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Preparacion de las tierras de cultivo

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– Arar, ''irauli''. Limpieza de la tierra o desbroce (''uzkaldu ''en Uhartehiri-BN) para eliminar restos de la cosecha anterior, con remoción de la misma mediante arados, ''goldiak'', tirados por vacas o bueyes o de la yunta precedida de una caballería como refuerzo en terrenos más difíciles, además de grada, ''aria'', layas o azadas y hoy mediante tractor. En cuanto a arados, ''goldiak'', que siguen el modelo romano evolucionado, ha habido cambios muy sensibles desde 1900 a cuando se van generalizando los modernos: ''goldenabarra ''(1906-1914), así llamado porque además de la reja tenía una cuchilla llamada ''nabarra'', ambas de hierro, al que siguió el ''xarrua'', también de hierro, para labores más profundas, tirado por bueyes; ''ferdia ''arado francés de vertedera (1906-1920) de una o dos manceras; ''brabanta'', arado brabán de doble vertedera giratorio, de uso desde 1930 a la década de1960 en que se imponen los tractores. A su trabajo de labrado se le llamaba ''maquinar ''en el área media y meridional y era de fabricación local. El surco que abre el arado se llama ''ildua ''y, por derivación, un ''golde ''es una superficie de 100 x 28 m (la capaz de ser roturada en una jornada con ayuda de un arado tirado por vacas). Las fincas se labraban dependiendo de su anchura o inclinación: si eran estrechas y alargadas se araban a lo largo; si eran anchas y llanas en cualquier sentido; si estaban en pendiente en sentido inverso a esta.
– Desmenuzar o destripar la tierra (''destormar'', ''desterronar'', ''destormonar''), con un simple montón de zarzales atado con una soga primero, luego con narria o grada (''aria'', ''ahia'', ''basarria ''con dientes curvos y ejes giratorios)<ref>La narria era una simple plataforma de madera con púas en su parte inferior. La grada era metálica dotada de varias rejas.</ref> o con mazas de madera o rodillo de piedra (''alperra'') e incluso de madera (''bonbila'', ''bonbilla'') en tierras altas, y en bajas con tabla (''ohola'') (a su acción en Fitero-N le llaman ''tablear'') o varas entretejidas (''hesija ''o ''hesia'') sobre las que se depositaban piedras para mejorar su acción con el peso, e incluso usando rodillos combinados como en Gipuzkoa y modernamente con gradas rotativas. En Sara (L) a esta operación la llaman ''harrotu ''(remover), seguida de la de allanar (''arratu'', ''lurra txeaka - tzekotxeakatzeko'') el terreno. Los objetivos que se persiguen son alisar la tierra para distribuir mejor la semilla<ref>La tabla o atabladera en el castellano común es una mera tabla, valga la redundancia, sin púas en contraposición a la grada, que sí las tiene. Sirve para igualar la tierra después de arada.</ref> y oxigenar el terreno antes de la siembra.
[[File:8.56 Estercolando. Legorreta (G) 1985.jpg|framecenter|600px|Estercolando. Legorreta (G), 1985. Fuente: La Salleko Euskal Idazleen Elkartea. ''Euskal Herria, I, colección de diapositivas''. Bilbao: 1985, p. 241.|class=nofilter]]
– Seleccionar y desinfectar la semilla (en el caso del cereal). Para lo primero se escogía la mejor semilla y la más granada, que se pasaba por un harnero para separar los granos muertos. Para lo segundo, en el caso del trigo, se impregnaba con cal, azufre o sulfato disueltos en agua, y la semilla era volteada con palas de madera<ref>En el siglo XVIII, según información de Anes referida a Gipuzkoa, la semilla se echaba al campo mezclada con cal –para preservarla de los insectos gramíneos y otros pequeños animales de la microfauna agraria–, o mojada con agua hervida para acelerar la germinación. G. ANES. “Tradición rural y cambio en la España del siglo XVIII” in ''La economía española al final del Antiguo Régimen''. Tomo I. Agricultura. Madrid: 1982, pp. XVII-XLV, citado por José Carlos ENRÍQUEZ; Arantza GOGEASCOECHEA “Agricultura tradicional en la vertiente norte del País Vasco: prácticas productivas y organización ecológica familiar” in ''Lurralde'': Núm.18 (1995) pp. 245-256. Disponible en: http://www.ingeba.org/lurralde/lurranet/lur18/enriq18/18enriq.htm. Acceso: 22/04/2014.</ref>.
