Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Vendimia tradicional en la vertiente mediterranea

1052 bytes añadidos, 08:15 19 jun 2018
sin resumen de edición
Se procuraba coger en primer lugar el fruto que más peligro corría de perderse por causa de la lluvia. El cortar uva lloviendo, antes como ahora, es uno de los trabajos más desagradables al convertirse el terreno en un barrizal (''zatabarro ''en Moreda-A) y estar mojado el ramaje de las cepas.
Primero se vendimian las variedades blancas y luego las negras, y entre estas la primera, el tempranillo. Para cortar los racimos se usaban ganchos o corquetes20corquetes<ref>Gancho, ''mako ''o corquete en otras localidades de Navarra y Álava. Cuchilla de hierro en forma de ángulo recto o de semicírculo provista en un extremo de un mango de madera en el que se inserta la cuchilla. El filo es liso.</ref>. El trabajo era penoso. Cada peón escogía una hilera, ''renque'', de cepas e iba descargándolas de racimos progresivamente. Procuraban ir todos a la par, lo que suponía una ventaja para el amo, pues nadie podía descuidarse y quedar en evidencia su poca labor. A veces, por el frío se decía en Obanos (N) “que las manos se quedaban gancheras”.
La uva cortada se depositaba en terreras, cunachos, esportizos o cuévanos de mimbre21mimbre<ref>De boca y base circular unidos por un puente, que se adaptaban muy bien al lomo de la caballería y que hacían los gitanos. Hoy son de plástico.</ref>, y, llenados, se colocaban en los pasillos, y, desde aquí, los ''uveros ''o ''sacadores ''llevaban los canastos a hombros hasta unos comportones (o comportas)[[#ftn16|[16]]]<ref>Elaborados en los talleres de tonelería, en forma troncocónica, con la boca más ancha que la base, de más de un metro de altura y cinchado con cellos de hierro para sujetar las maderas o duelas que lo constituían. A estos sustituyeron otros con la misma forma pero de goma negra, más manejables por su ligereza. Generalmente eran de boca circular, pero también los había de boca ovalada para ser transportadas con más facilidad de dos en dos a lomos de animal de carga, aparejado con el baste y una almohadilla para evitar roces innecesarios (estas últimas eran de uso común en Rioja Alavesa). Para cargar las comportas se necesitaban varios hombres fuertes, pues tenían una capacidad de entre 80 a 100 kilogramos. En San Martín de Unx y Cintruénigo (N), apretaban la uva contenida en su interior con el ''mazo pisón ''para aumentar su capacidad (mango con un cilindro de madera muy pesado en su base que se manejaba con ambas manos de arriba-abajo). En Moreda (A) las comportas se hacían con madera de chopo y días antes de vendimiar comportas y camportillos (estos más ligeros para recoger la uva junto a las ''renques ''de la viña) se llenaban con agua con la finalidad de que sus maderas se hinchasen y sus duelas quedasen prietas, bien ajustadas. De esta forma al echar la uva en plena vendimia dentro del camportillo el caldo o zumo de las uvas no se colaba fuera de él.</ref>, o barriles, situados en los remolques de los tractores, aunque hasta la década de 1940 los comportones se ponían sobre los lomos de caballerías (por lo general burros dada su resignación y manejabilidad) que iban pasando entre las cepas y luego sesacaban a los carros y a las galeras con que se transportaban a la bodega (si se trataba de bodegas domésticas se dejaban en la sombra, Aoiz (N). En Cárcar (N) la uva era transportada a lomo de caballerías sobre ''anganillas ''de mimbre colocadas sobre su baste y eran conducidas a la bodega por mujeres.
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
 
Hasta mediada la década de 1960 las comportas eran de madera, pero a partir de entonces fueron sustituyéndose por otras de hierro y de goma, que quedaron en desuso al optar por arrojar los racimos a granel sobre lonas colocadas encima de los remolques y, ya más recientemente, sobre la pala de los tractores (Artajona-N) o una ''bañera ''o remolque especial, que tiene la ventaja de que se abre fácilmente para descargar la uva en la bodega y no pierde líquido durante el transporte (Viana-N, Moreda-A). Se descargaba la uva de los remolques mediante arpillas de hierro. El momento de espera para la entrega de la uva era aprovechado por los agricultores para charlar animadamente y desatar las comportas.
 
En Moreda (A), al mediodía, los vendimiadores hacían una sartenada o rancho para todos los que estuvieran vendimiando, ya que a cortar uva se iba para todo el día y se comía en el campo. Hoy, esta costumbre va decayendo, pues algunos vendimiadores prefieren ir a comer a casa y luego echarse un café en el bar del pueblo.
 
