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Regalos de primera comunion. Ikustatea

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Otra costumbre muy extendida fue la de que el comulgante, después de recibir la comunión, fuera por las casas del vecindario y de los parientes, en compañía de otros muchachos o de algún familiar, entregándoles el recordatorio y recibiendo de ellos al tiempo regalos y parabienes.
En Oiartzun (G) recogió Lekuona en los años veinte una tradición que comprende en cierta manera el conjunto de las descritas. Todos los miembros de la familia procuraban agasajar al comulgante solemne en la medida de sus posibilidades. Se le hacía un traje nuevo, se le regalaba un libro de misa, si era niña se le compraba además un rosario. Además el mismo día de la comunión, tras la ceremonia religiosa, visitaba a sus allegados quienes le obsequiaban con algún dinero o estampas<ref>Manuel de LEKUONA, . "La religiosidad del pueblo. Oiartzun"in AEF, cit., IV (1924) p. 20.</ref>.
En Liginaga (Z) con ocasión de la primera comunión, el padrino le regalaba el misal, los zapatos y el lazo blanco que se lleva en el brazo en tal acto y la madrina el traje. En Goizueta (N) los padrinos de pila regalaban siempre algo al comulgante, bien el rosario, el misalito, ropa o dinero. En Urduliz (B) se ha recogido que a veces la madrina le compraba los zapatos y los calcetines y los padres algún detalle como los pendientes etc. También en Lezama (B) los regalos clásicos los hacen los padrinos. Consisten en una medalla o cruz y cadena de oro, y si ya lo tienen, una pulsera de identidad o alguna sortija si es niña. En ocasiones se regalaba el misal y el rosario de plata o nácar.
En Sara (L) el día de la comunión solemne el niño era objeto de numerosos agasajos por parte de sus padres y padrinos. Estos últimos le regalaban el cirio de la primera comunión, un devocionario u otra cosa apropiada a esta fiesta. Los ahijados, a su vez, visitaban ese día a sus padrinos y los invitaban a la comida de su casa. Los regalos que en estas y otras ocasiones se hacen, se llaman ''ikustate. ''El término ''ikustate gabea, ''el que no tiene regalos, ha pasado a significar desagradecido<ref>José Miguel de BARANDIARAN, . "Bosquejo etnográfico de Sara, (VI)"in AEF, cit., XXIII (1969-1970) pp. 104-105.</ref>.
En Amézaga de Zuya (A) antiguamente la madrina le regalaba al niño o niña que hacía la primera comunión una cadena y medalla en la que se grababan las iniciales del nombre del niño y la fecha de la celebración. Los restantes regalos que recibía el comulgante eran cosas de utilidad y también dinero. Todos los convidados le daban algo.
== Postulación en el vecindario ==
Respecto de la costumbre de ir por las casas de los vecinos a recibir la felicitación, Francisco de Etxebarria constató en Andoain (G) en los años veinte cómo quienes hacían la comunión solemne, ''komunio aundia, ''iban el mismo día a las casas de los conocidos y parientes cercanos y besaban la mano a las personas mayores que les daban alguna propina en dinero u otra cosa<ref>Francisco de ETXEBARRIA, . "La religiosidad del pueblo. Andoain"in AEF, cit., IV (1924) p. 57.</ref>.
En las encuestas realizadas por nosotros se observa que esta costumbre estuvo muy extendida y tuvo gran vigencia. Desde la década de los treinta en adelante en que la fiesta familiar comenzó a adquirir más relieve y a contar con invitados, el comulgante empezó a recibir regalos de cierta entidad por parte de los abuelos y padrinos principalmente. Estas dádivas se materializaban en el traje, la camisa, alguna medalla, el crucifijo, el misal, etc.
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