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Une autre raison qui pousse les gens disposant de terre à cultiver leurs propres aliments est celle de “savoir ce qu’ils mangent”, autrement dit, de contrôler dans la mesure du possible la production des aliments qu’ils consomment face au doute croissant que suscitent les méthodes employées par l’agro-industrie.
En este sentido se observan movimientos pendulares en los que se recuperan viejas prácticas si bience sens, como es lógiconous observons des mouvements pendulaires au cours desquels sont récupérées des pratiques anciennes, adaptadas a los tiempos modernosmais logiquement adaptées aux temps modernes. Cuando a finales Quand à la fin des années 1980 nous avons conclu le premier tome de los años 1980 concluimos el primer tomo del Atlas dedicado a la alimentación doméstical’Atlas consacré à l’alimentation domestique, ya se había abandonado l’élaboration du pain à la elaboración casera del panmaison avait déjà été abandonnée. La fabricación fabrication de este alimento ha experimentado desde entonces cet aliment a connu depuis un progresivo proceso processus d’“industrialisation” progressif qui, à côté de “industrialización” que además la baisse de su abaratamiento ha acarreado una notable pérdida son prix, a entraîné une importante perte de calidadqualité. Como reacciónEn réaction, en los últimos años se observa un resurgimiento ces dernières années nous pouvons observer une résurgence de l’élaboration artisanale de la elaboración artesanal del panpain, con harinas muy parecidas a las que se utilizaron antaño y recurriendo incluso a la vieja práctica avec des farines très proches de celles utilisés autrefois et le recours à la “masa madre”vieille pratique du levain.
En la periferia de algunos municipios de carácter urbano se han acondicionado huertos con todos los requerimientos necesarios para poder cultivarlos y que son distribuidos entre las personas interesadas. Son la versión controlada y ordenada de una tendencia que siempre ha existido en los alrededores de las ciudades y de los núcleos de población importantes donde eran aprovechados los pedazos de tierra abandonados como lugares de cultivo, por lo general por gentes que habían emigrado a los mismos desde el campo. Las propias localidades, incluso las importantes, contaron en el pasado con huertas donde cultivaban productos para consumo propio y su recuerdo ha quedado reflejado en la toponimia y en los nombres de algunas calles.
