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Muchos de los juegos no requerían de un local o un recinto especial. Se practicaban en la chabola de los pastores, en sus alrededores, o en pleno campo, en el lugar donde se encontraran en ese momento. Pero había algunos juegos, sobre todo los que se establecían entre varios pastores o entre grupos de pastores, que al parecer se desarrollaban antiguamente en terrenos habilitados o especialmente indicados para ello. Han llegado a nuestros días, por ejemplo, noticias de algunos lugares en que se entablaban competiciones de pelota llamados ''pelotalekuak'', con relatos de partidos jugados por los antepasados de los informantes, pero que ya llevan al parecer muchos años sin ser utilizados. No pasan en la actualidad de ser meras referencias toponímicas<ref>José ZUFIAURRE. «Sierra de Aralar» in ''Pyrenaica''. Nº 110 (1978) pp. 12-13. Alejandro EZCURDIA; José Ignacio LASA. «El pastoreo en la zona de Urbía-Oltze» in AEF, XV (1955) p. 166.</ref>.
También se consignan en algunas zonas datos sobre piedras especiales (restos de menhires o rocas relacionadas en la actualidad con narraciones legendarias) usadas según los testimonios para pruebas de fuerza o de agilidad extraordinaria (''Probarri ''o ''Saltarri ''en Aralar), pero que ya no se han utilizado en mucho tiempo. Hay asimismo topónimos del tipo ''Palankaleku'', como ya se verá más abajo, que indican la posible existencia de un lugar de pruebas de lanzamiento de palanca o barra.
