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Evolucion de la siega y trilla de cereales

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En el tiempo que duraba la recolección se reforzaba la alimentación: se bebía vino y se comían gallinas, pollos, ensalada de pimientos, crema, etc. Al terminar la trilla se hacía una gran cena.
== '''Recolección actual del cereal''': ''cosechadora; enfarda-dora; picadora de paja; empacadora '' ==
La recolección actual del cereal mediante modernas cosechadoras que aúnan la siega y la trilla, ya que extraen el grano limpio, poco tiene que ver con los procesos que se han descrito antes de carácter manual. Ponemos a modo de ejemplo la labor que se lleva a cabo en la localidad alavesa de Argandoña y que es prácticamente idéntica a la que se efectúa en otras poblaciones, ya que esta agricultura mecanizada se caracteriza por su uniformidad.
Según la capacidad de la cosechadora y de los remolques, estos se suelen llenar con varias tolvas de cosechadora. Cuando el remolque está bien lleno, inmediatamente se traslada el grano a los almacenes de las cooperativas agrícolas o empresas del sector que se encuentren en los alrededores (a un máximo de 10-15 km) y lo descargan en grandes montones utilizando el volquete del remolque, después de haberlo pesado en una báscula para vehículos de carga.
La cosecha se inicia cada día una vez se está seguro de que el grano está suficientemente maduro y sin humedad. Las primeras horas del día no suelen ser apropiadas porque el grano tiende a captar humedad por el descenso de las temperaturas nocturnas y la aparición de rocío,Fig. 142. Cosechadora automotriz actual. Argandoña (A), 2003.así que conviene esperar hasta que al mediodía el sol calienta con más fuerza. En ocasiones, cuando sopla viento sur o el nivel de humedad es muy bajo, el grano está seco y se puede cosechar antes del mediodía hasta bien entrada la noche. Si llega con humedad al almacén, los compradores aplican descuentos de tal manera que el precio final sufre una considerable rebaja. Para ello el agricultor, antes de ponerse a cosechar, se traslada a la pieza y realiza una pequeña cata. Con una muestra del grano catado, no mayor de 1 kg, acude al almacén para conocer el grado de humedad que analizan con un medidor especial. En ocasiones la propia máquina cosechadora dispone de un medidor de humedad. Según baremos generales está permitido vender grano sin descuento con un porcentaje de humedad menor del 14 %. Si es mayor del 14 % se aplican descuentos, a razón de aproximadamente un céntimo de euro en cada kilogramo de cereal por cada décima de más en el porcentaje de humedad. Igualmente, la máquina que mide la humedad también muestra el peso específico, lo que al agricultor le sirve para saber cómo va a resultar la producción en relación cantidad-calidad del grano. Además, si el grano se piensa destinar para semilla de las próximas sementeras tiene un mayor precio, por lo que el control del peso y de la humedad es más riguroso.
Comprobado que el grano está en buenas condiciones para su cosecha, se inicia esta durante el resto del día sin descanso hasta el anochecer, si las condiciones atmosféricas lo permiten. Cuando cae la noche y los almacenes que compran el grano están cerrados, los remolques que se llenan son guardados en las casas. Al día siguiente, a primera hora de la mañana, se llevan a los almacenes para vaciarlos y cuanto antes iniciar otra jornada de cosecha. Si el tiempo es bueno y dependiendo de los medios disponibles, un agricultor con una media de 100 fanegas de superficie (25 ha) de cereal, puede llegar a tardar en cosechar un máximo de 10 días. Lo habitual es que algún día amanezca nublado o lo que es peor, llueva. Entonces habrá que esperar uno o varios días a que el sol caliente el grano en la espiga y elimine la humedad acumulada por la lluvia o el rocío.
Algunos agricultores poseen cosechadora propia, bien individualmente o bien compartién dola compartiéndola entre dos o tres propietarios. En los dos casos realizan la cosecha por su cuenta, alternando la cosecha de los cereales según el tipo y su grado de maduración. Por ejemplo, la avena se debe cosechar en el momento preciso dada su fragilidad mientras que el trigo aguanta más tiempo en la rama una vez maduro. Si se cosecha entre varios agricultores, se ayudan unos a otros poniendo a disposición todos los remolques y llevando a cabo la labor en común. Algunos conservan cosechadoras de cierta antiguedad que mientras funcionan correctamente las siguen usando, a pesar de su menor efectividad frente a las nuevas. Esta máquina resulta muy cara para ser adquirida por un solo agricultor, así que o bien la compran entre varios para recoger su propia cosecha o bien es propiedad de uno solo o de varios de ellos y se dedican a cosechar a otros agricultores cobrándoles por superficie recogida. La espera del turno de cosechadora se compensa con la rapidez que realizan la labor estas máquinas. Muchas de estas grandes cosechadoras acuden a la Llanada Alavesa desde comarcas o territorios vecinos como Navarra, donde la cosecha ya ha concluido.
Cuando las cosechadoras de cereal dejan en el suelo la paja entera, esta se enfarda. La mayoría de los agricultores no necesitan la paja y dejan que sean otros los que se aprovechen de ella. Determinados agricultores se dedican a recoger la paja, la enfardan y la amontonan o almacenan. Así, el que cultiva la finca se libra de ella sin ningún esfuerzo, sin haber tenido que abonar nada y puede ir preparando la siguiente siembra. Por su parte, el que recoge la paja rentabiliza su trabajo vendiendo los fardos de paja.
Hasta hace unos años, de la paja que se enfardaba se guardaba lo justo para la casa, dado que en todas ellas había cuadras con ganado. El resto se enfardaba para venderlo o se quedaba en la pieza y se quemaba junto con el rastrojo. Actualmente son muy pocas las piezas en las que se abandona la paja, ya que como se ha dicho es aprovechada por agricultores especializados en recogerla y comercializarla. La quema del rastrojo se ha llevado a cabo desde siempre y es una práctica en decadencia. Con ella se pretendía eliminar la caña y paja del cereal que restaba tras la siega y se conseguía con sus cenizas un buen abono natural. El tiempo ha demostrado que el rastrojo se pudre con fa-Fig. 143. Descargando el grano en el remolque. Argandoña (A), 2003.cilidad facilidad después de una buena labor de arada. El problema surge cuando no interesa recoger la paja; entonces en algunos casos, se recurre a quemarla junto con el rastrojo.
Ante el peligro y el riesgo de incendios que suponía la quema de rastrojos, la administración pública decidió eliminar dicha práctica. Durante los años ochenta del pasado siglo, la Diputación de Álava facilitó la adquisición y el uso de máquinas picadoras de paja, que esparcen lo picado por la pieza para facilitar su putrefacción. Por otro lado, decidió regular las quemas de rastrojos en los casos en los que su práctica era inevitable. Se regula tanto la época de su ejecución (día y hora) como la forma de llevarla a cabo (control por guardas forestales, construcción de cortafuegos en los ''orillos, ''respeto al medio ambiente, etc.). Hoy es el día en el que la mayor parte de la paja se aprovecha y el resto se pica.
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