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REGRESO A LA CASA MORTUORIA Y AGAPES FUNERARIOS/fr

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En un trabajo publicado en los años veinte<refdiv class="mw-translate-fuzzy">D. ESPAIN. “Des usages mortuaires en Soule” in ''Bulletin du Musée Basque'', VI, 1<div style="margin-2 (1929) p. 24.left:0cm;"></refdiv></div> se señalaba que en Zuberoa después de la inhumación todos los invitados iban a la casa mortuoria donde se les ofrecía una colación. Antiguamente ésta se componía únicamente de pan y queso con vino de la casa; pero ya en la década de los años veinte se celebraba una comida. A la finalización el chantre o el sacristán recitaba cierto número de plegarias por el difunto y «por todas las almas que habían salido de la casa», con lo que se daba por concluida la ceremonia.
El regreso del cortejo a la casa mortuoria vigente hasta hace tres o cuatro décadas ofrecía en el conjunto de Euskal Herria diversas modalidades. En líneas generales se podría decir que en las localidades donde el poblamiento es concentrado y las casas forman un núcleo próximo a la iglesia <div class="mw-tal es el caso de Alava y de la Navarra Mediatranslate-fuzzy"><div style="margin- todos los participantes en los actos fúnebres, presididos por la cruz parroquial y acompañados por el sacerdote, regresaban a la casa de donde había partido el cortejo fúnebre y ante su puerta hacían una oración con la que se daba fin a las exequiasleft:0cm;"><ref/div>Las Constituciones de la Cofradía de las Animas de Sangüesa (N), redactadas en 1798, se hacían eco de esta práctica cuando preceptuaban que después de la misa exequial se acudiera a la casa del difunto para allí rezar el responso.</refdiv>.
La familia del difunto ofrecía a estos asistentes a la puerta de la casa un ágape de pan y vino, que en Alava recibe el nombre de ''la caridad. ''Luego en el interior de la casa los parientes del difunto celebraban la comida de entierro. <div style="margin-left:0cm;"></div>
En las regiones de poblamiento disperso <div style="margin-País Vasco continental, Gipuzkoa, la Montaña Navarra y Bizkaia- eran los familiares que componían el duelo quienes regresaban, formando un cortejo, a la casa mortuoria donde tenía lugar el banquete preparado para la ocasión. Los demás asistentes al entierro recibían después del funeral un refrigerio en el pórtico o en los aledaños de la iglesia. left:0cm;"></div>
La conclusión de las exequias conllevaba generalmente refecciones y ágapes que más adelante describiremos. Interesa destacar desde ahora que es precisamente en estos ágapes donde se manifiesta con mayor claridad que los asistentes al entierro y funeral componían dos grupos diferenciados<div style="margin-left: el ''grupo de honra, ''compuesto por aquéllos que acuden a las exequias por obligaciones derivadas de los vínculos de consanguinidad y el ''grupo de caridad'', integrado por los que participan por solidaridad cristiana<ref0cm;">José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 35.</refdiv>. Para uno y otro grupo había ágapes distintos.
En ambos casos estas refecciones se desarrollaban con un ceremonial acomodado a las prescripciones de un ritual, lo cual ha llevado a algunos autores a considerarlos como banquetes o ágapes fúnebres de remoto origen<refdiv style="margin-left:0cm;">Bonifacio ECHEGARAY. “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco” in RIEV, XVI (1925) pp. 102 y ss. Barandiarán por su parte matiza que las refecciones o comidas funerarias “hoy no tienen el contenido místico de antaño”. Vide José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 29.</refdiv>.
