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Preambulo Ritos del nacimiento al matrimonio en vasconia

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En este momento de la niñez se ha situado desde primeros de siglo la Primera Comu­nión, ''Lehenengo Jaunartzea, ''que en épocas an­teriores se había enclavado a los doce o trece años de edad, al finalizar el periodo de la niñez.
65La La indumentaria para acceder a este rito ha tenido características oscilantes. Desde la ter­cera década del siglo se fueron generalizando en las niñas vestidos y velos blancos largos, a manera de novias y flamantes trajes de mari­neros o almirantes en los niños. En los años sesenta y setenta las autoridades parroquiales trataron de poner freno a lo que se interpre­taba como un dispendio en el vestir; se comen­zó a hacer la primera comunión con túnicas iguales para todos o con ropa de calle. La experiencia tuvo poco éxito; han vuelto los trajes blancos o cada familia actúa con plena libertad.
Desde tiempos antiguos y hasta los años setenta la Confirmación, ''Sendotza, ''se recibía a edad indeterminada. Por tratarse de un sacra­mento cuya impartición estaba reservada al obispo, éste lo administraba cuando acudía a la localidad en visita pastoral, acontecimiento que ocurría muy espaciadamente. Nuestras encuestas recogen este acto cuando todavía concentraba a niños y a jóvenes, a recién naci­dos y a adultos.
Tras el Concilio Vaticano II se ha querido imprimir otro carácter a la Confirmación, estableciéndose como edad idónea para reci­birla los dieciséis-dieciocho años y exigiéndose una preparación previa, seria y prolongada. Esto hace que el número de confirmandos sea mucho menor que el de los bautizados y que el de los niños que acceden a la primera comunión. Si la actual práctica se consolida la Confirmación adquirirá socialmente la signifi-RITOS DEL NACIMIENTO AL MATRIMONIO EN VASCONIAcatión significación de un rito implantado en el paso de la adolescencia a la juventud.
=== Juventud===
La adolescencia viene marcada por el aban­dono gradual de los juegos infantiles y el paso a la edad juvenil que se alcanza plenamente a los dieciséis o diecisiete años de edad. En esta categoría de edad permanecerán en tanto no "tomen estado".
Mediada la edad juvenil, los mozos se veían obligados a cumplir el servicio militar, ''solda­dutza, ''ausentándose de su entorno natural durante un largo periodo de tiempo, lo que marcaba una nueva etapa en su vida.
<div style="text-align:right;margin-left:0cm;margin-right:0.127cm;">La sociedad juvenil se caracteriza por la ini- 66ciación iniciación en la relación amorosa: las rondas y los galanteos, las fiestas y el baile van a ser ocasio­nes de encuentro para jóvenes de ambos sexos.
En las primeras décadas del siglo, las activi­dades de la vida diaria, las tareas colectivas y la conclusión de los trabajos estacionales ofrecí­an algunas oportunidades de encuentro entre jóvenes; también la salida de las funciones reli­giosas era punto de reunión. Pero el lugar más importante para que se vieran y se relaciona­ran entre ellos era el baile dominical que se convertía así en el momento más apropiado para el galanteo. Allá acudían los jóvenes ves­tidos elegantemente al igual que a las fiestas de otros pueblos y a las romerías.
Los bares y las discotecas son hoy en día los puntos de confluencia de jóvenes. Sin embar­go se ha producido una marcada traslación en el horario: se ha ido de la tarde-noche de tiem­pos pasados a la noche-madrugada. En los fines de semana se prolonga frecuentemente la fiesta nocturna hasta bien entrado el día siguiente. La noche dedicada a la diversión recibe el nombre de ''gaupasa.''
=== Noviazgo===
En tiempos pasados las ocasiones de encuen­tro entre chicos y chicas eran el paseo domini­cal, el baile y las romerías. La oportunidad de que una pareja estuviera sola era escasa. Hoy día la iniciativa para principiar una relación puede partir tanto del chico como de la chica; antaño el primer paso lo daba siempre el chico bien directamente o bien recurriendo a cir­cunloquios que incluían a veces insinuaciones sobre el interés en conocer las habilidades culi­narias de ella. También se recurría en casos a los buenos oficios de un amigo, de un familiar o de un "profesional", ''ezkontzagina, ''que facili-RITOS DEL NACIMIENTO AL MATRIMONIO Y SU EVOLUCIONtaba facilitaba este tipo de encuentros. Desde el momen­to en que una pareja empezabá empezaba a "salir sola" la relación entre ellos se daba por formalizada ante sus familias y la vecindad. De ordinario esta relación culminaba en casamiento, siendo excepcional la ruptura de relaciones.
Debido al mayor aislamiento de las pobla­ciones y a la escasa movilidad de sus morado­res fueron más frecuentes que hoy los enlaces entre jóvenes vecinos del mismo pueblo o de localidades próximas.
