar se recoge un juego de Bermeo (B) que se conoce por el nombre de «''Koixo-pla''» y que muestra la peculiaridad de ser una combinación de las dos formas de jugar expuestas en los apartados anteriores, en primer lugar sin desplazar la piedra y después golpeándola de cuadro en cuadro. Esto demuestra que ambas modalidades no son necesariamente excluyentes sino perfectamente complementarias. Antes de la última guerra civil se desarrollaba así: Se empezaba del lado contrario al semicírculo (ver figura 102); la niña colocaba la piedrecita plana, ''arrijjé'', en el primer espacio y a continuación saltaba apoyando sólo un pie en los campos enteros y los dos en los dobles. Al llegar al último debía darse la vuelta de un salto y regresar al punto de partida. Se decía «''koixo''» cuando lo que se pisaba era un recuadro completo y «''pla''» cuando se apoyaban los dos pies en las casillas dobles. Así, en el caso que nos ocupa y cuando la piedra estuviera en el primer espacio, se saltaría por encima de éste sin tocarlo y según se fueran pisando los distintos campos, se gritaría para que lo oyeran todas las niñas «''koixo-koixo-pla, koixo-pla''». En el último se daría la vuelta y se volvería hacia atrás.
[[File:4.102 Koixo-pla. Bermeo (B).png|center|600px|Koixo-pla. Bermeo (B). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
Una vez concluida la vuelta, lanzaba la piedra al recuadro 2 y así progresivamente de forma que habiendo pasado ésta por todos ellos, la niña debería recorrer el campo a la pata coja sin pisar la casilla en la que se encontrase la piedra ni las líneas divisorias. Cuando la piedra llegaba al recuadro número nueve, la niña desde los recuadros siete y ocho en los que se apoyaba, debía cogerla con la mano dando por finalizada esta primera parte del juego.
En Bermeo (B) este juego se sigue llamando en la actualidad «''Koixo-pla''», «Truquemé» en castellano, y se juega de la siguiente manera: La jugadora arrastra la piedra hasta el primer espacio sin tocar la raya de separación de éste (ver figura 103). Una vez ha dejado la piedra en él salta al segundo, tercero, cuarto y quinto, retrocediendo después hasta el primero, de donde empuja la piedra con el pie fuera del campo. Los saltos en los espacios que no tienen círculo (2 y 4) los hace con un solo pie, en los restantes debe hacerlo apoyando los dos.
[[File:4.103 Koixo-pla. Bermeo (B).png|center|600px|Koixo-pla. Bermeo (B). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
Después lanza la piedra con el pie hasta el segundo espacio, salta al primero y de aquí, sin tocar el segundo donde está la piedra, brinca al tercero, cuarto y quinto. Después vuelve al segundo de donde empuja la piedra al primero y de aquí afuera. Así sucesivamente con el tercero, cuarto y quinto, y más tarde al revés: del cuarto al primero.
Este esquema de juego ha sido constatado en otras localidades. En Carranza (B) se jugaba a una versión llamada «A la pita la pos» (ver figura 104) regida por las siguientes reglas: La primera niña en jugar lanza la ''pita'' al 1. A la pata coja salta a este número y golpeando la piedra con el pie la pasa al dos. Si se pone la ley de que «no vale nada», hay que desplazarla de un número al siguiente de un solo golpe. De no acordar esta ley se le pueden dar tantos como sea necesario. Cuando llega al 3 posa los dos pies. Después continúa hasta el 5. Desde aquí puede pasar al 6 para descansar. A continuación, dándose la vuelta regresa al principio repitiendo el proceso a la inversa. Para seguir jugando lanza la pita al 2, salta a la pata coja al 1, de ahí al 2 y continúa. Después prosigue arrojándola al 3, al 4 y así sucesivamente. Los saltos de un número a otro deben hacerse de una sola vez.
