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El «Saltar a la goma» es quizás el juego más reciente de los clasificados como de salto<div style="margin-left:0cm; a pesar de ello ha alcanzado popularidad en poco tiempo. En Murchante y Garde (N) recuerdan que comenzó a jugarse por los años sesenta; en Lezaun (N) hacia los cincuenta; en Aramaio (A) dicen que hace unas dos décadas y en Allo (N) y en Portugalete (B) las mujeres que hoy son mayores de treinta años no lo conocieron en su infancia. Las niñas de Beasain (G) han sustituido en la última década el salto «A la cuerda» por éste de «A las gomas». En unas localidades participan preferentemente chicas y en otras exclusivamente. "></div>
Para practicarlo tan sólo se requiere una goma de varios metros de largo, de una cierta anchura, muy elástica, que las niñas adquieren en los comercios a tanto el metro y que después unen por sus extremos con un nudo. Es la misma que se emplea para colocar en la cintura de los bombachos, pantalones, faldas, etc. Precisamente en Monreal (N) comentan que suele proceder de los costureros de las madres y abuelas.