Motivos decorativos

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En varias localidades se ha indicado que los motivos reproducidos solían ser la figura de un santo o motivos religiosos: la figura de san Miguel (Moreda-A, Amorebieta-Etxano, Zeanuri-B, Telleriarte-G, Améscoa, Izurdiaga-N), de ahí que en Moreda se diga que junto a la pared, protegiéndola, se encuentra “El Santo”; la figura de san Martín dando su media capa al pobre (Zerain-G, San Martín de Unx-N); Santiago (Zeanuri-B); motivos religiosos (Andraka-B, Berganzo-A); escenas bíblicas y leyendas (Mirafuentes-N) y el Ángel de la Guarda con un niño y la figura del diablo en actitud pensativa (Bera-N)8.

También ha sido muy común la representación de motivos profanos como el Gernikako Arbola o Árbol de Gernika (Amorebieta-Etxano, Gautegiz-Arteaga, Zeanuri-B; Beasain, Garagartza, Telleriarte, Zerain-G); el dios Mercurio o un herrero golpeando en el yunque (Zeanuri-B; Elorz-N); caballos (Andraka-B, Berganzo-A); un hombre a caballo, un árbol (Obanos-N); en los caseríos pudientes el relieve de un caballero oriental a caballo (Berastegi-G); una figura de moro ecuestre en el centro, siempre la misma, a veces con la inscripción “Abd-el kader”9 (Beasain-G; Apellániz-A), dibujos grabados de cabras y cabritos o lobos (Izurdiaga-N); el zagal con los lobos (San Martín de Unx-N); un pastorcillo tocando la flauta (Moreda-A); el escudo, el nombre del caserío, el de su propietario o el de la familia (Beasain, Zerain-G); el escudo de la localidad (Garagartza-G); escudos en muchas ocasiones (Bera-N). Señalan los informantes de algunas localidades que los motivos representados eran muy comunes porque se trataba de chapas compradas en las ferreterías que se servían de fundiciones en serie hasta principios del siglo XX (Beasain-G; Lezaun-N).

En el Valle de Zuia (A) se ha consignado que algunas planchas trasfuego eran lisas, otras llevaban unas estrechas láminas sujetas a la plancha principal con gruesos remaches para darle mayor solidez. Generalmente tenían diversos adornos y figuras en relieve.

En Améscoa (N) había dos tipos de chapas de apoyar en la pared. La más corriente era alargada, rematada en arco, tipo estándar de fundición, con dibujos en relieve siendo el más corriente una figura de san Miguel y un racimo de uvas u otros motivos animales o vegetales. Pero las había, y aún se conservan muchas, más interesantes, manufacturadas. Varias chapas de hierro unidas por el canto, con una superficie plana, fuertemente clavadas en barrotes atravesados en la cara opuesta. En su parte superior terminan en una cruz o una flor de lis u otro adorno y los barrotes en anillas de hierro. Una chapa de éstas mide 0,65 m de largo por 0,60 m de altura.

Similares datos a los de Améscoa se han recogido en las encuestas de Artajona y Allo (N). En esta última localidad precisan que alguna chapa incluso llevaba grabada en relieve el nombre del fundidor y el año en que fue fundida la chapa; señalan también que en las casas más pobres no había chapa del fondo. En Sangüesa (N) dicen que las más antiguas estaban formadas por chapas horizontales algo separadas, más una vertical a cada lado, provistas de dos grandes anillas con labores cinceladas. Más modernas son las de hierro colado con figuras que servían de adorno.

En Garazi (Saint Michel) (BN) la plancha de hierro forjado era de unos 150x100 cm. Algunas solían ser antiguas (siglo XVIII) y podían llevar grabado el nombre y apellido del etxeko jaun o dueño de la casa.