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Regreso de la comitiva nupcial

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También en Uharte-Hiri (BN) se encaminaban todos hacia la casa del heredero en la que iban a vivir los recién casados, siendo éstos quienes encabezaban el cortejo seguidos de los padrinos, testigos y los invitados al banquete<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Matériaux pour une étude du peuple Basque: A Uhart-Mixe” in ''Ikuska''. Nº 6-7 (1947) p. 172.</ref>.
 
 
 
 
 
En Liginaga (Z) en los años cuarenta, tras la ceremonia salían primero los recién casados asidos del brazo, ''besopeti'', después sus padrinos, los padres y la demás gente. Antaño los novios, sus familiares y algunos invitados acudían a la casa del novio, o a la de la novia si el chico pasaba a vivir a ésta, donde tenía lugar el banquete de boda. Más tarde el banquete se celebraba en uno de los hoteles de Atharratze<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Materiales para un estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)” in ''Ikuska''. Nº 10-13 (1948) pp. 82-83.</ref>.
En Bernedo (A) los mozos aguardaban en el pórtico a que los desposados saliesen de la iglesia y con la ayuda de guitarras comenzaban a cantar acompañándoles hasta la casa de la novia para la celebración del banquete. Otro tanto ocurría en Apodaca y Lagrán (A) donde con música y disparos escoltaban a los recién casados hasta la casa de la novia donde tenía lugar el banquete de bodas.
En Elosua (G) a principios de los años treinta terminada la misa se tomaba un aperitivo, ''amarretakoa, '', en casa del sacristán. Luego al son del acordeón y del pandero y el lanzamiento de cohetes, todos se dirigían a la casa del novio; primero iban los músicos, después los novios y los amigos y, por último, el lanzador de cohetes, ''txaplerua. ''. Para cuando llegaban a la casa ya se habían reunido en ella los demás invitados. A mediados de los años cincuenta, el banquete de boda pasó a celebrarse en restaurantes próximos.
En Lekunberri (N), cuando la comitiva nupcial regresaba de la iglesia, salían a su encuentro con una bandeja llena de pastas y con vino moscatel o jerez para obsequiar a los recién casados y a los parientes. Luego se dirigían a casa de la novia donde todos los vecinos eran invitados a tomar un aperitivo.
En Eulate (N) las mozas acompañaban a los novios e invitados con panderos. En San Martín de Améscoa (N) era costumbre que los mozos acompañaran a la comitiva con sus guitarras hasta la casa de la novia donde se formaba baile y los primeros en bailar debían ser los novios. Allí sacaban a relucir su ingenio los cantadores de jotas. La que sigue se la cantaron el día de su boda a una novia llamada Evarista que casó con un albañil llamado Tomás:
:''No te apures Evarista, '':''aunque se caiga la casa '':''que los brazos de Tomás '' :''56 la levantarán sin tardanza . '' === LA BODA. EZKONTZA === [[Image:Picture 3899<ref>Luciano LAPUENTE.png|top]]Fig. 216. Salida “Estudio etnográfico de la iglesia. Durango Améscoa” in CEEN, III (B1971), 1963p. 144.</ref>.
En Elgoibar (G) después de la ceremonia religiosa los convidados, unas veces en fila de a dos con los novios en cabeza y seguidos de los padrinos, y otras veces de manera más informal, se dirigían al restaurante donde iba a celebrarse el banquete.
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