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Navarra4

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En la última planta se halla el desván, que normalmente sirve como henil, ''xabea'', y también como trastero.
[[File:FIGURA2.png244 Andresena. Aria 1975.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURAAndresena. Aria, 1975. Fuente: Miren Ynchausti, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Mezkiritz casi todas las casas tienen en la planta baja las cuadras, ''estrabiliak'', para los animales. En la primera planta vive la familia y se sitúa la cocina y los dormitorios. La tercera planta, el camarote, se llamaba ''agoztegia''. Las casas de las familias pudientes suelen colocar escaleras exteriores hasta el pajar al que acceden por una gran puerta que está bajo el tejado.
En Luzaide/Valcarlos las casas son de dos plantas y un desván bastante bajo. La entrada tiene dos puertas a derecha e izquierda para dar paso a la cocina y a otra dependencia paralela a ella. El arranque de la escalera está al fondo y a veces se abre otra puerta si se trata de un caserío más grande. Además de contar con recocina, la dependencia paralela a la cocina se destina a usos diversos: Hay caseríos que la utilizan como comedor y sala noble; otras veces se destina a usos comunes tales como almacén de herramientas o granero; finalmente en casos aislados se compaginan ambas aplicaciones por medio de una gran puerta corredera que habitualmente actúa de tabique entre el comedor y la sala auxiliar. En ocasiones solemnes y fiestas familiares se convierte en una gran sala donde tienen cabida numerosos invitados (caserío Bidart). El primer piso consta normalmente de cuatro habitaciones y el paso central, que es una dependencia importante de la casa.
[[File:FIGURA2.png245 Bidart. Luzaide/Valcarlos 1970.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURABidart. Luzaide/Valcarlos, 1970. Fuente: Archivo particular José M.ª Satrustegui.]]
== Área subpirenaica meridional. Zona Media ==
Otra puerta de madera situada en el pasillo daba acceso a las escaleras que llevaban al desván o ''sabaiao'', donde se almacenaba el maíz, la hierba, etc.
[[File:FIGURA2.png246 Casa de Eugi 2000.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de Eugi, 2000. Fuente: José Huarte, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Izal en la planta baja se sitúa la entrada desde la que también se accede a las cuadras. Una escalera conduce a la planta primera donde un amplio paso, que permite acoger la comida de algunas celebraciones, da acceso a la cocina y a los diferentes dormitorios, y desde aquí se sube al ''sabaiao''. El baño se introdujo posteriormente, reformando alguno de los cuartos.
A finales del segundo decenio del siglo XX Barandiaran efectuó una pequeña encuesta en Gorriti, perteneciente al municipio de Larraun. Aquí, la planta baja, que recibe el nombre de ''ikullue'', estaba destinada a establos y cuadra. En el piso principal se situaban la cocina y los dormitorios. El segundo piso se utilizaba para granero y pajar, conociéndose como ''ganbara''.
[[File:FIGURA2.png247 Casa Ballaz. Izal 2000.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa Ballaz. Izal, 2000. Fuente: Roberto Urtasun y M.ª Asunción Palacios, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Izurdiaga las casas antiguas son las más características y constan de planta baja y un piso. Sus piezas se distribuyen de la siguiente manera: En la planta baja se encuentran la cocina, ''sukaldie'', las pocilgas, ''txerrieidek'', las cuadras, ''bastardiek'', con vacas y caballos, y a veces el corral para las ovejas, ''borda''. En el primer piso las habitaciones, ''kuartuek''. Encima se halla el henil, ''ganboike'', para paja, hierba o patatas; suele haber un hueco, ''txurkillo'', por el que se arrojan las porquerías al establo.
El tercer piso se reducía a la parte central, cuyo suelo estaba a la altura del arranque del tejado y bajo la parte más alta de éste. Se subía por una empinada escalera de madera y debió estar en tiempos anteriores dedicado a palomar, ''usadurria'', y en los años en que se realizó la encuesta a desván.
