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Tipos de tejado

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Existe en esta población otro edificio de planta rectangular bastante prolongada, destinado a vivienda de seglares servidores de la Colegiata. En la fachada posterior del mismo se aprecian claramente las líneas que señalan en el límite de la antigua pared, el lugar que ocupó la primitiva techumbre de ángulo obtuso con suaves vertientes, a la que más tarde sustituyó otra de vértice más elevado y vertientes más inclinadas, destacándose perfectamente por el distinto color de la masa y piedra el espacio de pared que fue necesario prolongar para elevar el caballete del armazón.
 
[[File:Fig. 101. Orreagako errota, molino de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 101. Orreagako errota, molino de Roncesvalles.]]
 
[[File:Fig. 102. Fachada posterior de la Colegiata de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 102. Fachada posterior de la Colegiata de Roncesvalles.]]
 
[[File:Fig. 103. Techumbre de la ermita Sancti-Spiritus de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 103. Techumbre de la ermita Sancti-Spiritus de Roncesvalles.]]
Otro edificio es la ermita Sancti-Spiritus, al lado de la de Santiago. Muestra a los lados de la espadaña señales evidentes de que la primitiva techumbre, más baja que la que presenta actualmente, fue de ángulo obtuso, mientras que la posterior pasó a formar ángulo agudo hasta el extremo de cegar casi por completo el arco de la espadaña con el vértice de la techumbre. Este edificio fue levantado a principios del siglo XIII.
En los primeros apartados hacemos referencia a las causas que originan la diversidad de vertientes y en la parte final la distribución geográfica que sigue el número de aguas de los tejados.
== El factor climático&nbsp;== El factor más claro es el climático aunque como reconoce Urabayen no es nada fácil determinar la relación entre la inclinación y la forma del tejado y las condiciones climáticas de la región en la que se asienta cada casa 8 . En Abezia (A) atendiendo a las condiciones climáticas de la zona, lo normal era que los tejados fueran a dos o tres aguas. Estos últimos resultaban casi más frecuentes y su fin último era cubrir la pared norte de la casa. También había algunos a cuatro aguas, pero no eran los más habituales. Con los tejados a dos aguas se pretendía facilitar que la nieve resbalase y que las goteras no dañasen la fachada. En Apodaca (A) la mayoría de los tejados son a dos aguas, así se evita que el agua de las goteras caiga sobre la fachada con las molestias que eso conlleva, sobre todo en la puerta. En Aria (N) el tejado, etxeina o etxegeina, normalmente presenta dos vertientes. También hay alguno de tres; en estos casos una de las alas suele caer sobre la fachada y cubrir una galería denominada agilona. En Valdegovía (A) habitualmente los tejados son a dos aguas con dirección norte-sur. También existen a tres con la intención de cubrir el oeste; esta modalidad es probablemente la de mayor presencia. Por último cabe señalar la existencia de algunos a cuatro. En Beasain (G) el tejado es generalmente a dos aguas, aunque los hay a tres y a cuatro. Las caídas de las cubiertas se orientan hacia el norte o el noroeste para resguardar la casa de los vientos fríos y de las lluvias. En Ataun (G) los tejados son normalmente a dos aguas. Buzan en la dirección del eje mayor de su planta en rectángulo, eje que a su vez se halla orientado en la dirección de los vientos dominantes. De este modo las construcciones presentan menos superficie de pared al embate del viento y la acción de la lluvia, ventaja importante sobre todo cuando las paredes eran de tabla. En las casas que se habían construido recientemente cuando se realizó esta encuesta a mediados del segundo decenio del siglo XX, las vertientes buzaban en el sentido del eje menor del rectángulo de su planta y en dirección aproximadamente perpendicular a la de los vientos dominantes 9 . En Iholdi (BN) el tejado es a dos vertientes de modo que el extremo oriental del caballete corona la fachada principal y el otro extremo termina en una pequeña vertiente de forma triangular llamada