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A buscar nidos. Txori-ikasten

No hay cambio en el tamaño, 05:57 17 sep 2019
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El empeño no se ponía en el puro hallazgo del nido, sino en seguir ocultamente todo el proceso de reproducción. El verdadero mérito de este juego, de hecho, era descubrir a la pareja de pájaros en la primera etapa de construcción del nido. Después, mediante visitas a escondidas, se iban observando las fases sucesivas: puesta de huevos, eclosión ''y ''emplumecido de las crías.
 
[[File:4.19 Cogiendo nidos. Oleo de Begoña Izquierdo. 1990.jpg|center|450px|Cogiendo nidos. Óleo de Begoña Izquierdo. 1990. Fuente: Óleo de Begoña Izquierdo, 1990.]]
En Zeanuri (B) distinguían cuatro fases en este proceso:
Gracias a ellos se podían seguir varios procedimientos de rastreo: por el canto del pájaro, bien de la madre, ''amea, ''o del padre, ''arra; ''por la forma de vuelo y especialmente por los virajes que hacían los padres antes de acceder al nido; y por los lugares donde habitualmente los construían. En Zeanuri (B), a estas tres técnicas, se les llamaba respectivamente: ''txoritik, egazkadatik y lekuetatik.''
 
[[File:4.19 Cogiendo nidos. Oleo de Begoña Izquierdo. 1990.jpg|center|450px|Cogiendo nidos. Óleo de Begoña Izquierdo. 1990. Fuente: Óleo de Begoña Izquierdo, 1990.]]
En Carranza (B), para buscar nidos, los niños caminaban por ''cañaos, ''o huertas con árboles frutales si se trataba de jilgueros, y reparaban en el comportamiento de las aves. Otras veces arrojaban piedras a los ''matos ''y árboles para ver qué pájaros huían. Cuando localizaban alguno, se escondían y observaban sus movimientos. Si volvía siempre al mismo sitio es que allí tenía su refugio. Además se fijaban por dónde entraba para conocer con exactitud la ubicación del mismo. También si llevaba ramitas en el pico, lo cual indicaba que estaba preparando el nido, o insectos, señal de que ya habían nacido las crías.
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