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REGRESO A LA CASA MORTUORIA Y AGAPES FUNERARIOS/fr

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En Beasain (G), hasta la década de los años treinta, el cortejo regresaba a la casa del fallecido formando una fila, precedida del cabeza de familia que iba vestido con capa y sombrero de copa. A uno de los informantes de esta localidad le tocó presidir a los 10 años el cortejo en el funeral de su padre, por ser el mayor de los varones que quedaban en la casa. Recordaba que su madre estuvo recogiéndole el bajo de la capa para que no la arrastrara y rellenando el sombrero para que no se le calara demasiado. Este cortejo lo componían los miembros de la casa, ''etxekoak'', y los familiares que habían llegado de otros pueblos para quienes se preparaba un banquete en la propia casa. <div style="margin-left:0cm;"></div>
En Zeanuri (B), los más ancianos recuerdan que hasta hace setenta años los que habían compuesto el duelo familiar en el entierro retornaban de la iglesia a la casa mortuoria formando dos grupos<div style="margin-left: los hombres vestidos de capa y sombrero y las mujeres tocadas de velos negros. En el camino de regreso, llegados a un punto, los hombres se quitaban las pesadas capas sobre todo en la época de verano. Todos ellos tomaban parte luego en la comida de entierro que tenía lugar en la casa. 0cm;"></div>
[[File<div class="mw-translate-fuzzy"><div style="margin-left:0cm;"></div></div> <div style="margin-left:0cm;"></div>  <div style="margin-left:0cm;"></div> <div style="margin-left:0cm;"></div>  <div style="margin-left:0cm;"></div>  <div style="margin-left:0cm;"></div>  <div style="margin-left:0cm;"></div> <div style="margin-left:0cm;"></div>  <div class="mw-translate-fuzzy"><div style="margin-left:7.194 Duelo femenino. Sara (L).jpg|frame|Duelo femenino. Sara (L). Fuente. Veyrin, Philippe. Pays Basques de France et d’Espagne. Paris0cm;"></div></div>  <div class="mw-translate-Grenoble, 1951.]]fuzzy"><div style="margin-left:0cm;"></div></div>
En un trabajo publicado en los años veinte<refdiv class="mw-translate-fuzzy">D. ESPAIN. “Des usages mortuaires en Soule” in ''Bulletin du Musée Basque'', VI, 1<div style="margin-2 (1929) p. 24.left:0cm;"></refdiv></div> se señalaba que en Zuberoa después de la inhumación todos los invitados iban a la casa mortuoria donde se les ofrecía una colación. Antiguamente ésta se componía únicamente de pan y queso con vino de la casa; pero ya en la década de los años veinte se celebraba una comida. A la finalización el chantre o el sacristán recitaba cierto número de plegarias por el difunto y «por todas las almas que habían salido de la casa», con lo que se daba por concluida la ceremonia.
El regreso del cortejo a la casa mortuoria vigente hasta hace tres o cuatro décadas ofrecía en el conjunto de Euskal Herria diversas modalidades. En líneas generales se podría decir que en las localidades donde el poblamiento es concentrado y las casas forman un núcleo próximo a la iglesia <div style="margin-tal es el caso de Alava y de la Navarra Media- todos los participantes en los actos fúnebres, presididos por la cruz parroquial y acompañados por el sacerdote, regresaban a la casa de donde había partido el cortejo fúnebre y ante su puerta hacían una oración con la que se daba fin a las exequias<refleft:0cm;">Las Constituciones de la Cofradía de las Animas de Sangüesa (N), redactadas en 1798, se hacían eco de esta práctica cuando preceptuaban que después de la misa exequial se acudiera a la casa del difunto para allí rezar el responso.</refdiv>.
La familia del difunto ofrecía a estos asistentes a la puerta de la casa un ágape de pan y vino, que en Alava recibe el nombre de ''la caridad. ''Luego en el interior de la casa los parientes del difunto celebraban la comida de entierro. <div style="margin-left:0cm;"></div>
En las regiones de poblamiento disperso <div style="margin-País Vasco continental, Gipuzkoa, la Montaña Navarra y Bizkaia- eran los familiares que componían el duelo quienes regresaban, formando un cortejo, a la casa mortuoria donde tenía lugar el banquete preparado para la ocasión. Los demás asistentes al entierro recibían después del funeral un refrigerio en el pórtico o en los aledaños de la iglesia. left:0cm;"></div>
La conclusión de las exequias conllevaba generalmente refecciones y ágapes que más adelante describiremos. Interesa destacar desde ahora que es precisamente en estos ágapes donde se manifiesta con mayor claridad que los asistentes al entierro y funeral componían dos grupos diferenciados<div style="margin-left: el ''grupo de honra, ''compuesto por aquéllos que acuden a las exequias por obligaciones derivadas de los vínculos de consanguinidad y el ''grupo de caridad'', integrado por los que participan por solidaridad cristiana<ref0cm;">José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 35.</refdiv>. Para uno y otro grupo había ágapes distintos.