mira-buzten, cola de milano, lo que permite que la fachada trasera ofrezca menos superficie a los vientos del oeste y del noroeste. En Kortezubi (B) el tejado, telatua, es en general a dos aguas. Las vertientes buzan a oriente y occidente. El caballete, gallur, está orientado de norte a sur, o de NW a SE en la dirección de los vientos predominantes. El efecto de los vientos del NW, que azotan constantemente ese lado de los edificios, se evita en parte con una tercera vertiente de exiguas dimensiones que existe en muchas casas y que llaman medi-buztena o miru-buztena, cola de milano. En el Valle de Carranza (B) la cola de milano recibe el nombre de morisca y es uno de los elementos característicos de muchos caseríos del lugar. Ésta no sólo se localiza en el hastial del clásico caserío de fachada principal perpendicular a la cumbre sino que también aparece en los de fachada paralela, situada en estos casos sobre uno de los muros laterales. En Barañain (N) donde hay tanto cubiertas a dos aguas con el caballete perpendicular a la fachada como con él paralelo, la que lo tiene perpendicular responde claramente a las condiciones climáticas de la zona porque ofrece al sol la mayor parte de la fachada y al mismo tiempo deja caer la lluvia hacia los lados. Pero lo que en poblaciones con pluviosidad más alta es un inconveniente, en otras se convierte en una ventaja de tal modo que lo que se intenta es precisamente recoger la escasa lluvia. En Allo y Artajona (N) en los tejados de vertiente única el agua de lluvia casi siempre corre hacia la fachada, para de esta manera poder recogerla, sobre todo antaño cuando al carecer de agua corriente era muy valorada y más aún en el periodo estival. En Lagrán (A) los tejados vierten todos las aguas en dirección a la fachada, habiendo muy pocos que lo hacen en las cuatro direcciones. == Las casas agrupadas&nbsp; == Otro factor que influye en la estructura del tejado es el poblamiento; cuando las casas aparecen agrupadas como en las villas, la forma de los tejados queda limitada. En Agurain (A) dado el sistema de poblamiento el tejado es necesariamente a dos aguas. Son escasas las casas que lo tienen a tres y aun las aisladas lo presentan a dos. En el casco antiguo de Durango (B) al estar las casas adosadas formando calles la cubierta es a dos aguas con la cumbre paralela a la calle. En Lezaun (N) son pocas las casas sin adosar. Los tejados son a dos, tres y cuatro aguas.<br/> Como el conjunto urbano está muy agrupado, cuando las casas están adosadas a dos caras el tejado es a dos vertientes ya que así se evitan problemas para la eliminación del agua de lluvia. Esto ocurre en las varias hileras de edificios que hay en el pueblo. Cuando la casa sólo está unida por una cara, llamada medianil, el tejado es a tres aguas. Las exentas son a cuatro aunque también las hay a tres. Algunos anexos presentan una sola vertiente. En Romanzado y Urraúl Bajo (N) hay tejados de cuatro, tres y dos vertientes. Con frecuencia presentan disposiciones intrincadas por tratarse de casas agrupadas o por superponerse edificaciones, arreglos, añadidos, etc.<br/> La estructura de los tejados no sólo depende del agrupamiento de las casas sino además de que tengan construcciones anejas. En Obanos (N) predominan las que cuentan con tejado a dos aguas pero es considerable el número de las que lo tienen a tres y sobre todo a cuatro. A veces las estructuras se hacen complejas por la anexión de varias viviendas y de construcciones complementarias como pajares o champiñoneras. En Abezia (A) las dimensiones de las dos vertientes de los tejados a dos aguas solían ser similares aunque en algunos casos se aprecia que una es mayor que la otra hasta el punto de que puede llegar a prolongarse para cubrir toda la cabaña anexa al edificio principal. == La forma de la vivienda == Otro factor que influye es la forma de la planta de la casa; por ejemplo es más sencillo hacer un tejado a dos aguas cuando la casa es rectangular y a cuatro cuando es cuadrada. En Beasain (G) la planta de los caseríos puede ser rectangular o cuadrada, correspondiendo la primera al 75-80% de los mismos. Entre los rectangulares la mayoría tienen cubierta a dos aguas, bien sea longitudinal o transversal a las fachadas más largas, y la minoría a cuatro.