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Vendimia tradicional en la vertiente mediterranea

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=== Elaboración doméstica tradicional ===
Antes de iniciar la vendimia había que comprobar cómo estaban las comportas de madera (más tarde de goma), las espuertas, terreras y otros útiles necesarios. Especialmente importante era, en fechas previas a la vendimia, la limpieza de los lagos y de las cubas de la bodega, a golpe de manguera. También había que prever la salida del vino que quedaba de la cosecha anterior. En la mayor parte de las casas antiguas de los pueblos se conservan unas pequeñas ventanas casi a ras de suelo de la calle que se corresponden con las viejas bodegas por donde introducían la uva al lago<ref>Véase también “Lagos y bodegas” in ETNIKER EUSKALERRIA, . ''Casa y familia en Vasconia'', op. cit.Bilbao: 2011, pp. 699-701.</ref> (''laco'', ''aco'', ''llano ''en el Valle de Lónguida-N), depósito de planta rectangular o cuadrada, de piedra o cemento, colocado cerca de la entrada de la vivienda, o en su parte posterior, conectado con estas ventanas. A falta de este tipo de depósito, en Berganzo (A), se empleaba como lagar una cuba de madera cortada horizontalmente por la mitad.
En el valle del Ebro, cuando la casa era grande, se metían los carros con las comportas hasta dentro y aquí se descargaban a hombro. En Viana (N) y Berganzo (A) los racimos se echaban directamente al lago y permanecían en él, antes de su pisado, durante 8 o 10 días para que fermentasen.
== Garapitero ==
El control de la carga impositiva era tarea del ''garapitero'', quien por un tanto alzado arrendaba y cobraba cierto derecho municipal llamado garapito (antiguamente ''carapito''), palabra que proviene de una medida antigua, el cántaro o cuarta de galleta<ref>El garapito es una medida tradicional de capacidad para líquidos, usada en Navarra desde la Edad Media. Equivalía a 1/16 de coca, 1/12 de docena, 1/6 de comporta, 1/4 de galleta; y comprendía 4 cuarterones, 8 medios cuarterones, 16 pintas, 32 medias pintas o 64 cuartillos. En términos actuales suponía 11.77 litros. Vide: Luis Javier FORTÚN; Javier ZABALO in ''Gran Enciclopedia Navarra''. Tomo III. Pamplona: 1990, p. 99, voz Carapito; José María IRIBARREN in ''Vocabulario navarro, ''op. cit.Pamplona: 1977, p. 267, voz Garapito y Ángel J. MARTIN in ''Gran Enciclopedia Navarra''. Tomo VIII, op. cit.Pamplona: 1990, p. 283, voz Opilarinzada.</ref>. En realidad, el garapito era un arbitrio o impuesto sobre la exportación, que gravaba las operaciones de medición y carga de vinos, vinagres y aguardientes que se extraían de la localidad (término usado en la Ribera y Zona Media de Navarra, que en algunas poblaciones también navarras recibía el nombre de ''opilarinzada'') y, por extensión, el servicio municipal mismo que facilitaba las operaciones de venta y exportación de los líquidos sujetos al pago, toda vez que el rematante del arriendo (garapitero) quedaba obligado a mostrar a los compradores las bodegas o almacenes donde hubiera líquidos para la venta e inspeccionar, en su caso, la medición con las vasijas o medidas oficiales, llevando la cuenta de lo medido, e incluso a liar y cargar los envases. Igualmente solía quedar obligado a prestar los útiles necesarios para la práctica de dichas operaciones, como eran los pellejos (odres), envasadores, escalera, cuerdas, etc. En Cintruénigo (N), el garapitero se ayudaba en su contabilidad de una tabla de madera con 100 agujeros con la que iba sumando los cántaros que iban trasegándose, y cuando la suma llegaba a 10 gritaba “¡¡y van 10!!”, entonces otro empleado o él mismo colocaba un palito de sarmiento en dicha tabla y así se sabía cuantas cántaras o carapitos habían salido hasta el momento. Popularmente se consideraba que la tarea del garapitero exigía preparación, se supone que por la contabilidad que había de llevarse. Por eso, una mujer de Obanos (N) alabando lo despierto que era su hijo, dijo: ”¡Umm…este hijo mío qué listo, qué listo es, lo menos ha de ser obispo, umm... lo menos médico, lo menos garapitero ha de ser!”.
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