[[File:FIGURA2.png248 Juankotorena. Juslapeña c. 1920.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURAJuankotorena. Juslapeña, c. 1920. Fuente: José Agirre, Sociedad de Eusko-Folklore (1925-29).]]
En el Valle de Elorz, la casa rural típica en las familias “de regular” o también de las llamadas “casas fuertes” tiene forma de sólido bloque y consta de planta baja y un piso, o dos en las mayores. A veces hay junto al edificio un añadido, un cubierto para la maquinaria agrícola y encima un almacén de forrajes o paja. Esta planta baja se dedica a corrales, cuadras, pocilgas y conejeras. En la planta baja suele situarse también la bodega donde se elabora el vino de consumo familiar. La cocina, la sala y las habitaciones se sitúan en la primera planta. También en Barañain las casas son de dos pisos: La bajera está destinada a establos o almacenes y el primer piso a vivienda. Antiguamente la bajera siempre era establo para poder tener los animales cerca y protegidos por la noche. Esta ubicación también contribuía a calentar la casa porque el calor de los animales ascendía hasta la vivienda y elevaba la temperatura a la vez que reducía la humedad.
Las casas nobles son edificios grandes, algunos enormes. Sus propietarios eran grandes terratenientes y ganaderos. Las casas cumplen funciones diversas y tienen una gran cantidad de dependencias. En la planta baja se abre la entrada con gran portal de piedra, casi siempre en el centro. En la entrada se inicia la caja de la escalera, generalmente de grandes proporciones y con hueco central. A los lados de la entrada suelen ir los lagos, con ventana a la calle para el vaciado de las comportas en que se transportaba la uva, y la bodega, raras veces al mismo nivel sino casi siempre debajo de los lagos. La cocina principal solía también estar en esta planta, aunque no faltan casos en que se construyó en el piso. En la zona trasera estaban emplazados el descubierto o patio, a veces porticado, y con grandes cuadras para el ganado de labor. El pozo no suele faltar en ninguna de estas casas, pero no tiene lugar fijo: los hay en las entradas, en los descubiertos e incluso en las cocinas.
[[File:FIGURA2.png249 Urrutia casa noble. Artajona 1970.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURAUrrutia, casa noble. Artajona, 1970. Fuente: José M.ª Jimeno Jurío, Grupos Etniker Euskalerria.]]
La vivienda de la familia ocupa el primer piso. Las mejores habitaciones dan a la fachada principal: el dormitorio del matrimonio y la gran sala-comedor, que se empleaba únicamente en ocasiones excepcionales. A veces existió la ''antesala'', con grandes puertas de cristal que se abrían en casos de mucha asistencia de personal, como podía ser un banquete de bodas. A principios del siglo XX se puso de moda en estas casas ricas la habilitación de la ''cocinilla''<ref>En las casas más ricas se habilitaron desde fines del siglo XIX unas dependencias soleadas llamadas la ''cocinilla''. Se construían empotradas en la pared, con los frentes de mármol, cerrándose el fogón con persianas metálicas. A cierta altura llevaban una repisa de mármol. En la boca del fogón se ponían los morillos para sostener la leña. Era una especie de cuarto de estar donde se hacía el chocolate para las meriendas.</ref> en una habitación soleada y abrigada. Sobre el porche del descubierto o en otra parte, un pasillo cubierto llamado solana, siempre orientado a la parte posterior y jamás a la calle, hasta tiempos más modernos. Con cierta independencia de las habitaciones señoriales hay en este piso una habitación llamada “los hornos” por el gran horno de cocer el pan. Sobre las cuadras está el pajar con ventana exterior para entrar la paja y una trampa por la que se hacía pasar la misma a la pajera, de donde se transportaba a los pesebres del ganado.
La disposición de las casas de labradores pudientes es fundamentalmente como las de los nobles: planta, piso con las dependencias más importantes junto a la fachada, y graneros en el segundo piso. Tienen todas lagar y bodega en la planta baja o bajo tierra; y en la parte trasera suelen ir las cuadras, con el pajar sobre ellas. No suele faltar el pozo ni el descubierto. El número de habitaciones es más reducido, la sala menos espaciosa y lujosa, carece de vivienda para la servidumbre y el horno es más reducido, ya que responde a las necesidades de la familia.
