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Cereales

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Los cereales constituyeron y constituyen parte esencial de la dieta humana. En toda la Llanada Alavesa, la Rioja Alavesa, la Navarra Media y la Ribera del Ebro predominan las tierras ''blancas<supref>3Tierra blanca es la de sembradura de cereales. Ibidem, p. 510.</supref> ''dedicadas a cereales y en primer lugar el trigo. Según Urabayen, ateniéndose a datos de 1926, los cereales se extendían por toda la provincia de Navarra, estando muy a la cabeza sobre los demás el trigo (100 000 ha en cultivos de secano y 8600 en regadío), mientras que la cebada contaba con 17 700 y 2700 ha respectivamente, la avena 14 000 y 1000, el maíz 3700 y 200, el centeno 1000 en secano y escandia<supref>4La escandia, según el DRAE, es una variedad de trigo muy parecida a la escanda, propia de países fríos y terrenos pobres, de paja dura y corta, pero con dobles carreras de granos en la espiga, que se separan difícilmente de su cascarilla.</supref> 60 en secano<supref>5Leoncio URABAYEN. ''Geografía de Navarra''. Pamplona: 1931, p. 148.</supref>.
En la vertiente atlántica fueron abandonándose paulatinamente a lo largo del siglo XX siendo el último en desaparecer el más utilizado de todos ellos, el trigo. Otro cereal, el maíz, mejor adaptado a las condiciones de humedad de esta parte del territorio adquirió notable importancia, aunque en las últimas décadas, ya destinado preferentemente a la alimentación animal, ha quedado también arrinconado.
En Berganzo (A) trigo, sorgo, cebada, avena y centeno. En Bernedo (A) trigo, cebada, avena y centeno, en orden de mayor a menor cantidad.
En Iruña de Oca (A) el cereal se sembraba por octubre o noviembre, primero a voleo y posteriormente a máquina. Para saber por dónde sembrar se marcaba la tierra de la finca <sup>3</sup> Tierra blanca es la de sembradura de cereales. Ibidem, p. 510. <sup>4</sup> La escandia, según el DRAE, es una variedad de trigo muy parecida a la escanda, propia de países fríos y terrenos pobres, de paja dura y corta, pero con dobles carreras de granos en la espiga, que se separan difícilmente de su cascarilla. <sup>5</sup> Leoncio URABAYEN. ''Geografía de Navarra''. Pamplona: 1931, p. 148.con paja (en Trespuentes usaban la de centeno) delimitando unos espacios de unos dieciséis pasos que se llamaban ''márcenes'', ''márcenas ''y ''marcenadoras''.
Justo después de sembrar se echaba el abono y luego se pasaba la ''rastra ''para tapar el grano y el abono. La ''rastra ''era de madera y contaba con unos hierros para ''desterronar ''la tierra; era arrastrada por bueyes o caballerías.
La operación del labrado se verificaba a partir de agosto y septiembre si se iba a sembrar ese año la pieza. Si la heredad se iba a dejar descansando en barbecho se labraba en enero. Los métodos de labrado han variado: con arado antiguo, con ''forcate'', con brabán y rastra tirados por caballerías. La utilización de tractores con trisurcos y cuatrisurcos supuso una mayor profundización de la tierra, pero hoy se profundiza menos y tan solo pasan con el tractor un cultivador. Si se quiere allanar mejor el terreno para deshacer aún más la tierra y para que guarde mejor la humedad, pasan un pesado ''rulo ''o molón, rodillo giratorio de piedra o de cemento, para ''destormonar'', y una ''rastra ''rectangular de alargadas púas metálicas.
El sembrado de cereales se lleva a cabo así: el trigo a partir de octubre y poco después la cebada temprana, en cambio la cebada de ciclo corto o cervecera se puede sembrar hasta finales de febrero. La simiente, una vez tratada con cal, azufre o sulfato, era transportada a la cintura en una capacilla de esparto con una capacidad de algo más de 16 kilogramos y la esparcían por la pieza a mano, “a voleo”. Después de sembrar pasaban por la finca la ''grada'', tirada por animales, instrumento de hierro rec-tangular rectangular con ganchos curvos que envolvía la tierra y la allanaba. Hoy utilizan para esta operación las sembradoras añadidas al tractor, algunas tan informatizadas que permiten al agricultor ordenar la cantidad de simiente que quiera sembrar.
En general, en el pasado las tierras cerealistas se abonaban muy poco, todo lo más con los fiemos de las cuadras. Al principio se empezó a echar en abril y mayo nitrato de Chile, ahora abundante amonitro. Las sembradoras actuales tiradas por tractor a la vez que siembran echan los herbicidas necesarios.
Lo normal era que los cereales fueran sembrados en secano, a veces en regadíos ocasionales llamados de ''primavera'', en los que se podía regar desde abril en adelante, pero “antes de encañarse el trigo y ponerse duro”, pues después le perjudicaba.
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En la vertiente atlántica también se cultivaron cereales en tiempos pasados siendo después el maíz el que ganó en importancia.
En Amorebieta-Etxano (B) entre los cereales, los más conocidos fueron el trigo y el maíz y también algo la avena.