Pierre Lafitte describía en esta forma los ritos del ágape funerario que, a la muerte de su abuelo, presenció en la localidad suletina de Ithorrotze en el año 1911. <div style="margin-left:0cm;"></div>
:«Orhoit naiz ene aitatxi Ithorrotzen hil zenean, 'Serorateia' deitzen ginuen etxea- ren bisian-bis bide-kurutze bat baita, han gure auzo batek, gorputza elizarat orduko, lasto-azau bat erre zuela. Galdatu nion gero auzoari zertako egin zuen su hori eta ihar<div style="margin- detsi zautanleft: 'Suak bide hatza edekitzen dik, eta hire goxaitaren arima herra baledi, elikek gibelerateko bidearen atzamaiteko perilik'. 0cm;"></div>
:Bainan gogoan dut oraino okasione hor- tan berean hauteman nuen bertze ohidura bat. Ehortzetan gertatu jende guziak gomit ziren bazkariterat. Familiakoek elgartartean jan ginuen gaineko sala batean. Gainerati<div style="margin- koak 'borda' erraiten ginion ezkaratzean. Bazkal ondoan abisatu gintuzten beherean othoitzak hastera zoatzila eta jauts ginten nor gure basoarekinleft: basoan behar zen utzi ditaretara bat amo. Hamar urte nituen eta frango artegatua nintzen. 0cm;"></div>
<div style="margin-left:Gu bordan sartzean bazkaltiar guziak xu- titu ziren, bakotxa bere basoa eskuan, eta zerbitzariek mahainetarik kendu zituzten dafailak. Xantrea, Victor Coustau Erreto- raenekoa buruhastu zen, eta denek hustu zuten basoko arnoa mahain gainerat ixuriz, nik ere bertzek bezala. Orduan guziek eskuineko eskuerhi puntak bustitu zituzten arpo hortan ur benedikatua izan balitz bezala, eta zeinatu ziren. 0cm;"></div>
<div style="margin-left:Nik hain bitxi kausitu nuen jestu hori, nun irria eskapatu baitzitzaitan. Osabari gaitzitu zitzaion ene irri zozoa eta zarta bat eman zautan, harenganik ukan dudan bakarra, 1911-ko martxoaren 27-an. 0cm;"></div>
:Geroztik galdatu izan diot Victor Coustau zenari, zertako zen arno<div style="margin-ixurtze hori, eta ez diot bertze argitasunik jalgi ahal izan hau baizikleft: 'Gure zaharrek hala egiten ziteian'. Niri ez dautet burutik atherako latin paganoek 'libatio' deitzen zuten ohidura gelditu zitzaikula Ithorrotzen eta Olhaibin, bainan poxi bat girixtinotua, kurutzearen seinalearekin nahastekatua tenaz geroz»<ref0cm;">Pierre LAFITTE. “Atlantika-Pirene-etako sinheste zaharrak” in ''Gure Herria'', XXXVII (1965) pp. 101-102.</refdiv>.
<div style="margin-left:(Recuerdo que cuando murió mi abuelo en Ithorrotze había un cruce de caminos frente a una casa que llamábamos ''Serorateia0cm; ''allí un vecino nuestro quemó un montón de paja a la hora de conducir el cadáver a la iglesia. Más tarde pregunté al vecino para qué había hecho ese fuego y me contestó: «El fuego borra el rastro del camino, y si el alma de tu padrino anduviera errante de seguro que no encontraría el camino de vuelta». "></div>
:Pero todavía guardo memoria de otra costumbre que conocí en esa misma ocasión. Todos los asistentes al entierro fueron invitados al banquete. Los familiares comimos juntos en una sala de Le retour du cortège funèbre, ou du moins des membres du deuil familial, à la parte de arriba maison mortuaire, faisait autrefois partie de la casa. Los demás comieron en la pieza de la casa que llamábamos l''borda. ''Después de la comida nos avisaron que abajo iban a iniciarse los rezos y bajamos cada uno con nuestro vaso: en cada vaso debíamos dejar el equivalente a un dedal de vino. Yo tenía diez años y estaba muy inquietoensemble des rites funéraires.
:Al entrar nosotros en Les enquêtes réalisées par Barandiarán et ses collaborateurs dans le premier quart de ce siècle sur les « croyances et les rites funéraires » reflètent une société dans laquelle la ''bordamaison et son groupe domestique jouent un grand rôle dans les rites funéraires et, ''se pusieron en pie todos los comensalesde fait, cada uno con su vaso en la mano y las sirvientas retiraron los manteles de la mesa. El chantre Victor Coustau de la casa Erretoraenea se descubrió la cabeza y todos vaciaron el vino derramándolo sobre ces derniers commencent et prennent fin dans la mesa; yo también hice lo mismo que los demásmaison mortuaire. Después mojaron las yemas de los dedos de la mano derecha en ese vino como si se tratara Cette pratique a pu être observée dans tous les territoires de agua bendita y se santiguaronVasconia.