[[File:FIGURA2.png250 Casa de labrador pudiente. Artajona 1970.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de labrador pudiente. Artajona, 1970. Fuente: José M.ª Jimeno Jurío, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En cuanto a las viviendas de familias de jornaleros, predominan las casas que constan de planta baja y un solo piso. En la primera está la entrada y junto a ella el pequeño lagar, la bodeguita y la cuadra. En el piso, la cocina y unas pocas habitaciones. Carecen de granero. La cosecha de grano se guardaba en sacos en cualquier habitación. El aceite en una tinaja en la cocina. Otro tipo de casa consta de planta baja con entrada-cuadra para el borriquillo, pasillo y habitación en el primer piso, y cocina con una habitación reducida en el segundo.
Las viviendas de familias pobres, los llamados ''cachimanes'', son construcciones míseras de planta y un piso, o de sólo planta baja. En el primer caso, abajo está la cuadra-entrada, sin tabique de separación, y en el piso, la cocina y alguna habitación. En el otro caso, la vivienda suele reducirse a la cocina y dos habitaciones, con un espacio habilitado para cuadra del jumento.
[[File:FIGURA2.png251 Vivienda de familia pobre. Artajona 1970.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURAVivienda de familia pobre. Artajona, 1970. Fuente: José M.ª Jimeno Jurío, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Obanos la mayoría de las familias destinan la planta baja para guardar lo relacionado con su profesión, mayoritariamente agrícola; así encontramos en la ''entrada ''o ''portal ''el acceso a las cuadras, a los lagares, además de carros y todo tipo de maquinaria. Al mecanizarse la actividad agrícola se han producido adaptaciones y cambios: Se han convertido algunas de las estancias de la planta baja en asador para celebraciones y reuniones de familiares y amigos, las cuadras en garajes para coches, los lagares en almacenes de patatas, se han roto las paredes de los lagos donde antaño se pisaba la uva, etc. Prácticamente todas las casas tienen su bodega excavada por debajo del nivel de la calle, muchas de ellas utilizadas en los años setenta para el cultivo del champiñón, dado su peculiar microclima. La aireación se hace por unos pequeños vanos que pueden observarse casi a ras de calle en todas las casas.
El último piso es el desván, con diversos usos: granero, pajar, trastero, antiguamente horno de pan, a veces con un fogón y algún dormitorio, aumentando el número de estos últimos en función de las necesidades. En cuanto a los hornos, hoy no se conservan porque dejaron de utilizarse hace años.
[[File:FIGURA2.png252 Casa de Catalinchancho casa tipica de labranza. Obanos 1974.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de Catalinchancho, casa típica de labranza. Obanos, 1974. Fuente: M.ª Amor Beguiristain, Grupos Etniker Euskalerria.]]
== Zona meridional. La Ribera ==
En Murchante, donde se distinguen tres tipos de casas, el más sencillo lo constituyen las llamadas casas de “entre usted”, denominadas así porque “eran tan pequeñas que nada más saludar de la puerta ya tenías la sensación de estar dentro de ella”. Eran de planta baja y rectangular. Por la puerta de la fachada se llegaba a un pasillo que utilizaban tanto las personas como los animales. Por este pasillo central se accedía a la cocina, las habitaciones, llamadas ''cuartos ''y que eran dos como mucho, y al corral. La cocina a su vez comunicaba con una habitación que no tenía salida al pasillo y que se iluminaba a través de un pequeño ventanuco abierto en la pared. En mitad del techo del pasillo o de la cocina había una trampilla que daba a un minúsculo desván o ''falsa'', llamado ''cancel'', donde se guardaban los productos del tiempo como patatas, alubias, higos, etc., haciendo las veces de granero. El cancel tenía el techo con los maderos al descubierto, sin cielo raso, y se subía a él mediante una escalera de mano.