''== Trigo, garia''==
Como ya indicamos en el apartado anterior, el cultivo más destacado fue el del trigo. El incremento del cultivo de este cereal a principios del siglo XX fue a costa de la viticultura, en re- troceso retroceso entonces por la plaga de la filoxera sucedido entre 1892 y 1900.
La gran producción de trigo, en el caso de Navarra, llevó emparejada la creación de una industria harinera muy potente, ya a comienzos del siglo XX, como lo demuestra la existencia de 24 fábricas y 342 molinos en esa época, con Pamplona a la cabeza, seguida de Aoiz, Estella, Tafalla y Tudela<supref>Antonio PURROY; José Antonio MENDIZABAL. ''La agricultura navarra en la primera mitad del siglo XX''. Pamplona: 2011, p. 39. URABAYEN, ''6Geografía de Navarra'', op. cit., refiere en la p. 182 que sobre 1930 existían 60 fábricas de harinas y 250 molinos de piedras, estos dedicados a molturar grano para el ganado.</supref>. Paralelamente y en el mismo territorio la labor de la Dirección de Agricultura y Ganadería de la Diputación Foral, a través del Servicio de Selección de Semillas, creado en 1924, se hizo notar en cuanto a la selección de semillas de trigo resistentes a las enfermedades y plagas. Cabe recordar aquí a la familia de los trigos ''navarro ''y entre ellos el ''101'', un trigo precoz, muy resistente a la roya y de caña fuerte aunque larga, especialmente recomendado para los terrenos fértiles de la zona media y en los regadíos. Otros trigos sobresalientes fueron el ''navarro 105 ''(enano) y el ''navarro 122'', también resistente al encamado<supref>El encamado parasitario (''Cercosporella herpotrichoides'') es una enfermedad que se manifiesta por la aparición en los tallos, a nivel del entrenudo más próximo al suelo, de unas manchas ovaladas, en forma de ojal. Si se rompe el tallo a la altura de la mancha, se observa dentro de la caña el micelio del hongo. Como consecuencia de la acción del hongo, el entrenudo afectado puede romperse fácilmente, encamándose la planta en cualquier dirección, a diferencia del encamado fisiológico que se produce en la dirección del viento dominante. Los daños derivados son la muerte de las plántulas y la disminución de cosecha por dificultad en la circulación de savia. Vide: Manuel ALVARADO; Fernando MORILLO. “Enfermedades del trigo” in ''7Hojas divulgadoras''. Núms. 8-78 (1978), p. 8. Disponible en: [http://www.magrama.gob.es/ministerio/ http://www.magrama.gob.es/ministerio/] pags/biblioteca/hojas/hd_1978_08.pdf] Acceso: 28/03/2014.</supref>. Nuestros informantes, sin embargo, no denominan las variedades de trigo con su nombre científico sino que usan otras de tipo corriente, para entenderse mejor. Tal es el caso del “trigo blando de invierno”, técnicamente la variedad ''berdún'', sembrado en la comarca de Aoiz (N), la más septentrional de Navarra donde se da este cereal, que alcanza a ser el 55 % del que se cultiva; el ''toseta ''(trigo chamorro) (Valle de Roncal-N), el ''reti ''o ''barbudo ''(Abezia-A), etc.
En la vertiente septentrional la superficie destinada a trigo era considerablemente inferior y en general dejó de cultivarse a mediados del
<sup>6</sup> Antonio PURROY; José Antonio MENDIZABAL. ''La agricultura navarra en la primera mitad del siglo XX''. Pamplona: 2011, p. 39. URABAYEN, ''Geografía de Navarra'', op. cit., refiere en la p. 182 que sobre 1930 existían 60 fábricas de harinas y 250 molinos de piedras, estos dedicados a molturar grano para el ganado. <sup>7</sup> El encamado parasitario (''Cercosporella herpotrichoides'') es una enfermedad que se manifiesta por la aparición en los tallos, a nivel del entrenudo más próximo al suelo, de unas manchas ovaladas, en forma de ojal. Si se rompe el tallo a la altura de la mancha, se observa dentro de la caña el micelio del hongo. Como consecuencia de la acción del hongo, el entrenudo afectado puede romperse fácilmente, encamándose la planta en cualquier dirección, a diferencia del encamado fisiológico que se produce en la dirección del viento dominante. Los daños derivados son la muerte de las plántulas y la disminución de cosecha por dificultad en la circulación de savia. Vide: Manuel ALVARADO; Fernando MORILLO. “Enfermedades del trigo” in ''Hojas divulgadoras''. Núms. 8-78 (1978), p. 8. Disponible en: [http://www.magrama.gob.es/ministerio/ http://www.magrama.gob.es/ministerio/] pags/biblioteca/hojas/hd_1978_08.pdf] Acceso: 28/03/2014.siglo pasado. Su producción era un tanto incierta debido a las condiciones meteorológicas de esta vertiente. La mayor fertilidad de las tierras y el exceso de humedad favorecían un crecimiento en altura excesivo. Como consecuencia de ello tendía a inclinarse o acostarse impidiendo la aireación lo que traía como consecuencia el desarrollo de enfermedades fúngicas, mermando la cosecha.
Vertiente mediterránea
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