:Me pareció tan raro ese gesto que se me escapó C'était ainsi le cas dans les années vingt à Galarreta (A), où après l'ensevelissement du cadavre au cimetière, les gens « reviennent à l'église et prient sur la sépulture de la risamaison du défunt. A mi tío no Ensuite le curé, accompagné du sacristain (qui porte la croix) et des personnes qui forment le cayó bien aquella risa mía inoportuna cortège funèbre, revient à la maison mortuaire pour y me dió un sopaporéciter une prière, el único que recibí puis retourne immédiatement à l'église. Les parents du défunt invitent à déjeuner, si l'enterrement a eu lieu le matin, ou à goûter, s'il a eu lieu l'après-midi, tous les parents, les étrangers et une ou deux personnes de chaque maison du village »<ref>BARANDIARAN, José Miguel de él. Era el 27 « Creencias y ritos funerarios en Orozko, Ziortza (Zenarruza), Kortezubi, Otazu, Ataun, Arano, Ziga (Baztan), Otxagabia » in ''Anuario de Marzo de 1911Eusko Folklore''. Tome III. Vitoria : 1923, pp. 57 et 59.</ref>.
:Más tarde llegué a preguntar al difunto Victor Coustau el porqué À Ziga (Baztan-N), selon la même enquête (1923), les parents, ''barrides'' et les gens venus de aquel derrame del vino y no conseguí loin, revenaient à la maison du défunt en respectant rigoureusement l'ordre de él otra explicación que ésta: «Nuestros ancianos así lo hacían»parenté. Nadie podrá quitarme Tous étaient remerciés par un repas<ref>BARANDIARAN, José Miguel de la cabeza que aquella costumbre pagana que los romanos llamaban . « Creencias y ritos funerarios en Orozko, Ziortza (Zenarruza), Kortezubi, Otazu, Ataun, Arano, Ziga (Baztan), Otxagabia » in ''libatio Anuario de Eusko Folklore''ha continuado en Ithorrotze y Olhaibi. Tome III. Vitoria : 1923, si bien un poco cristianizada ya que se le añadió el signo de la cruz)p. 132. </ref>.
<div align="center"><nowiki>* * *</nowiki></div>&nbsp;À Beasain (G), jusque dans les années trente, le cortège revenait à la maison du défunt en formant une file derrière le maître de maison vêtu d'une cape et d'un haut de forme. Un des informateurs de cette localité a ainsi dû présider à l'âge de 10 ans, étant l'aîné des hommes qui restaient dans la maison, le cortège de funérailles de son père. Il se souvenait que sa mère avait dû relever le bas de la cape pour qu'elle ne traîne pas et bourrer le chapeau pour qu'il ne s'enfonce pas sur sa tête. Ce cortège était composé des membres de la maison, ''etxekoak'', et des parents venus d'autres villages pour lesquels un grand repas était préparé dans la propre maison.
A lo largo del presente siglo, y sobre todo en su segunda mitadÀ Zeanuri (B), les plus anciens se han operado sucesivas modificaciones souviennent que soixante-dix ans plus tôt les membres du deuil familial à l'enterrement revenaient de l'église à la maison mortuaire en el modo formant deux groupes : les hommes portant cape et chapeau et les femmes des voiles noirs. Sur le chemin de realizar el conjunto de los actos que componían las exequias como se ha consignado retour, arrivés à un certain endroit, les hommes retiraient la lourde cape, surtout en los capítulos anterioresété. Una Tous prenaient part ensuite au repas de estas alteraciones ha sido precisamente funérailles qui avait lieu à la anulación del regreso del cortejo fúnebre a la casa de donde partiómaison.
En la mayoría de las localidades se constata que actualmente el cortejo fúnebre se disuelve Dans un travail publié dans les années vingt<ref>D. ESPAIN. « Des usages mortuaires en el mismo cementerioSoule » in ''Bulletin du Musée Basque'', una vez inhumado el cadáverVI, 1-2 (1929) p. En otros casos24</ref> il est indiqué qu'en Zuberoa, sobre todo en las villas y ciudadesaprès l'inhumation, los asistentes al funeral tous les invités se dispersan tras dar el pésame a rendaient à la familia en el atrio maison mortuaire où leur était offerte une collation. Antan, cette dernière se composait uniquement de la iglesia inmediatamente después pain et de finalizar el funeral. Al acto fromage avec le vin de la inhumación en el cementerio asiste maison, mais déjà dans les années vingt il s'agissait d'un repas. Pour terminer, le chantre ou le sacristain récitait un grupo reducido certain nombre de prières pour le défunt et « pour toutes les âmes qui étaient sorties de parientes y amigosla maison », mettant ainsi fin à la cérémonie.
