Cambios

Muros con entramados de madera

107 bytes añadidos, 09:52 26 oct 2018
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En cuanto al motivo de esta forma constructiva, las razones son dos: la ligereza y la economía. El entramado es una pared liviana que se construye fácilmente y con poco gasto, por eso no resulta apta para climas fríos o cálidos o en edificaciones sólidas. Ya en los años que Urabayen escribió esto estaba desapareciendo en Navarra. Porque a medida que la vivienda se hacía más confortable se convertía en más sólida por lo que el entramado no cumplía tan bien sus fines como la piedra o el ladrillo.
La ligereza de la pared del piso en saledizo le permite avanzar sobre la línea de la fachada, haciendo ganar al piso en extensión sin necesidad de adelantar proporcionalmente desde el suelo las paredes laterales y la de la fachada. Eso supone un ahorro de materiales. Por otra parte, la facilidad con que se construye una pared de entramado supone un ahorro de trabajo comparado con el que necesita una pared de piedra o de ladrillo. Éstas serían razones que abonasen la hipótesis de ser el piso en saledizo una forma extraña en Navarra, en primer lugar porque al ser tan poco saliente se pierde una de las principales ventajas de este tipo de construcción, el aumento del espacio disponible. En segundo lugar el navarro prefiere los materiales sólidos, aunque sean pesados, a los ligeros. Puede por tanto más el deseo de solidez que la ley del menor esfuerzo. Por lo que a pesar de las ventajas constructivas del entramado, a finales de los años veinte se prefería ya la pared de piedra o la de ladrillo<ref>Leoncio URABAYEN, . ''La casa navarra. De arquitectura popular'', op. cit.Madrid: 1929, pp. 80-93.</ref>.
Originalmente las construcciones de este tipo tenían los huecos entre los entramados cubiertos por tablones y sólo más tardíamente se sustituyeron por ladrillo.
[[File:2.141 Cerramiento de madera y ladrillo de Tejamana. Gaztelua auzoa Abadiño (B) 2005.JPG|frame|Cerramiento de madera y ladrillo de Tejamana. Gaztelua auzoa, Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Según Urabayen las viviendas construidas con tablas, aunque no faltaban en Navarra eran raras. Según este autor eran contadísimos los casos en que la tabla se empleó para cerrar la vivienda y sólo por alguna imposición extraordinaria se pueden explicar los mismos. Así sucedía con algunas construcciones de los alrededores de Pamplona, que se erigieron en tiempos en que esta ciudad era una plaza fuerte y las necesidades defensivas obligaban a impedir que se levantasen edificaciones sólidas cerca de las fortificaciones y sólo se concedían permisos para construcciones ligeras. Pero también había alguna vivienda de tablas que no debía su origen a esa causa. Más corrientes eran las construcciones parciales de tabla. Así en la región del Bidasoa hay algunas viviendas cuyo cuerpo superior es de este material<ref>IbidemLeoncio URABAYEN. ''La casa navarra. De arquitectura popular''. Madrid: 1929, pp. 95-96.</ref>.
En Ataun (G) se constató en los años treinta del siglo XX una razón de por qué los entramados se fueron sustituyendo por estructuras más sólidas tal y como se ha recogido en ejemplos anteriores. En las construcciones con entramado más antiguas el entresuelo se destinaba en parte para habitación humana y en parte para estancia del ganado, y el piso, ''ganbarea'', servía para guardar la cosecha del campo. La fachada de estas casas se solía cerrar con pared en la parte correspondiente al entresuelo y en lo restante con tabla. Como se introdujo entre los moradores de estas casas la costumbre de construir nuevos dormitorios en el piso, el tablado del lienzo exterior de la fachada fue sustituido por pared de piedra en la extensión que ocupaban los nuevos dormitorios.
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