Urdailena

Azkue recogió, a principios del siglo XX, varios remedios para los males de estómago, urdailena o urdailekoa. En Olaeta (A) para curar el mal de estómago, urdaileko mina, de cían que era bueno comer el estómago del cerdo, txarrien urdaila. En esta misma localidad se ponía en el estómago una moneda de perra gorda, sobre ella una cruz de cera y encima un vaso boca abajo. Se encendía la cera y con ello quedaba el estómago recompuesto, urdaila batu ta osatu[1].

En Zeanuri (B), en tiempos pasados, para curar el dolor de tripas, urdaileko mina, se cogía aguardiente fuerte, tintirrina, y jabón que no hubiera estado en contacto con el agua y con ellos se daban fricciones, igurdiak, al enfermo desde los riñones hasta la octava costilla, por delante y por detrás. Después se le ponía un emplasto desde el ombligo, zila, hacia el lado derecho. Este emplasto se hacía con muchas cosas: urdail-bedarra (yerba de tocino), boskotxa (ruda) y romero, pulverizados, añadiendo, para que tomara cuerpo, aceite, manteca y vino[2].

En Bermeo (B) se ha recogido la dolencia conocida como urdillena, (lit.: lo del estómago). Las curanderas locales que sanaban este mal señalan que en el interior del abdomen hay una especie de bola a la que llaman arnasea. Cuando una persona ha sufrido un gran susto, un disgusto o una impresión esa bola o arnasea que se sitúa ordinariamente a la altura del ombligo se desplaza a otra zona del abdomen. Mediante masajes aplicados con un ungüento elaborado con aceite, coñac e incienso hay que conseguir que arnasea vuelva a su punto de origen. Luego con una cinta colocada a la altura de la boca del estómago rodean la cintura, introduciendo sobre el punto del arnasea un trozo de algodón empapado en el líquido utilizado. La operación hay que repetirla un número impar de días consecutivos, por lo general nueve[3].


 
  1. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, pp. 259-260. Azkue en su obra traduce urdailena o urdailekoa como histerismo o mal de útero. En su Diccionario recoge en la voz urdail, entre otras, las acepciones de estómago y útero. Nosotros hemos incluido estos remedios como de aplicación a dolores de tripas. El doctor Barriola señala que en las prácticas de curandería de nuestro País no existía apenas diferencia entre los males conocidos como urdaileko (del estómago), ixterika (histérico) y aizeak (aires). Añade además que era frecuente atribuir a las emanaciones del útero el difuso malestar que afectaba de preferencia a cierto tipo de mujeres y el concepto se extendería después al sexo masculino. Vide Ignacio Mª BARRIOLA, La medicina popular en el País Vasco, San Sebastián: 1952, pp. 24 y 47.
  2. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 260.
  3. Para conocer las interpretaciones de la enfermedad según distintos autores puede consultarse Antón ERKOREKA. Analisis de la medicina popular vasca. Bilbao: Instituto Labayru-Caja de Ahorros Vizcaina, 1985, pp. 143-146.