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Versiones de Sanguesa Apellaniz Ezkio y Tafalla

10 bytes añadidos, 10:58 14 may 2019
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A continuación se describe una modalidad de la que es dificil asegurar que derive del juego hasta aquí descrito, si bien resulta claro que guarda coincidencias sustanciales con él. Parece tratarse de la misma versión de «El calderón» a la que le hubieran suprimido la primera parte en la que un participante se encarga del lanzamiento de la pieza corta, quedando sólo el final en el que debe evitar que sea devuelta a su situación inicial por los contrincantes.
En Sangüesa (N) se llamaba «El irulario» y cada jugador tenía un palito conocido precisamente como ''irulario. ''. El que ''pagaba ''se situaba dentro de un círculo marcado en la tierra. Los demás participantes le iban arrojando su palito y éste procuraba golpearlos ''y ''arrojarlos fuera del círculo ya que si alguno caía dentro de él, perdía ''y ''debía pagar una canica o lo convenido. Desapareció hacia los cincuenta.
Desapareció hacia En esta misma localidad se practicaba un juego idéntico conocido como «Al chulo» en el que un jugador, el que ''la pagaba'', se situaba en el centro de un círculo trazado en el suelo provisto de un palo. Los demás participantes le iban tirando sucesivamente sus respectivos palos y éste los tenía que golpear con el suyo para arrojarlos fuera del círculo. Si alguno caía dentro, perdía. Al igual que ocurrió con el anterior juego, éste desapareció en los años cincuenta.
En Apellániz (A) jugaban también a esta misma localidad se practicaba sencilla versión: Trazaban un juego idéntico conocido como «Al chulo» en el que un jugador, círculo grande y el que ''la pagaba, ''se situaba en el centro de un círculo trazado ponía en su mitad con el suelo provisto de un palogrande o ''manilla''. Los demás participantes otros jugadores le iban tirando sucesivamente sus respectivos palos tiraban el palico pequeño, ''pilocho'', hacia el círculo y éste los él tenía que golpear lanzarlo fuera pegándole con el suyo para arrojarlos fuera del círculola ''manilla''. Si alguno caía dentrono lo conseguía y le metían el palito en el corro, perdíael puesto. Al igual que ocurrió con el anterior
juego, éste desapareció En Ezkio (G) tomaban parte unos seis jugadores y se practicaba exclusivamente por Cuaresma. Además de ''ziria'' y ''makila'' necesitaban dos potes que disponían en los años cincuentael suelo separados entre sí un metro aproximadamente. Sobre ellos posaban un palo.
En Apellániz (A) jugaban también a esta sencilla versión: Trazaban un círculo grande Los participantes se alejaban 30 ó 40 metros y lanzaban el que ziri golpeándolo con la ''pagaba makila''se ponía en su mitad con el . Debía pasar por debajo del palo grande o ''manilla. ''Los otros jugadores le tiraban el palico pequeño, ''pilocho, ''hacia el círculo ''y ''él tenía que lanzarlo fuera pegándole con la ''manillacolocado sobre los potes. ''Si no lo conseguía y le metían el palito en el corrohacía por otro lado o derribaba dicho palo, se perdía el puestola jugada.
En Ezkio (G) De los dos grupos que tomaban parte unos seis jugadores y se practicaba exclusivamente por Cuaresma. Además en este juego, si el que estaba de turno conseguía detener en el aire el ''ziria y makila ziri''necesitaban dos potes que disponían lanzado por el equipo contrario, cuando les tocaba tirarlo a ellos lo hacían desde el punto en el suelo separados entre sí un metro aproximadamente. Sobre ellos posaban un paloque habían conseguido detenerlo.
Los participantes se alejaban 30 ó 40 metros y lanzaban el ziri golpeándolo con la ''makila. ''De- 415  JUEGOS INFANTILES EN VASCONIA bía pasar por debajo del palo colocado sobre los potes. Si lo hacía por otro lado o derribaba dicho palo, se perdía la jugada.  De los dos grupos que tomaban parte en este juego, si el que estaba de turno conseguía detener en el aire el ''ziri ''lanzado por el equipo contrario, cuando les tocaba tirarlo a ellos lo hacían desde el punto en el que habían conseguido detenerlo.  J.M. Iribarren recoge el término ''churra ''para designar este juego. Bajo esta voz menciona a Teodoro Galarza quien en sus «Memorias Tafa Ilesas» inéditas lo describe así: «Hacíamos un círculo grande y el que paraba se ponía en mitad con un palo grande. Los jugadores, con un palico chiquito, se lo tirábamos dentro del círculo, y él tenía que lanzarlo fuera, dándole con el palo que tenía en la mano. Si no lo conseguía y le metíamos el palico en el círculo, perdía el <sub>346 </sub>puesto» <supref>Jose M.ª IRIBARREN. ''Vocabulario Navarro. ''Pamplona, 1984, p. 196. </supref>.
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