[[File:FIGURA2.png253 Casa de entre usted. Murchante 1997.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de “entre usted”. Murchante, 1997. Fuente: M.ª Carmen López, Grupos Etniker Euskalerria.]]
El corral, que se situaba al fondo del pasillo, era un patio con el suelo cubierto de paja y de superficie similar a la vivienda propiamente dicha. Nada más entrar en él se levantaba la cuadra, una construcción de adobe donde estabulaban la poca caballería que tenían, generalmente un burro o mulo. Y si quedaba algo de espacio se alzaba otra construcción: el granero, donde guardaban el grano. Al otro lado, junto a la pared de la vivienda, se levantaba la ''teinada''. Era un entramado de madera de un metro ochenta de altura más o menos cuyo esqueleto lo constituían varios troncos grandes verticales sobre los que se apoyaban otros horizontales. El espacio entre cada tronco horizontal se cubría por tablillas o troncos estrechos dispuestos en forma de retícula. Encima de este entramado, en el extremo más alejado de la casa, se colocaba la leña para el hogar –la teinada propiamente dicha– y debajo se cobijaban las cabras y gallinas, estas últimas subidas a unas tablillas sujetas en los troncos verticales. Allí también se guardaban los aperos de labranza. Al lado de la teinada se construía la cochiquera por lo que a menudo su tejado también servía para depositar la leña. Entre la fachada de la casa y el montón de leña se colocaba una cuerda para tender la ropa, y en verano, bajo la teinada, se reunían las mujeres en busca de sombra.
El segundo tipo de casas, “las casas de labradores”, se caracterizaban por “ser altas y estrechas, algunas como campanarios”. Solían tener uno o dos pisos y encima el granero. Por la puerta de la fachada se pasaba a una entrada en la que había unas escaleras de acceso a la vivienda y a la derecha la zona destinada a los animales: cuadra y corral.
[[File:FIGURA2.png254 Casa de labrador. Murchante 1997.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de labrador. Murchante, 1997. Fuente: M.ª Carmen López, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Al final del primer tramo de escaleras se llegaba a un pequeño descansillo o ''rellano ''con dos puertas, a derecha y a izquierda, pertenecientes a una habitación y a la cocina. Aprovechando el cajón de la escalera, algunas casas instalaban unas pequeñas repisas sobre las que colocaban los cántaros que utilizaban para buscar agua, razón por la que le llamaban ''cantarera''. Tras otro tramo de escaleras se llegaba a un nuevo descansillo con otras dos puertas por las que se entraba a dos cuartos. Finalmente, las menos tenían otro tramo de escaleras que daban al granero, formado por una o dos estancias. Allí guardaban el grano, separando el trigo de la cebada con unas paredes de obra que se levantaban aprovechando los ángulos de la habitación. También guardaban otros productos de la huerta, utensilios de trabajo, etc. Los que no tenían granero dejaban estos productos en la ''falsa ''o desván, cuyo tamaño era mucho mayor que el cancel, pero de las mismas características y a la que se subía por una escalera de mano. La distribución del corral en este tipo de casas apenas se diferencia del anteriormente descrito salvo en su tamaño que era algo superior.