[[File:4.104 A la pita la pos. Carranza (B).png|center|600px|A la pita la pos. Carranza (B). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
Rosa Hierro cita un juego del estilo del anterior al que llama «Truquemé» pero del que dice que antaño se denominaba «Juego de la marica». Se trazan en el suelo cinco líneas paralelas separadas unos tres pies las unas de las otras. Ante la primera se pone un 1, que equivale a primeras, en la segunda un 2, en la tercera un 3, entre el espacio de esta y la cuarta una T, después una C y por fin una M o marica. Se empuja la piedra con un pie mientras que el otro se mantiene en el aire y no se descansa hasta llegar a T o truquemé. Después se pasa hasta la M y así se vuelve a primeras pasando por todos los espacios. Tras haber efectuado esta vuelta ya se «anda» en segundas y así hasta completar todas. Cuando por ejemplo se «anda» en cielo, esto es, en la C, hay que tirar primero la piedra con la mano hasta esta letra y si no se acierta se pierde, siendo sustituido el que juega en ese momento por otro participante. También se comete falta cuando se empuja la piedra dos veces en el mismo espacio<ref>Rosa HIERRO. “Del mundo infantil. Los juegos de los niños” in ''Euskalerriaren Alde'', XIV (1924) p. 134.</ref>.
En Aramaio (A) una vez estaba la piedra en el primer recuadro (ver figura 105) se empujaba a la pata coja al segundo, que era de descanso; de aquí se pasaba al tercero y después al cuarto donde de nuevo se podía descansar; después al 5 y por último al 6, que también era de descanso. Después se regresaba al principio invirtiendo el proceso. Una vez concluida esta vuelta se arrojaba la piedra al 2 y se volvía a jugar del mismo modo. Después se comenzaba por el 3, por el 4 y así hasta lanzarla al 6. Al acabar todas las vueltas había que tirar la piedra con los ojos cerrados, aunque los pasos se daban con los ojos abiertos. El juego se iba complicando cada vez más. Después se ponía una piedra o cualquier otro objeto en el hueco de la rodilla sujetándolo con la pierna, o encima de la cabeza, y se saltaba así hasta que se caía.
[[File:4.105 Diagrama de marikitaka. Aramaio (A).png|center|600px|Diagrama de marikitaka. Aramaio (A). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
En Bernedo (A) un juego de este estilo se conocía como «El calderón» y presentaba varios rasgos peculiares. El primero que cada cuadro recibía un nombre propio. El más alejado se denominaba precisamente ''calderón''; el inmediatamente anterior, ''quisquilla''; el que llevaba el círculo, ''descanso''; el que precedía a éste ''pelillo''; el siguiente ''oreja'', y el más cercano ''cocote'' (ver figura 106).
[[File:4.106 El calderon. Bernedo (A).png|center|600px|El calderón. Bernedo (A). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
La segunda peculiaridad consistía en que se comenzaba lanzando el trozo de baldosa con el que se jugaba, a la casilla más alejada. Después la jugadora debía pasar de un cuadro a otro saltando a la pata coja menos en el marcado con el círculo, donde podía posar ambos pies. Al llegar al ''calderón'', y siguiendo sobre un solo pie, debía golpear con él la piedra haciéndola deslizarse de casilla en casilla hasta sacarla del juego.
En Carranza (B) practicaban una modalidad denominada «Al castro» sobre un cuadrado dividido en nueve casillas (ver figura 107). La primera niña en participar dejaba caer la ''pita'' en el recuadro marcado con el 1. A la pata coja la golpeaba con el pie pasándola al 2, después al 3 y así hasta el 9. En los recuadros con círculo podía posar ambos pies para descansar. Cuando llegaba al noveno volvía a empezar el juego lanzando la pita al 2 y repitiendo todo el proceso. Así hasta que acaba en el 9.
[[File:4.107 Al castro. Carranza (B).png|center|600px|Al castro. Carranza (B). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
En Altzai (Ip) juegan sobre un dibujo cuya casilla final está dividida en varias estancias denominadas ''kanberak'' que son las que se apropia el que ejecuta el juego con éxito (ver figura 108).
[[File:4.108 Diagrama de karratu jokua. Altzai (Ip).png|center|600px|Diagrama de karratü joküa. Altzai (Ip). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
En Busturia (B) también empleaban un diagrama con alguna peculiaridad (ver figura 109). La primera niña en participar tiraba la piedra al 1. Saltaba a la pata coja al mismo, ''koixo'', después con los dos pies al 2, ''pla'', y continuaba del siguiente modo: ''koixo'' (3), ''koixo'' (4), ''pla'' (5-6, con un pie en cada casilla), ''koixo'' (7), ''pla'' (8) y de nuevo regresaba. Así continuaba hasta hacer pasar la piedra por todos los números.