Sembrar. Para sembrar a voleo es preciso ''marcenar'', es decir, hacer ''marcenes''. Se trata de una operación consistente en poner marcas con paja y, más habitualmente, con ramas de avellano, para saber por dónde se ha echado la simiente a la hora de ''simentar''. Lógicamente, el tamaño de los caminos que se van marcando depende de la largura del brazo del hombre que va a sembrar; sin embargo, suelen seguir los surcos que deja el maquinado (tres metros, poco más o menos). Los niños suelen ser los encargados de colocar las marcas. Los informantes recuerdan que las consecuencias de una deficiente ''simentada ''eran muy evidentes.
[[File:8.57 Arando con braban en Armentia (Vitoria-A) 1959.jpg|framecenter|600px|Arando con brabán en Armentia (Vitoria-A), 1959. Fuente: ''Santiago Arina y Albizu: (obra fotográfica 1956-1978)''. Vitoria-Gasteiz: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz, 2000, p. 84.|class=nofilter]]
Trapear. Pasar la ''trapa ''para cubrir la simiente.
Actualmente se labran las tierras con tractores y brabanes. El brabán de tractor es un apero que labra la tierra volteándola. Los hay de hasta de cinco rejas. Se emplea en aquellas épocas del año en que la tierra reúne condiciones para ser labrada, generalmente después de tiempos de lluvia en que la tierra está a tempero. Esto suele hacerse antes de la siembra de los campos, en los meses de septiembre y octubre. Tras la labra con brabán las tierras se rastrean y luego se ''rulan ''con el fin de desterronar los ''tormones ''que hayan quedado.
[[File:8.58 Labor de rastra con mula. Laguardia (A) c. 1950.jpg|framecenter|600px|Labor de rastra con mula. Laguardia (A), c. 1950. Fuente: Martínez, Encarna (Recopiladora). ''Recuerdos de Laguardia: imágenes de un pueblo''. Vitoria-Gasteiz: Diputación Foral de Álava, 1994, p. 81.|class=nofilter]]
Asimismo, también se emplea un nuevo apero de labranza que es conocido con el nombre de ''chisel''. Es parecido al cultivador o destripador, pero de mayores dimensiones. Se emplea para preparar las tierras que no necesitan labrarse de cara a su preparación para la siembra.
Las semillas de cereales se siembran actualmente por medio de máquinas sembradoras especiales colocadas en la parte delantera del tractor, la semilla es tapada por la ''rastria ''que se coloca en la trasera. Para la siembra de patatas y remolachas existen unas máquinas especiales que realizan toda la labor y son arrastradas por un tractor.
[[File:8.59 Labrando con arado polisurco. Argandoña (A) 2003.jpg|framecenter|600px|Labrando con arado polisurco. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
Antes de la siembra se abonan las tierras con estiércol animal ya sea de ovejas, vacas o de caballos, algunos incluso con estiércol de las granjas de gallinas y pollos, aunque el último está poco extendido por el fuerte olor que desprende y porque hay pocas granjas avícolas en los alrededores; además, abono bastante completo de fosfato, nitrato y potasa, extendido por medio de máquinas abonadoras.
La preparación de la tierra para la siembra se debía hacer en el mes de octubre pues “si te descuidabas para san Martín, se aguaba”. Una vez labrada la tierra con el brabán o arada con arado se alisaba la superficie con la rastra y a veces la ''zaranda ''y se depositaba la semilla; en el caso de las grandes superficies (cereal de secano o forrajeras) primero ''a voleo ''y después con la máquina sembradora. En el caso de las patatas, alubias y la remolacha, se hacía de manera directa depositando la semilla con la mano en los surcos que se habían practicado de lado a lado del campo con una herramienta llamada ''punzón''. Esta misma se empleaba en la plantación de las vides.
