127 728
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
En Gorozika (B) cuando se tenía cerrado el lagrimal, ''negar-zuloa'', y el ojo lagrimeaba, se acudía al médico para que lo abriese.
Iribarren recogió que las mujeres, para sanarse las rijas, llevaban consigo una sabandija. Se colgaban al cuello un canuto de lata agujereado, dentro del cual había una lagartija viva. A medida que el animalillo se debilitaba por el hambre, se secaba la rija<ref>José Mª IRIBARREN, . ''Retablo de curiosidades...: zambullida en el alma popular'', op. cit.Zaragoza: 1940, pp. 73-74.</ref>.