Cambios

Trashumancias invernales mayores

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''== De los valles pirenaicos navarros a las Bardenas Reales''==
EL DERECHO DE PASTURAJE=== El derecho de pasturaje ===
La gran trashumancia por excelencia de la Vasconia peninsular es la que se realiza desde los valles navarros de Roncal y Salazar, situados al E del río Irati, hasta los pastos de invierno de la Ribera Navarra, mayoritariamente aunque no sólo, a las Bardenas Reales[[#ftn2|[2]]]<ref>Esta trashumancia guarda más similitudes con la catalano-aragonesa que con la castellana.</ref>.
Está comúnmente admitido el origen medieval de este movimiento pastoril, relacionado con los momentos de la Reconquista[[#ftn3|[3]]]<ref>Julio CARO BAROJA. ''Etnografía histórica de Navarra''. Tomo I. Pamplona, 1971, p. 268.</ref>. El derecho del Valle de Roncal a las Bardenas Reales data del siglo IX[[#ftn4|[4]]] <ref>El derecho del Valle de Roncal es concesión del rey Sancho García en fecha incierta (el 822 o el 860), a causa de la colaboración prestada al monarca en la lucha contra los musulmanes en las batallas de Ocharren y Olast. Fue confirmado en 1412 por Carlos III el Noble y en 1429 por los reyes D. Juan y Dña. Blanca. El del Valle de Salazar data de 1504 (aunque lo venían disfrutando al menos desde 1358) y les fue concedido por los reyes de Navarra D. Juan y Dña. Catalina en remuneración por los servicios de guerra prestados. No nos extenderemos sobre la controvertida antigüedad de los primeros derechos y sus circunstancias históricas. Puede consultarse una detallada relación bibliográfica en Martín Mª RAZQUIN. ''El régimen jurídico-administrativo de las Bardenas Reales''. Pamplona, 1990, pp. 61 y ss.</ref> y comprendía no sólo el pastoreo (derecho de herbajear y hacer corrales y cabañas), sino también el derecho de poner guardas y monteros y nombrar alcalde, que ejercía su cargo juntamente con los de las localidades de Tudela y Caparroso. El privilegio del Valle de Salazar es posterior, del s. XVI, si bien se sabe que enviaban sus rebaños al menos desde mediados del s. XIV. A los valles citados hay que sumar un total de 19 localidades y el monasterio de La Oliva como ''congozantes'', es decir, como copartícipes en el goce o disfrute de determinados derechos, que son innominados y a perpetuidad, lo que define las características del pastoreo en estas tierras.
En tiempos pasados, en el Valle de Roncal los días anteriores a la salida estaban dedicados a los pastores. En el sermón de la misa del domingo el párroco hablaba de ellos y para ellos. Durante las noches había rondas y serenatas de despedidas con jotas. No escaseaban las grandes comidas y alguno abusaba de la bebida. Por último, el domingo anterior a salir de cabañera, los pastores se confesaban y comulgaban.
Las partidas eran tristes, porque los pastores dejaban a sus familias y no las volvían a ver en ocho meses, tal y como se recoge en la siguiente jota roncalesa:
:''De doce meses al año, '':''ocho pasamos ausentes; '':''ausentes de nuestra tierra '':''y de nuestras montañas pendientes.''
:''Ya van las mozas a Francia, '':''los mozos a la Ribera, '':''ya nos quedamos solicos, '':''hasta la otra primavera.''
Hoy son muchos los que bajan con sus familias, mujeres e hijos, que permanecen alojados en los pueblos colindantes a las Bardenas.
Los datos sobre las cifras de ganados que han utilizado los pastos de las Bardenas Reales[[#ftn5|[5]]] <ref>Seguimos para ello la información de Alfredo FLORISTÁN. ''La Ribera tudelana de Navarra''. Zaragoza, 1951, p. 206. Luis M. LAX. «Estudio del medio físico de las Bardenas Reales. El ganado ovino» in ''Estudio básico para el Plan de Ordenación de las Bardenas Reales''. Inédito. Pamplona. Juan Cruz ALLI. ''La mancomunidad del Valle de Roncal''. Pamplona, 1989, p. 27.<div style="margin-top:0.3cm;"></div>año 1600&emsp;300.000 cabezasaño 1985&emsp;131.342 cabezasaño 1707&emsp;200.000 cabezasaño 1988&emsp;141.909 cabezasaño 1858&emsp;163.400 cabezasaño 1989&emsp;163.713 cabezas&emsp;&emsp;&emsp;&emsp;&emsp;&emsp;&emsp;&emsp;(22.107 roncalesas)</ref> indican la importancia de este movimiento. Durante siglos la cabaña roncalesa ha oscilado entre las noventa mil y las cien mil ovejas, de las que la gran mayoría invernaba en la Ribera[[#ftn6|[6]]]<ref></ref>. Su número ha ido en declive, si bien en los últimos años se advierte una cierta recuperación, asimilándose los datos actuales deentrada de ganados trashumantes roncaleses a los de mediados del pasado siglo. Los recuentos recientes señalan que bajan de los valles 14.000 ovejas roncalesas y 8.500 salacencas, que apenas representan una cuarta parte del ganado total. Hoy en día son los pueblos congozantes de la Ribera, en condiciones de trashumancia menor, los que introducen la mayor parte del ganado.
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tos recientes señalan que bajan de los valles 14.000 ovejas roncalesas y 8.500 salacencas, que apenas representan una cuarta parte del ganado total. Hoy en día son los pueblos congozantes de la Ribera, en condiciones de trashumancia menor, los que introducen la mayor parte del ganado.
Antiguamente muchos de los rebaños montañeses trashumantes eran propiedad de familias adineradas que enviaban a pastores a sueldo a cuidar el ganado[[#ftn7|[7]]]. Entre éstos existían distintas categorías: mayorales, rabadanes, za- gales, burriqueros, etc. Por cada rebaño de 1.200 ovejas hacían falta siete hombres y circulaban hatajos de hasta 3.000 ovejas. Los rebaños actuales suelen ser propiedad de los propios pastores y hoy son raros los que llegan a las 1.000 cabezas. Los pastores bajan por parejas, de tal forma que uno se encarga de guiar el ganado por la cañada y otro de atenderlo.
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