En Sangüesa (N) jugaban a una variante denominada «La chocolatera» con una figura como la que se representa (ver figura 110). Las reglas por las que se regía eran similares a las descritas anteriormente para la modalidad de «El tejo» o «La china», también de esta localidad navarra. Se trataba básicamente de ir pasando la piedra de número en número a la pata coja.
Alfonso Reta Janáriz cita una versión conocida como «La galleta» y practicada en Eslava (N), que además de la complejidad del gráfico presenta la particularidad de que el tejo se debe desplazar de casilla en casilla con los dos pies juntos. En las siguientes versiones de Beasain, Portugalete la figura 111 se representa el diagrama indicando el movimiento que debe seguir la piedra<ref>A. RETA JANÁRIZ. ''y El habla en la zona de Eslava (Navarra). ''Abadiano se explican nuevas formas de Pamplona, 1976, p. 613.</ref>.
En Beasain (G) las niñas siguientes versiones de los años sesenta llamaban a este entretenimiento «jugar a la toca»Beasain, si bien con anterioridad se conocía como «Los tocos». Cuando se jugaba sobre el asfalto se lanzaba la piedra con el pie para que resbalara hasta la cuadrícula correspondiente. Cuando no se contaba con una superficie lisa donde jugar Portugalete ''y había que hacerlo sobre tierra, las cuadrículas ''Abadiano se marcaban con una piedra o un objeto puntiagudo y la piedra se lanzaba a mano. Se situaba la jugadora en el lugar explican nuevas formas de salida y lanzaba su piedra con el pie jugar al cuadro 1 (ver figura 112)truquemé. Seguidamente saltaba a la pata coja a esta casilla, pisaba la piedra y la lanzaba con el pie hacia la salida, pero sin que se alejase pues al
[[ImageFile:.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:13.222cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0.026cm;padding-left:0.034cm;padding-right:0.15cm;" || Fig4. 112. Diagrama de la toca. Beasain (G). Fig. 114. El avión. Portugalete (B). png|center|- 600px|}]]Fig. 113. Diagrama de txintxula toca. Abadiano Beasain (BG). Fuente: Dibujo de Angel Arregi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
En Portugalete (B) llaman con el nombre habitual de «El avión» a una modalidad que se juega sobre un diagrama también conocido (ver figura 114) en el que se salta a la pata coja en las casillas impares y se posan ambos pies en las pares. Se comienza lanzando la pita al 1 y recogiéndola; después se tira al 2, se salta al 1, al 2 y se regresa al principio y así sucesivamente hasta terminar, lo que confiere al jugador que lo ha logrado la ocasión de hacerse con uno o varios cuadros. Cuando se trata de regresar a la salida también se suele jugar arrastrando la pita con el pie situado sobre ella. Hay ocasiones en que para evitar que la piedra se escape al ser lanzada juegan con «paradita», esto es, un niño coloca sus pies en ángulo con los tacones pegados para poder parar la piedra lanzada por otro.
En Durango (B) jugaban sobre el mismo diagrama que se empleaba en el truquemé a una modalidad que denominaban «A peto». El juego consistía en saltar de cuadro en cuadro con los ojos cerrados evitando pisar las rayas ya que la niña que lo hacía quedaba eliminada. A medida que se pasaba de cuadro en cuadro se repetía «Peto, peto ... ». En Bidegoian (G) este entretenimiento se denominaba « ''Toko eta toko» toko''» y se practicaba sobre un diagrama de ocho cuadros. Una de las fases que componen un juego descrito con anterioridad procedente de Bermeo <sub>32o </sub>guarda semejanza con estas últimas versiones<supref> José Luis RODRÍGUEZ cita un juego similar a los anteriores que en Bilbao (B) se denominaba “Caracol” por ser practicado sobre una figura que recordaba la concha de uno de estos animalillos. Cfr. José Luis RODRÍGUEZ. “Los niños. Juegos infantiles” in ''Euskalerriaren Alde'', XIV (1924) p. 221.</supref>.