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Responsos en el periodo de luto

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Si bien la sepultura familiar era atendida permanentemente, las ofrendas de dinero en ella tenían lugar sobre todo durante el periodo de luto.
Los responsos se rezaban especialmente después de la misa mayor de los domingos y de los días festivos más señalados. En algunas localidades, como luego se indicará, ha existido la práctica de sacar responsos en determinados días de la semana o del mes.
== En días festivos ==
En Ataun (G), todos los domingos durante un ano año rezaba el sacerdote responsos en la sepultura de la familia del difunto. Se rezaban también el día de Animas y en el cabo de año. El día del santo del finadó encargaba la familia de éste se rezasen muchos<ref>AEF, III (1923) p. 122.</ref>.
En Zerain (G), la ofrenda de responsos en la sepultura era una obligación de la familia, ''etxeko obligazioa, ''por lo menos mientras duraba el luto, ''gutxienez oialbeltza sepulturan zegon denboran. ''Durante este tiempo, en la misa mayor de los do- mingosdomingos, las mujeres de la casa sacaban los responsos en sus sepulturas y las vecinas aportaban las acostumbradas limosnas, ''artu-emana. ''Después de misa el cura revestido de alba y estola y acompañado del monaguillo que portaba la cruz se acercaba a la sepultura familiar; la seño- ra señora de la casa retiraba el reclinatorio y se ponía en pie; en esta postura, iba depositando las monedas en el bonete del cura y besaba su estola al terminar el rezo de cada responso. Hacía saber cuál era la última entrega cuando tomaba nuevamente el reclinatorio y se arrodillaba en él. Era obligación el sacar al menos tres responsos los domingos, fiestas y medias fiestas.
En Ezkio (G) se rezaban responsos ante las sepulturas de la iglesia los domingos y días festivos. Las mujeres besaban la estola del sacerdote y depositaban las monedas en un saquito, ''sakutxo'', que portaba el sacristán.
En Elosua (G) se activaba la sepultura familiar hasta pasar la celebración del aniversario, ''urteburu-meza, ''que tenía lugar a los 14 meses del fallecimiento. Durante este tiempo se tenía por obligación, además de asistir a la misa de los domingos, encender las velas de la sepultura y sacar el responso. Terminada la misa, el sacerdote iba a aquellas sepulturas que mantenían las luces encendidas y rezaba los responsos.  [[File:7.178 Rezo de responsos en la sepultura. Elosua (G) 1972.jpg|center|500px|Rezo de responsos en la sepultura. Elosua (G), 1972. Fuente: Miren Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Beasain y Bidegoian (G), al finalizar la misa mayor, ''meza nagusia, ''el sacerdote acompañado de la serora iba recorriendo las sepulturas de la iglesia que tenían cera encendida, lo que indicaba que había fallecido durante el año algún miembro de la casa. La serora tomaba las monedas que había sobre el paño de cada una de ellas y las iba depositando en el bonete del cura. La señora de la casa a la que pertenecía la sepultura permanecía en ella hasta que el sacerdote terminaba de rezar los responsos.
En Abadiano (B), los domingos y días festivos, durante los dos años de luto, antes de comenzar la misa, los de la casa, vecinos y gente del pueblo echaban monedas sobre el tapete que cubría la sepultura. Al finalizar el oficio religioso, las monedas se iban depositando en el bonete del sacerdote a medida que iba rezando un responso por cada limosna.
En Gorozika y en Zeanuri (B), todos los do- mingos domingos en la misa mayor cada familia echaba dinero en su sepultura para que el sacerdote rezase responsos en ella. Además todas las mujeres que acudían a la iglesia aportaban dinero para responsos en la sepultura de luto reciente.
En Orozko (B), todos los domingos cada familia echaba dinero para responsos en su propia sepultura; en los aniversarios, ''crimen ondraegunetan, ''también en la sepultura a la que correspondiera la conmemoración. Al final de la misa mayor el sacerdote recorría las sepulturas recogiendo el dinero y rezando los responsos correspondientes. Algunas madres de familia dejaban a sus hijas al frente de la sepultura para que la asistieran hasta la terminación de los rezos que resultaban muy largos. En la última etapa de esta práctica, en la década de los cincuenta y hasta su abolición en los sesenta, el sacerdote recogía el dinero de las sepulturas y rezaba los responsos a lo largo de la semana.
== En días feriales ==
En Orozko (B), por los anos veinte, se recogió una costumbre denominada ''eleizkargua, ''consistente en ciertas oraciones y responsos rezados por determinado tiempo; un ano año para los funerales de primera clase y medio año para los de segunda<ref>LEF.</ref>.
En Galarreta y Otazu (A), por esta misma década, estaba en uso el «añal». Consistía en que el cura rezase diariamente, durante un ano, un responso en sufragio del alma del difunto después de la misa.
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