Llegada la uva a la bodega, las tareas siguientes eran medir el grado de azúcar del grano, pesar la uva y pasarla a las vagonetas y a la tolva que la conduciría al lagar.
sacaban a los carros y a las galeras con que se transportaban a la bodega (si se trataba de bodegas domésticas se dejaban en la sombra, Aoiz (N). En Cárcar (N) la uva era transportada a lomo de caballerías sobre ''anganillas ''de mimbre colocadas sobre su baste y eran conducidas a la bodega por mujeres.
Hasta mediada la década de 1960 las comportas eran de madera, pero a partir de entonces fueron sustituyéndose por otras de hierro y de goma, que quedaron en desuso al optar por arrojar los racimos a granel sobre lonas colocadas encima de los remolques y, ya más recientemente, sobre la pala de los tractores (Artajona-N) o una ''bañera ''o remolque especial, que tiene la ventaja de que se abre fácilmente para descargar la uva en la bodega y no pierde líquido durante el transporte (Viana-N, Moreda-A). Se descargaba la uva de los remolques mediante arpillas de hierro. El momento de espera para la entrega de la uva era aprovechado por los agricultores para charlar animadamente y desatar las comportas.
Estas prácticas han cambiado con el paso del tiempo: de los sistemas tradicionales manuales se pasó progresivamente a la mecanización del proceso. En Moreda San Martín de Unx (N) la conversión de la uva en vino ya se hallaba totalmente mecanizada sobre 1920. La generalización progresiva de las viñas en espaldera con cosechado de alta tecnología<ref>Las máquinas cosechadoras vendimian las viñas en espaldera a razón de 10 robadas por hora. Tras la recogida de la uva hay que limpiarlas con agua a presión con manguera.</ref> mediante aspiración del grano determinó una bajada importante de los temporeros venidos de Portugal en las localidades de Mendavia y Viana (AN)acogidas a la denominación Rioja, y su sustitución, debido a la crisis de la década 2010, al mediodíapor temporeros andaluces, si bien en número mucho más reducido. Tenemos datos de lo que percibían los vendimiadores hacían una sartenada o rancho para todos los peones que estuvieran vendimiando, ya que a cortar uva se iba contrataban en San Martín de Unx (N) para todo el esta labor: 5 ptas./día antes de 1940 y 1200 ptas./día en 1978, más la ''costa'', que incluía alimentación y cama. Muy pocas robadas se comía siguen cosechando ahora a mano<ref>En estas localidades llegaron a instalarse campamentos de temporeros, de hasta 2000 personas en Mendavia elaño 2000. En 2010 su número se había reducido a 31. R. ARAMENDÍA. “Estella. La mecanización de la viticultura pone fin a la época de los temporeros” in ''Diario de Navarra''. Pamplona: 18 de octubre de 2013. Disponible en: http://www.diariodenavarra.es/.</ref>.
20 Gancho, ''mako ''o corquete en otras localidades de Navarra y Álava. Cuchilla de hierro en forma de ángulo recto o de semicírculo provista en un extremo de un mango de madera en el que se inserta la cuchilla. El filo es liso.
21 De boca y base circular unidos por un puente, que se adaptaban muy bien al lomo de la caballería y que hacían los gitanos. Hoy son de plástico.
campo. Hoy, esta costumbre va decayendo, pues algunos vendimiadores prefieren ir a comer a casa y luego echarse un café en el bar del pueblo.
Llegada la uva a la bodega, las tareas siguientes eran medir el grado de azúcar del grano, pesar la uva y pasarla a las vagonetas y a la tolva que la conduciría al lagar.
[[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image001.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.505cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || de vendimiar comportas y camportillos (estos más ligeros para recoger la uva junto a las ''renques ''de la viña) se llenaban con agua con la finalidad de que sus maderas se hinchasen y sus duelas quedasen prietas, bien ajustadas. De esta forma al echar la uva en plena vendimia dentro del camportillo el caldo o zumo de las uvas no se colaba fuera de él. |- |}]]Estas prácticas han cambiado con el paso del tiempo: de los sistemas tradicionales manuales se pasó progresivamente a la mecanización del proceso. En San Martín de Unx (N) la conversión de la uva en vino ya se hallaba totalmente mecanizada sobre 1920. La generalización progresiva de las viñas en espaldera con cosechado de alta tecnología[[#ftn17|[17]]] mediante aspiración del grano determinó una bajada importante de los temporeros venidos de Portugal en las localidades de Mendavia y Viana (N) acogidas a la denominación Rioja, y su sustitución, debido a la crisis de la década 2010, por temporeros andaluces, si bien en número mucho más reducido. Tenemos datos de lo que percibían los peones que se contrataban en San Martín de Unx (N) para esta labor: 5 ptas./día antes de 1940 y 1200 ptas./día en 1978, más la ''costa'', que incluía alimentación y cama. Muy pocas robadas se siguen cosechando ahora a mano24.
Volviendo al pasado, diremos que una vez terminada la vendimia, los chicos y la gente que no tenía viñas, o necesitada, iban a ''racimar'', repasar las viñas, es decir, recoger los racimos que se habían dejado olvidados o por ser pequeños, para comerlos, hacer con ellos vinagre o un vino de calidad regular.
Antes de iniciar la vendimia había que comprobar cómo estaban las comportas de madera (más tarde de goma), las espuertas, terreras y otros útiles necesarios. Especialmente importante era, en fechas previas a la vendimia, la limpieza de los lagos y de las cubas de la bodega, a golpe de manguera. También había que prever
 
24 En estas localidades llegaron a instalarse campamentos de temporeros, de hasta 2000 personas en Mendavia el año 2000. En 2010 su número se había reducido a 31. R. ARAMENDÍA. “Estella. La mecanización de la viticultura pone fin a la época de los temporeros” in ''Diario de Navarra''. Pamplona: 18 de octubre de 2013.
 
Disponible en: http://www.diariodenavarra.es/.
127 728
ediciones