Cambios

Tiempo de derrota

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En Abezia (A), entre la recolección y la siembra, una vez acabado ''el agosto ''se permite que el ganado, cualquiera que sea su dueño, pueda pastar libremente tanto en terrenos comunales como en propiedades individuales o en heredades. La expresión utilizada para ello era: “Ya se ha abierto la heredad”. Para favorecer esta práctica lo habitual en las heredades es cultivar siempre lo mismo. Los vecinos se ponen de acuerdo sobre el cultivo para que la cosecha sea simultánea y la heredad pueda abrirse al mismo tiempo. De esta forma se garantiza el aprovechamiento de este suelo. Las tierras permanecen abiertas al pasto del ganado desde que termina la recolección hasta san Miguel (29 de septiembre), poco más o menos, momento en el que se reinician las labores de siembra.
[[File:FIGURA8.png406 Gubia para marcar arboles privados en terreno comunal. Carranza (B).JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURAGubia para marcar árboles privados en terreno comunal. Carranza (B). Fuente: Luis Manuel Peña, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Apodaka (A) cuando acaba la recolección el ganado tiene derecho a pastar en todas las fincas que no estén valladas ni sembradas. En otro tiempo cuando finalizaba el acarreo del cereal, el pueblo levantaba la veda para que el ganado, primero el mayor y luego el menor, accediera a las fincas.
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