<br/> Entre los caseríos de planta cuadrada los hay con cubiertas a dos, tres o cuatro aguas. En Hondarribia (G) la mayoría son a dos aguas. Esta disposición del tejado se corresponde con las casas de planta rectangular. Hay algunos caseríos de planta cuadrada y éstos presentan tejados con cuatro vertientes. Sólo en algunos edificios de pequeño tamaño como la cochiquera, que es exterior a la casa, se han dado tejados a un agua y con cubierta de piedra. En Aintzioa y Orondritz (N) los tejados que más predominan son los de dos aguas y corresponden a las casas de planta rectangular. En Aintzioa la mayoría de las casas tienen su fachada principal en una de las paredes largas del rectángulo que forma la casa. De todas las que componen esta población sólo una presenta tejado a cuatro aguas, que corresponde a una planta cuadrada (12x13 m). En Izal (N) las casas son de planta rectangular o cuadrada, con cubierta de pendiente no pronunciada a dos o cuatro aguas. == Relación entre el número de vertientes y el estatus&nbsp; == A veces el número de vertientes depende de la naturaleza de la casa siendo habitual que las nobles o palacios tengan tejados a cuatro aguas. Ya se ha citado entre las descripciones anteriores algún ejemplo. En Sara (L) el tejado suele ser a dos aguas, siendo excepción el que tiene cuatro vertientes, que, según los informantes, corresponde a los palacios, jauregi. En Allo (N) los tejados de tres y cuatro vertientes los encontramos en las casas consideradas como nobles o de estructura muy compleja. En Bernedo (A) la forma predominante del tejado es a dos aguas y algunas casas más señoriales los tienen a cuatro. Los tejados a tres aguas son menos frecuentes. En Abadiño (B), igualmente, son a dos aguas pero los edificios más señoriales los tienen a cuatro. En Amorebieta-Etxano (B) suele tener dos y tres vertientes. Cuando los caseríos tienen tres, dos caen hacia los lados y la tercera hacia atrás. En esta población la casa con tres y cuatro aguas se considera más elegante que la que tiene sólo dos aguas. En Zerain (G) las casas tienen el tejado a dos aguas a excepción de unas pocas que lo presentan a cuatro y que no son caseríos propiamente dichos. Urabayen recoge que la cubierta a cuatro aguas sobre planta cuadrada, que se sale del esquema que él establece, se halla repartida de un modo esporádico por toda Navarra. Lo mismo se la encuentra en la zona de cubiertas a un agua que en las de a dos o a cuatro sobre planta rectangular. Pero siempre es poco frecuente aunque son escasos los pueblos que dejen de contar con uno o varios ejemplares.<br/> “Y, sin embargo, estas casas con cubierta a cuatro aguas en punta de diamante vienen a representar la flor y nata del estilo popular, que en tales edificios suele ostentar sus mejores galas” 10 . == Causas varias&nbsp; == Los edificios de carácter comunitario o público como iglesias y ayuntamientos también presentan estructuras en sus tejados más elaboradas. El número de aguas también refleja la antigüedad de la edificación. En Aoiz (N) la forma de los tejados es a dos aguas en la mayoría de los casos, aunque también abundan los de cuatro vertientes sobre todo en construcciones antiguas, no de nueva edificación. En éstas todas las vertientes, partiendo de un único punto central, tienen la misma extensión. Hay algunos casos de tejados a tres aguas, es decir, a dos aguas con una tercera vertiente orientada al norte o al noroeste. El caserío de Luzaide/Valcarlos (N) es generalmente de planta rectangular, sin embargo los informantes de más edad recuerdan que antaño fueron en su mayoría cuadrados. Como consecuencia de ello ha cambiado el tejado, ya que a estos últimos edificios más antiguos les corresponde el tejado a cuatro aguas, llamado abillón o pabillón, mientras que la casa rectangular lo tiene a dos vertientes 11 . Quizá esto tenga que ver con el hecho de que en tiempos pasados parece ser que las casas solían tener planta cuadrada. Así, en Lezaun (N) se puede decir que las edificaciones más antiguas tendían a ser cuadradas y que las del siglo XX, en cambio, suelen ser rectangulares.
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