[[File:8.60 Arado subsolador o chisel. Argandoña (A) 2003.jpg|framecenter|600px|Arado subsolador o chisel. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Cárcar (N) para la labor de preparación de la tierra, cuando se utilizaban las caballerías los aperos empleados eran el rastro, el molón y la grada, que se enganchaban a los animales mediante el balancín y dos cadenas. Una vez introducidos los tractores se siguió empleando el molón junto con la rastra y el cultivador. Otra labor que se tenía que hacer era ''amugar ''o señalar sobre el terreno por dónde se iba a arrojar la simiente posteriormente.
En cualquier caso, la primera labor a realizar era la preparación de la tierra para sembrar. Esto se hacía mediante arados arrastrados por bueyes o caballos (la anilla de cuerda que sujetaba el timón del arado o del carro a los yugos era llamada en Yerri ''trascón''). Para dar la vuelta a la tierra también eran empleadas las layas de mango largo y dos dientes puntiagudos, sobre todo en las tierras de regadío, como las huertas. Sin embargo, tanto el arado como la laya fueron sustituidos por el brabán arrastrado por bueyes que cortaba la tierra y la volteaba. Labrada ya la tierra se pasaba la narria con un bastidor de madera y púas en su parte inferior. Este apero arrastrado por bueyes desmenuzaba los terrones. Con el tiempo la narria también sería sustituida, tomándole el relevo la grada, que tenía diferentes rejas metálicas y su trabajo era más efectivo en el barbecho. Con los útiles de labranza acarreados por bestias no se lograba en agosto quitar suficientemente bien las raíces de las plantas invasoras de la tierra a roturar. Posteriormente los tractores consiguieron profundizar más en el suelo y dejar la tierra más limpia. Además, como las fincas tras la concentración parcelaria eran más grandes resultaban más fáciles de trabajar. Con los arados se trabajaban por día unas tres o cuatro robadas, con los tractores su número aumentó hasta las sesenta robadas. El tractor era de propiedad privada, no se compraron en cooperativas ni por los concejos para uso comunal.
[[File:FIGURA8.png61 Laiariak. Zeanuri (B) 1920.JPG|center|RTENOTITLE_FIGURA600px|Laiariak. Zeanuri (B), 1920. Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa: Fondo Felipe Manterola.]]
Preparado el suelo en septiembre tocaba el turno de la siembra (habas, alholvas, arvejuelas, etc.) mediante el lanzamiento ''a voleo ''de las semillas acarreadas en un capazo. En ocasiones se usaban las azadas para plantar. Posteriormente llegaron las máquinas sembradoras con depósito para el grano. Una vez sembrado el terreno era el momento de pasar el molón que en un principio era de piedra y luego de cemento armado y tirado por un tractor. En cualquier caso las tierras eran abonadas.
En Obanos (N) en las piezas de cereal en primer lugar se procede a ''maquinar'', operación que consiste en voltear la tierra con el brabán, actualmente movido por tractor; antiguamente el brabán de vertedera era arrastrado por caballerías. Esta operación suele hacerse entre septiembre y enero para mover los rastrojos dejados tras la recolección, y en primavera. Después se pasa la rastra para deshacer los ''tormos ''(dicen que es muy bueno que entre el hielo a los ''tormos ''o ''tormones''). Esta operación tiene lugar en primavera cuando se ha secado un poco la tierra. Antes del verano se pasa el cultivador, especie de arado con unos muelles que van cerniendo la tierra y al mismo tiempo cortan las hierbas gracias a unas rejas de 15 cm de profundidad. Antes de la siembra suele desmenuzarse la tierra con el molón si está con algún ''tormón ''y seca, pero si hay mucha humedad se pasa la rastra. Cuando la tierra ya está bien desmenuzada es el momento de sembrar, en octubre. Esta operación se realiza con la sembradora, máquina que tiene una reja que va abriendo el surco, deja la simiente en él y con una tabla la cubre de tierra. A la vez se aprovecha para fosfatar.
[[File:FIGURA8.png62 Trabajo en familia en Zunharreta (Z).jpg|center|600px|RTENOTITLE_FIGURATrabajo en familia en Zunharreta (Z). Fuente: Duvert, Michel; Decha, Bernard; Labat, Claude. ''Jean Baratçabal raconte…'' Bayonne: Association Lauburu, 1998, p. 259.]]
Antes se solía quemar el rastrojo y extender la ceniza. Creían que era bueno porque desinfectaba.
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