Nuestras encuestas han rescatado algunas tradiciones que permanecen Le retour du cortège à la maison mortuaire encore en la mente vigueur jusqu'à il y en el recuerdo a trois ou quatre décennies se faisait dans l'ensemble d'Euskal Herria selon diverses modalités. À grands traits nous pouvons dire que dans les zones à habitat concentré où les maisons sont groupées à proximité de quienes las practicaron l'église —comme en otros tiempos. Pero a Álava et dans la Navarre moyenne— tous les participants aux cérémonies funèbres, présidés par la croix paroissiale et accompagnés par le prêtre, revenaient à la maison d'où était sorti le cortège funèbre et, devant la vez constatan que aquel retorno formal del cortejo a porte, récitaient une prière qui mettait fin aux obsèques<ref>Les Constitutions de la casa mortuoria ha dejado Confrérie des Âmes du Purgatoire de practicarse y que los refrigerios y ágapes funerarios o bien se han suprimido oSangüesa (N), rédigées en todo caso1798, se han convertido en un simple gesto obsequiosofont écho de cette pratique lorsqu'elles prescrivent qu'après la messe de funérailles ses membres se rendront à la maison du défunt pour y réciter le répons.</ref>.
[[File:7.195 Tras el entierro. Orexa 1977.png|frame|Tras el entierroLa famille du défunt offrait à ces assistants, à la porte de la maison, une collation de pain et de vin, qui, en Álava, reçoit le nom de ''caridad''. OrexaPuis, 1977. Fuente: Iñaki Linazasoroà l'intérieur de la maison, Grupos Etniker Euskalerriales parents du défunt prenaient part au repas de funérailles.]]<div class="subindice">Apartados:=== [[Regreso_del_cortejo_a_la_casa_mortuoria|Regreso del cortejo a Dans les régions à habitat dispersé —Pays basque continental, Gipuzkoa, la casa mortuoria]] ====== [[Agapes_y_refrigerios_a_los_asistentes|Agapes y refrigerios a los asistentes]] ====== [[Obsequios_a_los_participantes_en_las_exequias|Obsequios a los participantes Montagne navarraise et Bizkaia—, c'était les parents composant le deuil qui revenaient en las exequias]] ====== [[La_comida_de_entierrocortège à la maison mortuaire où les attendait le banquet préparé pour l'occasion._Entierro-bazkaria|La comida Les autres assistants à l'enterrement recevaient, après les funérailles, une collation sous le porche ou à proximité de entierrol'église. Entierro-bazkaria]] ====== [[Apendice_Antiguas_restricciones_legales_sobre_banquetes_funebres|ApéndiceLa conclusion des obsèques était généralement liée à ces réfections et banquets. Il est intéressant de souligner ici que c'est précisément lors de ces banquets que se manifeste le plus clairement que les assistants à l'enterrement et aux funérailles forment deux groupes distincts : Antiguas restricciones legales sobre banquetes fúnebres]] ===le groupe d'hommage, composé de ceux qui assistent aux obsèques en raison des obligations découlant de liens de consanguinité, et le groupe de charité, dont les membres assistent aux cérémonies par solidarité chrétienne<ref>José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 35.</divref>. Les repas différaient pour l'un et l'autre groupe. Dans les deux cas, ces réfections se déroulaient selon un cérémonial conforme aux prescriptions d'un rituel, ce qui conduit certains auteurs à les considérer comme des banquets funèbres de lointaine origine<ref>Bonifacio ECHEGARAY. « Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco », in RJEV, XVI (1925) pp. 102 et ss. Barandiarán pour sa part nuance que les réfections ou les repas funéraires « aujourd'hui n'ont pas le contenu mystique d'antan ». Cf. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 29.<br/ref>. {{DISPLAYTITLE: XIX. REGRESO A RETOUR À LA CASA MORTUORIA Y MAISON MORTUAIRE ET AGAPES FUNERARIOSFUNÉRAIRES}} {{#bookTitle:Ritos Funerarios en Vasconia Rites Funéraires au Pays Basque| Ritos_funerarios_en_vasconia/fr}}&nbsp;
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