En todo el territorio de Vasconia ha estado extendido el uso de que las familias estrecha­ran lazos en el periodo anterior al casamiento de sus hijos, bien fuera con motivo de la pedi­da de mano, del ajuste de las condiciones del contrato matrimonial o del intercambio de regalos. Este mejor conocimiento mutuo era exigido ya que por el nuevo enlace matrimo­nial iban a emparentar entre sí.
67El El novio (más tardíamente comenzó a hacer lo mismo la novia), se despedía formalmente de sus amigos de juventud en una comida; el acto simbolizaba su abandono del estatus de soltero. Los amigos por su parte acostumbra­ban cantar ante las casas de los novios coplas epitalámicas que en euskera se denominan ''toberak. ''Más extendidas y conocidas, sin duda, son aquellas coplas que se cantaban a los sol­terones y viudos en vísperas de su boda. Pero las letras dedicadas a los jóvenes novios eran de contenido amatorio en tanto que las otras ironizaban sobre su condición de novios tardí­os y sobre su casamiento fuera de tiempo.
En el régimen tradicional, cuando el hijo, de uno u otro sexo, que se iba a casar estaba destinado a ponerse al frente de la casa, ''etxe­rakoa, ''los padres de ambos novios, de acuerdo con ellos, convenían las respectivas aportacio­nes al nuevo matrimonio. Amén de otras con­diciones que aseguraran la continuidad de la casa y sus obligaciones para con todos los vin­culados a ella, acordaban los pactos que regi­rían su vida en común y el modelo de cohabi­tación entre los matrimonios joven y viejo. Estos acuerdos han tenido importancia pri­mordial en territorio aforado; se formalizan ante fedatario público y reciben distintas denominaciones según regiones: capitulacio­nes matrimoniales, mandas, ''ezkontzako kontra­tua, contrat de mariage. Su ''firma revestía cierta solemnidad y se rubricaba a menudo con una comida, ''kontratuko bazkaria, ''en la que tomaban parte los familiares de ambas partes. El cónyu­ge adventicio aportaba la dote, ''ezkonsaria, ''y en el caso de ser mujer también el ajuar que, a indicación y con supervisión de la madre, la joven había comenzado a componer y reunir desde que era muchacha.
Salvo entre familias pudientes, antaño era una costumbre desconocida el regalo de pedi­da, el anillo, sortija o presente de cierto valor, ''urreria, ''que se intercambian los novios. No obstante fue costumbre que la novia regalara al novio una prenda de significación simbólica como la camisa que luciría éste el día de la boda. En los días previos al casamiento, la novia, acompañada de su madre o de alguna mujer de la familia acudía a los comercios de la capital para adquirir las prendas y joyas, ''galak, '''''que '''luciría en la ceremonia nupcial.
'''=== Matrimonio y boda'''===
La boda incluye dos actos: la ceremonia de casamiento, ''ezkontza, ''y la fiesta posterior con laRITOS DEL NACIMIENTO AL MATRIMONIO EN VASCONIAque la que se solemniza, ''ezteiak. ''El primero de los actos carecía antaño del relieve que tiene actualmente. El casamiento tenía lugar en la iglesia en una jornada laborable con pocos invitados y sin que apenas se interrumpiera la actividad laboral. El banquete habido el mismo día del matrimonio o en días posterio­res posteriores celebraba principalmente la entrada del cónyuge adventicio en el nuevo hogar y la toma de posesión de su condición de nueva ama de casa, ''etxekoandre berria.''
No ha habido épocas del año preferidas para casarse, salvo las que venían impuestas por el modo de vida y los periodos de trabajo; se evitaban la Cuaresma y el Adviento porque en esos tiempos la Iglesia no permitía las vela­ciones ni las solemnidades nupciales. Si bien no eran necesarias para el matrimonio ni la misa ni el rito de la velación la gente se atenía generalmente al uso eclesiástico.
El casamiento era sobre todo una cosa de jóvenes; ellos formaban el cortejo nupcial que se desplazaba a pie hasta la iglesia, acompa­ñando a los novios con música, cohetes y alga­rabíaalgarabía. Mozas eran quienes engalanaban el templo, y amigos y amigas de los desposados cantaban para dar brillantez al acto. Jóvenes amigos de los contrayentes, ''ezkonlagunak, ''eran también quienes actuaban de testigos, ''lekuko­ak, ''y firmaban el acta matrimonial. Es la juven­tud la edad para matrimoniar.
Con el transcurso del tiempo a este grupo juvenil que formaba el cortejo nupcial se fue­ron adhiriendo otros estamentos. Primera­mente el grupo doméstico que paulatinamente se fue ampliando a familiares más alejados. Luego se impuso el uso de los padrinos que al principio eran los del bautismo; después éstos cedieron su lugar a los padres de los contrayen­tes. El número de los invitados se ha incremen­tado considerablemente aunque los jóvenes sigan desempeñando un papel nada desdeña­ble en el acto religioso y posterior celebración.