En ambos casos estas refecciones se desarrollaban con un ceremonial acomodado a las prescripciones de un ritual, lo cual ha llevado a algunos autores a considerarlos como banquetes o ágapes fúnebres de remoto origen<refdiv style="margin-left:0cm;">Bonifacio ECHEGARAY. “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco” in RIEV, XVI (1925) pp. 102 y ss. Barandiarán por su parte matiza que las refecciones o comidas funerarias “hoy no tienen el contenido místico de antaño”. Vide José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 29.</refdiv>.
Pierre Lafitte describía en esta forma los ritos del ágape funerario que, a la muerte de su abuelo, presenció en la localidad suletina de Ithorrotze en el año 1911. <div style="margin-left:0cm;"></div>
:«Orhoit naiz ene aitatxi Ithorrotzen hil zenean, 'Serorateia' deitzen ginuen etxea- ren bisian-bis bide-kurutze bat baita, han gure auzo batek, gorputza elizarat orduko, lasto-azau bat erre zuela. Galdatu nion gero auzoari zertako egin zuen su hori eta ihar<div style="margin- detsi zautanleft: 'Suak bide hatza edekitzen dik, eta hire goxaitaren arima herra baledi, elikek gibelerateko bidearen atzamaiteko perilik'. 0cm;"></div>
:Bainan gogoan dut oraino okasione hor- tan berean hauteman nuen bertze ohidura bat. Ehortzetan gertatu jende guziak gomit ziren bazkariterat. Familiakoek elgartartean jan ginuen gaineko sala batean. Gainerati<div style="margin- koak 'borda' erraiten ginion ezkaratzean. Bazkal ondoan abisatu gintuzten beherean othoitzak hastera zoatzila eta jauts ginten nor gure basoarekinleft: basoan behar zen utzi ditaretara bat amo. Hamar urte nituen eta frango artegatua nintzen. 0cm;"></div>
<div style="margin-left:Gu bordan sartzean bazkaltiar guziak xu- titu ziren, bakotxa bere basoa eskuan, eta zerbitzariek mahainetarik kendu zituzten dafailak. Xantrea, Victor Coustau Erreto- raenekoa buruhastu zen, eta denek hustu zuten basoko arnoa mahain gainerat ixuriz, nik ere bertzek bezala. Orduan guziek eskuineko eskuerhi puntak bustitu zituzten arpo hortan ur benedikatua izan balitz bezala, eta zeinatu ziren. 0cm;"></div>
<div style="margin-left:Nik hain bitxi kausitu nuen jestu hori, nun irria eskapatu baitzitzaitan. Osabari gaitzitu zitzaion ene irri zozoa eta zarta bat eman zautan, harenganik ukan dudan bakarra, 1911-ko martxoaren 27-an. 0cm;"></div>
:Geroztik galdatu izan diot Victor Coustau zenari, zertako zen arno<div style="margin-ixurtze hori, eta ez diot bertze argitasunik jalgi ahal izan hau baizikleft: 'Gure zaharrek hala egiten ziteian'. Niri ez dautet burutik atherako latin paganoek 'libatio' deitzen zuten ohidura gelditu zitzaikula Ithorrotzen eta Olhaibin, bainan poxi bat girixtinotua, kurutzearen seinalearekin nahastekatua tenaz geroz»<ref0cm;">Pierre LAFITTE. “Atlantika-Pirene-etako sinheste zaharrak” in ''Gure Herria'', XXXVII (1965) pp. 101-102.</refdiv>.
:(Recuerdo que cuando murió mi abuelo en Ithorrotze había un cruce de caminos frente a una casa que llamábamos ''Serorateia; ''allí un vecino nuestro quemó un montón de paja a la hora de conducir el cadáver a Le retour du cortège funèbre, ou du moins des membres du deuil familial, à la iglesia. Más tarde pregunté al vecino para qué había hecho ese fuego y me contestó: «El fuego borra el rastro del caminomaison mortuaire, y si el alma faisait autrefois partie de tu padrino anduviera errante de seguro que no encontraría el camino de vuelta»l'ensemble des rites funéraires.
:Pero todavía guardo memoria de otra costumbre que conocí en esa misma ocasión. Todos los asistentes al entierro fueron invitados al banquete. Los familiares comimos juntos en una sala Les enquêtes réalisées par Barandiarán et ses collaborateurs dans le premier quart de ce siècle sur les « croyances et les rites funéraires » reflètent une société dans laquelle la parte de arriba de la casa. Los demás comieron en la pieza maison et son groupe domestique jouent un grand rôle dans les rites funéraires et, de fait, ces derniers commencent et prennent fin dans la casa que llamábamos ''bordamaison mortuaire. ''Después de la comida nos avisaron que abajo iban Cette pratique a iniciarse los rezos y bajamos cada uno con nuestro vaso: en cada vaso debíamos dejar el equivalente a un dedal pu être observée dans tous les territoires de vino. Yo tenía diez años y estaba muy inquietoVasconia.
