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Paisaje agrario de Navarra

No hay cambio en el tamaño, 14:19 1 mar 2018
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En 1990 explicaba el geógrafo Alfredo Floristán que las áreas típicas de policultivo de secano estaban en franco retroceso por razones de comodidad y económicas, refiriéndose a la Navarra Media y el somontano del Sistema Ibérico, y que las de policultivo de regadío se ceñían a las riberas de los grandes ríos. Pero el aspecto de este paisaje agrario comenzó a alterarse con la irrigación paulatina del Canal de Navarra, cuyo proyecto constructivo se inicia en 1998 y su primera fase de explotación (desde Valdizarbe a los entornos de Peralta y Pitillas), 22 300 ha, ya fue una realidad en abril de 2011.
 
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El Canal de Navarra enlaza con el pantano de Itoiz, que embalsa agua procedente de los ríos Irati y Urrobi, hacia el sur regará en las dos primeras fases del proyecto 57 713 ha y hacia el oeste en la tercera fase regará 15 275 ha en Tierra Estella con una superficie que afectará 72 988 ha una vez se halle terminado en 2026, abarcando la Navarra Media inmediatamente al sur de la Cuenca de Pamplona, la Comarca de la Ribera entre los Valles del Aragón y el Ebro, y la margen derecha de este río, más la superficie comprendida entre los ríos Ega y Arga. El espacio irrigado, unido al que aportará el Canal, será de 157 414 ha, lo que equivaldrá al 20 % de la superficie agraria útil en la Comunidad.
 
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Las obras del Canal están modificando el paisaje a nivel morfológico y agrario, tal como se ha constatado en las encuestas etnográficas llevadas a cabo. En el primer caso, la modificación se ha dado no solo por la concentración parcelaria previa y el impacto de su trazado, sino por la construcción de seis túneles, dos acueductos, doce sifones y cuatro balsas de regulación; en cuanto a la modificación del paisaje agrario, los cultivos de secano preponderantes en el suelo agrícola (antes un 66 % de las tierras cultivadas), básicamente de trigo, cebada y viña, comienzan a ser diversificados con más de medio centenar de nuevos cultivos que alimentan la potente agroindustria existente, posibilitándolo los nuevos sistemas de regadío por aspersión (dirigidos al cultivo del maíz, habas, cereal, guisante, judía, espinaca, bróculi, heno, espárrago...) y por goteo (al tomate, pimiento, bróculi, cebolla...), con la posibilidad real de alcanzar hasta siete rotaciones distintas en regadío frente a una de cebada en secano, con una mayor rentabilidad económica.
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