68La La mañana del casamiento los invitados acu­dían a la casa desde donde se disponían a par­tir a la iglesia y eran obsequiados con un refri­gerio, ''barauskarria. ''Coexistieron dos formas de cortejo nupcial para acudir a la iglesia. En una, sendas comitivas salían de las casas del novio y de la novia y se juntaban en un lugar determinado del recorrido o en el mismo pór­ tico pór­tico de la iglesia. En la otra, se formaba una comitiva única desde la casa de la novia. En ambos casos el recorrido se hacía antaño por el camino habitual que unía la casa con la igle­sia, ''elizabidea. ''En algunas localidades si las casas de ambas familias se hallaban distantes, el novio enviaba dos jóvenes, amigos o fami­liares, como mensajeros a casa de la novia. El orden del desfile estaba ritualizado.
Hoy día los invitados acuden directamente al templo a pie o en vehículo y a la hora con­venida convenida esperan la llegada de los novios que se trasladan en sendos automóviles. En Vasconia continental la comitiva antes de presentarse en la iglesia pasa primero por la alcaldía, ''Herriko Etxea.''
También la indumentaria de los novios ha sufrido cambios en el presente siglo aunque los trajes nupciales tuvieron siempre la consi­deración de atuendos de gala. Hasta mediados de la centuria la novia vestía de negro o de oscuro con misal y rosario como complemen­tos. A partir de esa fecha se generalizó el vesti­do blanco y el ramo de flores. También el traje negro del novio ha ido derivando hacia colo­res menos oscuros.
En Vasconia peninsular la celebración reli­giosa se ajustaba a las ceremonias preceptua­das por el Manual Toledano en tanto que en Vasconia continental se atenía a lo indicado en el Ritual Romano. El otorgamiento del consentimiento y la bendición de arras y ani­llos, ''diruak eta eraztunak, ''tenían lugar antaño ante las puertas de la iglesia, lugar destinado a las promesas y a los juramentos sagrados. A partir de los años cincuenta la ceremonia comenzó a celebrarse en el interior del tem­plo, al pie del altar mayor. Durante la misa los nuevos esposos eran cubiertos con el velo nup­cial que se imponía sobre la cabeza de la novia y los hombros del novio. La gente siempre interpretó este rito como un enyugamiento, ''uztartu. ''En el rito actual del matrimonio, que tiene lugar generalmente dentro de la misa, cobra mayor relevancia la manifestación del consentimiento mutuo de los contrayentes.
Los efectos jurídicos de la nueva sociedad conyugal se expresan en el acta que firman los contrayentes juntamente con el sacerdote y los testigos. Actualmente este documento se firma sobre la mesa del altar, antaño en la sacristía.RITOS DEL NACIMIENTO AL MATRIMONIO EN VASCONIALa  La salida del templo de los nuevos esposos es objeto de gran expectación y es recibida con aclamaciones, felicitaciones y, en casos, con bailes de honor y disparo de cohetes. En los últimos años se ha introducido la molesta cos­tumbre de lanzar puñados de arroz sobre ellos.
El casamiento civil se desarrolla en el edifi­cio del Ayuntamiento o en el Juzgado y su ceremonial se ha ido dignificando gradual­mente, si bien los informantes de nuestras encuestas subrayan que carece de la solemni­dad del matrimonio celebrado en la iglesia. En Vasconia peninsular los matrimonios civi­les fueron poco frecuentes pero su número se ha incrementado en los últimos años.
Cuando los desplazamientos se hacían a pie la comitiva se encaminaba desde la iglesia a la casa o al establecimiento donde se iba a cele­brar el banquete de bodas. A veces se incor­poraba a este cortejo el carro de boda, ''eztai­-gurdia, ''con el arreo y el ajuar. Más frecuente­mente, sin embargo, este transporte del arreo se hacía algunas fechas antes o después del casamiento.
70La La exposición del contenido del arreo era antaño un acto ceremonioso; una mujer, y a veces la misma costurera que había interveni­do en su confección, era la encargada de hacer en voz alta, con asentimiento y comen­tarios irónicos de los presentes, el recuento pormenorizado de las prendas y de los objetos aportados. Este ceremonial junto con el ban­quete de boda o tornaboda formaba parte de los ritos de entrada en el nuevo hogar, ''etxe-sar­tzea.''
Como ocurría con todos los acontecimien­tos importantes, el banquete de bodas, ''eztei­-bazkaria, ''se celebraba en casa. En ocasiones el banquete tenía lugar no el día del casamiento sino el domingo siguiente, al regreso de un corto viaje de bodas. Ese día la nueva esposa tomaba posesión de la sepultura de su nueva familia en la iglesia, ''eliz hartzea. ''Con ello asu­mía la tarea de dar culto a los antepasados de su nueva casa.
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