:Al entrar nosotros en la C'était ainsi le cas dans les années vingt à Galarreta (A), où après l'bordaensevelissement du cadavre au cimetière, les gens « reviennent à l''se pusieron en pie todos los comensales, cada uno con su vaso en église et prient sur la mano y las sirvientas retiraron los manteles sépulture de la mesamaison du défunt. El chantre Victor Coustau de Ensuite le curé, accompagné du sacristain (qui porte la casa Erretoraenea se descubrió croix) et des personnes qui forment le cortège funèbre, revient à la cabeza maison mortuaire pour y todos vaciaron el vino derramándolo sobre la mesa; yo también hice lo mismo que los demásréciter une prière, puis retourne immédiatement à l'église. Después mojaron las yemas Les parents du défunt invitent à déjeuner, si l'enterrement a eu lieu le matin, ou à goûter, s'il a eu lieu l'après-midi, tous les parents, les étrangers et une ou deux personnes de los dedos chaque maison du village »<ref>BARANDIARAN, José Miguel de la mano derecha . « Creencias y ritos funerarios en ese vino como si se tratara Orozko, Ziortza (Zenarruza), Kortezubi, Otazu, Ataun, Arano, Ziga (Baztan), Otxagabia » in ''Anuario de agua bendita y se santiguaronEusko Folklore''. Tome III. Vitoria : 1923, pp. 57 et 59.</ref>.
:Me pareció tan raro ese gesto que se me escapó À Ziga (Baztan-N), selon la même enquête (1923), les parents, ''barrides'' et les gens venus de loin, revenaient à la risamaison du défunt en respectant rigoureusement l'ordre de parenté. A mi tío no le cayó bien aquella risa mía inoportuna y me dió Tous étaient remerciés par un sopaporepas<ref>BARANDIARAN, el único que recibí José Miguel de él. Era el 27 « Creencias y ritos funerarios en Orozko, Ziortza (Zenarruza), Kortezubi, Otazu, Ataun, Arano, Ziga (Baztan), Otxagabia » in ''Anuario de Marzo de 1911Eusko Folklore''. Tome III. Vitoria : 1923, p. 132. </ref>.
:Más tarde llegué À Beasain (G), jusque dans les années trente, le cortège revenait à la maison du défunt en formant une file derrière le maître de maison vêtu d'une cape et d'un haut de forme. Un des informateurs de cette localité a preguntar al difunto Victor Coustau el porqué ainsi dû présider à l'âge de 10 ans, étant l'aîné des hommes qui restaient dans la maison, le cortège de aquel derrame del vino y no conseguí funérailles de él otra explicación son père. Il se souvenait que ésta: «Nuestros ancianos así lo hacían»sa mère avait dû relever le bas de la cape pour qu'elle ne traîne pas et bourrer le chapeau pour qu'il ne s'enfonce pas sur sa tête. Nadie podrá quitarme Ce cortège était composé des membres de la cabeza que aquella costumbre pagana que los romanos llamaban maison, ''libatio etxekoak''ha continuado en Ithorrotze y Olhaibi, si bien et des parents venus d'autres villages pour lesquels un poco cristianizada ya que se le añadió el signo de grand repas était préparé dans la cruz)propre maison.
<div align="center"><nowiki>* * *</nowiki></div>&nbsp;À Zeanuri (B), les plus anciens se souviennent que soixante-dix ans plus tôt les membres du deuil familial à l'enterrement revenaient de l'église à la maison mortuaire en formant deux groupes : les hommes portant cape et chapeau et les femmes des voiles noirs. Sur le chemin de retour, arrivés à un certain endroit, les hommes retiraient la lourde cape, surtout en été. Tous prenaient part ensuite au repas de funérailles qui avait lieu à la maison.
A lo largo del presente sigloDans un travail publié dans les années vingt<ref>D. ESPAIN. « Des usages mortuaires en Soule » in ''Bulletin du Musée Basque'', y sobre todo VI, 1-2 (1929) p. 24</ref> il est indiqué qu'en su segunda mitadZuberoa, après l'inhumation, tous les invités se rendaient à la maison mortuaire où leur était offerte une collation. Antan, cette dernière se han operado sucesivas modificaciones en el modo composait uniquement de pain et de realizar el conjunto fromage avec le vin de los actos que componían las exequias como se ha consignado en los capítulos anterioresla maison, mais déjà dans les années vingt il s'agissait d'un repas. Una Pour terminer, le chantre ou le sacristain récitait un certain nombre de prières pour le défunt et « pour toutes les âmes qui étaient sorties de estas alteraciones ha sido precisamente la anulación del regreso del cortejo fúnebre a maison », mettant ainsi fin à la casa de donde partiócérémonie.