El tercer tipo lo constituyen las “casas de labranza”. Pertenecían a los ricos hacendados de la localidad. Tenían dos puertas de entrada, la de la entrada principal por la que se accedía a la vivienda y la del lateral o de la parte trasera que daba paso a los corrales. La entrada de la vivienda era espaciosa y estaba separada del tramo de escaleras que conducía al primer piso por una puerta llamada ''puerta de zaguán''. Al final de estas escaleras había otra puerta, también llamada de zaguán, que comunicaba directamente con un pasillo central a cuyos lados se distribuían las distintas estancias. En la primera planta se ubicaba la cocina, la recocina, la galería, las salas o el cuarto de estar, el comedor y un despacho. Y en el segundo piso, al que de nuevo se accedía por otra puerta de zaguán, las habitaciones. Si la estructura inicial no había sido reformada, era frecuente ver alcobas, es decir, un comedor al que daban dos habitáculos donde se colocaban una cama y una mesilla. Estaban separados de la zona de comedor por unas cortinas y se ubicaban siempre frente a los balcones con el fin de que tuvieran luz natural. La recocina comunicaba a su vez con la cocina por una puerta. El corredor o galería también partía de la cocina o de algún pasillo y al final se encontraba el váter. El cuarto de estar era el lugar donde se reunía durante el día la familia si bien mientras hubo hogar en la cocina se prefirió comer allí. El comedor sólo se utilizaba cuando había invitados a comer. A los graneros se accedía por la zona destinada a los animales. Se encontraban en un segundo piso y lo formaban varias estancias donde almacenaban el grano. De los graneros se subía a una espaciosa ''falsa'', que en muchas casas terminaba con una ''linterna''. Allí, sobre una estructura de cañizo, ponían a secar algunos productos de la huerta.
[[File:FIGURA2.png255 Casa de labranza. Murchante 1997.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de labranza. Murchante, 1997. Fuente: M.ª Carmen López, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Independientemente del tipo de casa que se tratara solía haber en la planta baja un pequeño habitáculo donde se encontraba el pozo de agua, ya que en esta localidad las aguas subterráneas se encuentran a ras de la superficie. Le llamaban el ''cuarto del pozo''. Algunos se encontraban en el corral. Con la llegada del agua corriente, a comienzos de los años cincuenta del siglo pasado, desaparecieron estos cuartos.
Debajo del hueco de la escalera se situaba la alacena, que era una especie de despensa con una puerta de madera. En algunas casas del pueblo desde aquí se accedía a un sótano utilizado como bodega y almacén.
[[File:FIGURA2.png256 Casa de Elias Sesma. Melida 1997.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACasa de Elías Sesma. Mélida, 1997. Fuente: M.ª Luisa García, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En la planta baja se sitúa también el corral, al que se llegaba desde la misma vivienda por un pasillo que comunicaba con la entrada. En algunas viviendas este espacio era aprovechado para situar el gallinero. También había un acceso directo al corral por la parte de atrás de la casa mediante una gran portalada que antaño era de madera y ahora de metal. El corral podía ser de planta rectangular o cuadrada. Constaba de un amplio espacio abierto y una serie de dependencias alineadas en uno o más laterales: Un espacio a cubierto pero abierto para guardar el carro, situado lo más cerca de la portalada; las pocilgas; el pajar, que se situaba en la planta baja o más comúnmente en la primera planta sobre las pocilgas. Cuando estaba en la planta baja, se organizaba en dos espacios, una parte alta y otra inferior, separadas por una tarima de madera. Era habitual que en el espacio inferior hubiera pequeñas dependencias como de un metro de altura con una puertecita de madera en la que se dejaba a las cerdas parturientas o a los gorrines. Cuando el pajar era en alto siempre tenía una gran ventana que comunicaba con la trasera de la casa y que servía para cargar la paja.
En esta población, cuando se comenzaron a construir las “casas baratas” se edificaron viviendas de una o dos plantas. La baja tenía mayor amplitud, con puerta de entrada para la casa y portón para los animales, carros, etc. Las que contaban con una segunda planta la dedicaban a habitaciones.
[[File:FIGURA2.png257 Cueva de Sabina Urmeneta. Valtierra 2000.JPG|frame|RTENOTITLE_FIGURACueva de Sabina Urmeneta. Valtierra, 2000. Fuente: Archivo y Registro de las cuevas de Valtierra, Ayuntamiento de Valtierra, 1999, ficha 105-106: Rebeca Rodrigo y Elena Ripalta.]]
En Valtierra a primeros del siglo XX también se construían manzanas de casas unas junto a otras formando calles, generalmente de tres plantas, con la parte “mejor”, la más noble, hacia la fachada y la parte del corral, la cuadra, etc., hacia atrás, dando a una calle menos importante, o al menos al lado de la puerta principal si no se tenía salida por detrás.
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