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Bajo la denominación de «Al arroz» se conocía en Vitoria (A) un juego de chicos para cuya realización se necesitaban dos equipos con igual número de componentes, entre cinco y ocho niños cada uno. Otro hacía de ''ama. ''. Tras un sorteo los chavales del bando perdedor se situaban en círculo agarrados con los brazos por los <sub>e </sub>hombros y con la cabeza inclinada hacia el centro. Los componentes del otro equipo saltaban sobre ellos encaramándose, pero debían hacerlo de uno en uno y preguntando primero al ''ama: '': «¿Hay arroz?». Hasta que éste les respondía: «La cazuela llena» no podían brincar. No les estaba permitido agarrarse ni sujetarse a los de abajo ni con las manos ni los pies; tampoco podían hablar mientras estuviesen encaramados y mucho menos avisar o aconsejar a sus compañeros. Si uno de éstos tocaba el suelo perdían. Sí podían, en cambio, asirse entre ellos para evitar la caída de uno cualquiera, pero bajo ningún concepto a los contrarios.
El equipo que hacía de ''cazuela, '', esto es, los de abajo, debían mantenerse agarrados por los hombros y no podían agacharse ni hacer movimientos bruscos con el fin de derribar a los que tenían encima.
Durante la realización del juego las discusiones del ''ama'' eran inapelables y sus opiniones se respetaban casi sin discusión. Por otra parte, este árbitro solía elegirse por la confianza que tenían todos en su imparcialidad.
Los que formaban la ''cazuela'' se situaban dentro de un círculo trazado en el suelo del que no podían salir, ni siquiera pisar la circunferencia que lo delimitaba. Sus contrarios debían saltar desde otro círculo mayor, concéntrico al anterior, y tampoco podían pisarlo.
Rosa Hierro recoge una versión del mismo denominada «Salto de oso» en la que tres niños, unidos por los hombros, se disponen en un círculo y otros tres saltan sobre ellos<ref>Rosa HIERRO. “Del mundo infantil. Los que formaban la juegos de los niños” in ''cazuela Euskalerriaren Alde''se situaban dentro de un círculo trazado en el suelo del que no podían salir, ni siquiera pisar la circunferencia que lo delimitabaXIV (1924) p. 131. Sus contrarios debían saltar desde otro círculo mayor, concéntrico al anterior, y tampoco podían pisarlo</ref>.
En Ondarroa (B) jugaban también una especie de «Burro seguido» pero entre dos equipos y además acompañándose de una canción. Echadas las suertes se componen los dos equipos y los perdedores se colocan en fila a cierta distancia unos de otros. Los componentes del otro grupo van saltando por encima de ellos cantando:
:''Bat, Matxin barrabas '' :''Bi, Matxin ipurdi '' :''Iru, kolko bete diru '' :''Lau, ikomelau '' :''Bost, ainka-motz '' :''Sei, ain korta bete bei '':''Zazpi, azpi '' esa HIERRO, «Del mundo infantil», cit., p. 131. JUEGOS DE SALTO [[Image:Picture 3907.png|top]]Fig. 62. Salto de la rana. Vitoria (A). 1949. ''Zortzi, neskiaren kortzi '' :''Beatzi, jo ta ertsi '' :''Amar, katuaren mar-mar '':''Amaike, a bete lukainke'':''Amabi, kolko bete madari.''
Si alguno de los saltadores toca con el pie la cabeza de uno de los que están encorvados, su grupo pierde y se procede al relevo colocándose los perdedores en posición de agachados.
José Iñigo Irigoyen cita una versión llamada «Salto de la rana» que más que un juego es un ejercicio de agilidad. Dos, tres, cuatro o más niños, según la habilidad del que va a saltar, se ponen de ''burros ''en hilera dando «proa» con «popa». Otros tres muchachos en banda corren hacia la hilera y al llegar a ella el que va en el -centro se eleva en el aire apoyando sus brazos en los hombros de los otros dos y llevado así por la carrera de éstos pasa sin tocar por encima de la hilera de ''burros, '', que deben permanecer inmóviles. Son necesarios buenos pulsos en quien salta y en los dos que le transportan velocidad, regularidad yno separarse entre sí más de lo conveniente <supref>95José IÑIGO IRIGOYEN. ''Folklore alavés, ''Vitoria, 1950, p. 102.</supref>. En Quintana (A) se juega del mismo modo y se conoce por idéntico nombre. Rosa Hierro recoge una modalidad similar denominada «Salto de la barra». El niño que ''está debajo ''se coloca doblado por la cintura y sobre él saltan los demás a partir de una raya. Forman un trío y el situado en el centro salta corriendo y apoyándose en los hombros de los otros dos. El agachado se debe disponer longi-<sub>296 </sub>tudinalmente <sup>. </sup> <sup>2</sup>` <sup>5 </sup>José IÑIGO IRIGOYEN. ''Folklore alavés, ''Vitoria, 1950, p. 102.