En Le retour du cortège à la mayoría de las localidades maison mortuaire encore en vigueur jusqu'à il y a trois ou quatre décennies se constata faisait dans l'ensemble d'Euskal Herria selon diverses modalités. À grands traits nous pouvons dire que actualmente el cortejo fúnebre se disuelve dans les zones à habitat concentré où les maisons sont groupées à proximité de l'église —comme en el mismo cementerioÁlava et dans la Navarre moyenne— tous les participants aux cérémonies funèbres, una vez inhumado el cadáver. En otros casosprésidés par la croix paroissiale et accompagnés par le prêtre, sobre todo en las villas y ciudadesrevenaient à la maison d'où était sorti le cortège funèbre et, los asistentes al funeral se dispersan tras dar el pésame a devant la familia en el atrio porte, récitaient une prière qui mettait fin aux obsèques<ref>Les Constitutions de la iglesia inmediatamente después Confrérie des Âmes du Purgatoire de finalizar el funeral. Al acto Sangüesa (N), rédigées en 1798, se font écho de cette pratique lorsqu'elles prescrivent qu'après la inhumación en el cementerio asiste un grupo reducido messe de parientes funérailles ses membres se rendront à la maison du défunt pour y amigosréciter le répons.</ref>.
Nuestras encuestas han rescatado algunas tradiciones que permanecen en La famille du défunt offrait à ces assistants, à la mente y en el recuerdo porte de quienes las practicaron en otros tiempos. Pero a la vez constatan que aquel retorno formal del cortejo a la casa mortuoria ha dejado maison, une collation de pain et de practicarse y que los refrigerios y ágapes funerarios o bien se han suprimido ovin, qui, en todo casoÁlava, se han convertido en un simple gesto obsequiosoreçoit le nom de ''caridad''. Puis, à l'intérieur de la maison, les parents du défunt prenaient part au repas de funérailles.
[[File:7Dans les régions à habitat dispersé —Pays basque continental, Gipuzkoa, la Montagne navarraise et Bizkaia—, c'était les parents composant le deuil qui revenaient en cortège à la maison mortuaire où les attendait le banquet préparé pour l'occasion.195 Tras el entierroLes autres assistants à l'enterrement recevaient, après les funérailles, une collation sous le porche ou à proximité de l'église. Orexa 1977 La conclusion des obsèques était généralement liée à ces réfections et banquets.png|frame|Tras el entierroIl est intéressant de souligner ici que c'est précisément lors de ces banquets que se manifeste le plus clairement que les assistants à l'enterrement et aux funérailles forment deux groupes distincts : le groupe d'hommage, composé de ceux qui assistent aux obsèques en raison des obligations découlant de liens de consanguinité, et le groupe de charité, dont les membres assistent aux cérémonies par solidarité chrétienne<ref>José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. OrexaSan Sebastián, 19771970, p. Fuente: Iñaki Linazasoro, Grupos Etniker Euskalerria35.]]<div class="subindice"/ref>. Les repas différaient pour l'un et l'autre groupe.Apartados:=== [[Regreso_del_cortejo_a_la_casa_mortuoria|Regreso del cortejo a la casa mortuoria]] ====== [[Agapes_y_refrigerios_a_los_asistentes|Agapes y refrigerios a los asistentes]] ====== [[Obsequios_a_los_participantes_en_las_exequias|Obsequios a los participantes en las exequias]] ====== [[La_comida_de_entierroDans les deux cas, ces réfections se déroulaient selon un cérémonial conforme aux prescriptions d'un rituel, ce qui conduit certains auteurs à les considérer comme des banquets funèbres de lointaine origine<ref>Bonifacio ECHEGARAY._Entierro-bazkaria|La comida « Significación jurídica de entierroalgunos ritos funerarios del País Vasco », in RJEV, XVI (1925) pp. 102 et ss. Barandiarán pour sa part nuance que les réfections ou les repas funéraires « aujourd'hui n'ont pas le contenu mystique d'antan ». Cf. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 29. Entierro-bazkaria]] ====== [[Apendice_Antiguas_restricciones_legales_sobre_banquetes_funebres|Apéndice: Antiguas restricciones legales sobre banquetes fúnebres]] ===</divref>.<br/>{{DISPLAYTITLE: XIX. REGRESO A RETOUR À LA CASA MORTUORIA Y MAISON MORTUAIRE ET AGAPES FUNERARIOSFUNÉRAIRES}} {{#bookTitle:Ritos Funerarios en Vasconia Rites Funéraires au Pays Basque| Ritos_funerarios_en_vasconia/fr}}&nbsp;
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