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Toma de posesion de la sepultura. Sepultura hartzea

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La responsabilidad de presidir la sepultura doméstica y de hacer en ella las ofrendas, tal como se ha señalado antes, ha correspondido siempre a la señora de la casa, ''etxekoandrea. ''Este deber figuraba antaño en las capitulaciones matrimoniales por medio de las cuales, en vida de los padres, se transfería el gobierno de la casa al nuevo matrimonio que se instalaba en ella. La transmisión tenía también su expresión ritual en lo tocante a la sepultura de la casa. Azkue aduce una costumbre en otros tiempos muy extendida en Bizkaia y Gipuzkoa y que llegaba hasta el valle de Roncal en Navarra:
:«El día festivo inmediato al del matrimonio la vieja ama de casa (''(etxekoandre zarra) '') lleva a su nuera (''(emazte ezkonberria) '') al sepulcro de la familia. La suegra besa la estola (del sacerdote) y da dos libras de pan. La nuera lleva la ofrenda y también saca responsos»<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 277.</ref>.
De este modo tomaba posesión de la sepultura de la casa, se asociaba a los antepasados de la misma y se incorporaba a la familia del esposo. De allí en adelante ambas mujeres copresidirían los ritos funerarios en la ''sepultura ''o ''jarleku ''de la iglesia al igual que codirigirían la vida en la casa. A falta de la ''etxekoandre zaharra, ''era la ''etxekoandre bernia ''la que ejercía la presidencia de la sepultura aun cuando en la casa siguieran viviendo las hijas de aquélla.
En Ezkurra (N), la recién casada, el primer domingo después de su casamiento, iba a la sepultura de la familia de su esposo y allí depositaba pan como ofrenda, sacaba responso y encendía una luz. El responso se rezaba después de la Misa mayor en la sepultura familiar del pórtico de la iglesia; la ofrenda se colocaba en la sepultura de la iglesia y la luz, en ambas sepulturas<ref>José Miguel de BARANDLARAN. “Contribución al estudio etnográfico del pueblo de Ezkurra. Notas iniciales” in AEF, XXXV (1988-1989) p. 58.</ref>.
[[File:FIGURA7.png161 Toma de posesion de la sepultura. Laburdi c. 1920.jpg|center|RTENOTITLE_FIGURA450px|Toma de posesión de la sepultura. Laburdi, c. 1920. Fuente: Euskalerriaren Alde. Tomo XIX. San Sebastián, 1929.]]
En Bera (N), en la década de los años veinte, iba a la misa la dueña joven con la dueña vieja y con los parientes más cercanos; colocadas en la sepultura, la suegra entregaba a la nuera la cera ordinaria, el pan y una vela<ref>Bonifacio de ECHEGARAY. “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco” in RIEV, XVI (1925) p. 118.</ref>.
En las localidades de Berastegi e Ibarra-Tolosa (G) observaban también la costumbre reseñada, aunque sin la obligada intervención de la vecina. En Elduayen (G), el marido se sentaba en los bancos concejiles y besaba la estola del preste después del alcalde, o del último regidor, si el domingo inmediato a la boda coincidía con una fiesta solemne en que el Ayuntamiento acudía en pleno a la misa mayor.
[[File:FIGURA7.png162 Ofrendas sobre la sepultura de la iglesia el dia del funeral (representacion). Otxagabia (N) principios de siglo XX.jpg|RTENOTITLE_FIGURAcenter|600px|Ofrendas sobre la sepultura de la iglesia el día del funeral (representación). Otxagabia (N), principios de siglo XX. Fuente: Archivo particular Fco. Javier Zubiaur y M.ª Amor Beguiristain: Foto Roldán y Foto Calle.]]
En Gatzaga (G), el sufragio se ofrecía el domingo o día feriado en que se publicaba la primera proclama, y consistía en un aniversario o misa por los antepasados de los futuros cónyuges. Esta misma costumbre había en algunos lugares alaveses como Hijona (Elburgo), Izartza y Okina (Bernedo) (A).
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