127 728
ediciones
Cambios
m
Texto reemplazado: «|frame|» por «|center|600px|»
Por esta razón el sepelio que se llevaba a cabo en el cementerio tenía entonces una importancia menor en el conjunto de los ritos funerarios. La comitiva que acompañaba al féretro al camposanto estaba compuesta de un grupo más reducido de parientes y vecinos. En muchos casos durante la inhumación del cadáver las mujeres que conformaban el duelo familiar permanecían ante la sepultura simbólica en el interior de la iglesia.
[[File:7.2_Enterrement_Livres_d_heures_XV_Lyon.png|framecenter|600px|340px| ''Enterrement'', Livres d'heures, S. XV. Lyon. Fuente: Aries, Philippe. ''Images de l'homme devant la mort''. Paris, Ed. du Seuil, 1983.]]
Tras las exequias el cortejo, o cuando menos el séquito de duelo, guardando el mismo orden que en el entierro, regresaba de la iglesia a la casa mortuoria. Ante sus puertas tenían lugar ciertos ritos de antiguo cuño como el refrigerio de caridad (Alava) o la plegaria por el difunto delante de un fuego simbólico (Baja Navarra).