Cambios

Ayudas prestadas por los vecinos

14 bytes añadidos, 07:01 15 abr 2019
m
Texto reemplazado: «|frame|» por «|center|600px|»
En Beasain (G), cuando en un caserío se producía un fallecimiento, sus moradores no abandonaban la casa mientras el cadáver permaneciese en ella, por lo que era un vecino de confianza quien realizaba los avisos pertinentes a la iglesia, al carpintero para fabricar el ataúd y a los familiares del difunto; asimismo se encargaba de atender al ganado.
[[File:7.39 Vecindad de Baigorri (BN).jpg|framecenter|600px|Vecindad de Baigorri (BN). Fuente: Etienne Curutcharry, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Ezkio (G), hasta dar tierra al cuerpo, los componentes del grupo doméstico tampoco podían efectuar ningún trabajo fuera de la casa por lo que eran sustituidos por los vecinos en estos quehaceres. Si podían realizar en cambio las labores de la casa aunque a veces la vecina de la vivienda contigua también aportaba su ayuda.
En Aria (N), mientras el cadáver permanece en casa, normalmente asumen las labores domésticas los mismos familiares y a veces algún pariente. Los dos primeros vecinos se encargaban de preparar la comida para los parientes y amigos del difunto además de abrir la fosa. Actualmente suelen participar en la conducción del cadáver al cementerio.
[[File:7.40 Vecindad de Arriola. Aramaio (A).png|framecenter|600px|Vecindad de Arriola. Aramaio (A). Fuente: Mehlhorn, Dieter-J. Das baskiche Bauernhaus. Düsseldorf, Werner-Verlag, 1988.]]
En Obanos (N), mientras el cadáver permanecía en el domicilio, solían ser las vecinas y parientes lejanas (primas) las que se ocupaban de comidas y compras. Acudían a ayudar en cuanto se les llamaba o se enteraban de que había «novedad». No había obligación especial en razón de vecindad sino más bien por la amistad y el trato que habían tenido en vida. De hecho, para realizar el amortajamiento se llamaba y se sigue llamando a personas que se sabe dispuestas o a algún vecino. Las vecinas y parientes en segundo y tercer grado, además de ocuparse de las tareas de la casa, se preocupaban de ayudar a teñir la ropa de negro y de prestar prendas para el funeral en el caso de que hubiesen guardado luto hacía poco tiempo.
127 728
ediciones