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El parto. Haur-egitea

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La encuesta del Ateneo, realizada a principios de siglo, también constató la costumbre de que las mujeres parieran sentadas sobre las rodillas del marido o de otra persona. Se decía que las obligaban a dar a luz apoyadas en otras personas con objeto de adelantar y facilitar el parto<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 277.</ref>.
En Gatzaga (G) dicen que antaño, en el momento de dar a luz, la parturienta se sentaba en una silla baja o en el peldaño de la escalera o simplemente se ponía en cuclillas asiéndose al cuello del marido que permanecía a su espalda sosteniéndola. También se consideraba idóneo el peldaño del hogar ya que sentada en el mismo podía agarrarse a la chimenea. Al recién nacido se le recogía con un cedazo<ref>Pedro M<sup>a</sup> ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX ''. San Sebastián, 1986, p. 46.</ref>.
En Amorebieta-Etxano (B) conocieron una partera que tenía un sillón de lona para los partos que se tensaba más o menos según los casos. En Bermeo (B) según algunos viejos antiguamente las mujeres daban a luz sentadas en un sillón.
En Garde (N) para que el dolor del parto fuera más llevadero se le daba canela. Se preparaba poniendo esta especia en agua y dejándola hervir durante dos minutos, se esperaba a que se enfriase manteniendo el recipiente tapado para que no se evaporase el contenido, después se colaba y se le daba a tomar.
En Zerain (G) para que soportase mejor los dolores del parto se le daba a tomar un poco de café con unas gotas de coñac y en Zeberio (B) anís o coñac o vino dulce y en Gatzaga (G) un vaso de vino bien azucarado<ref>Pedro M<sup>a</sup> ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX ''. San Sebastián, 1986, p. 46.</ref>. En la primera localidad guipuzcoana la madre sujetaba las manos de la parturienta dándole ánimos o bien se le dejaba que estrujase un pañuelo entre los dedos. En algunos casos se ataba una cuerda de un lado al otro de la cama para que pudiese asirse con ambas manos al realizar los esfuerzos. En Oñati (G) se le facilitaba un palo para que lo agarrase e hiciese fuerza.
En Portugalete (B) durante el parto la parturienta se asía a la cabecera de la cama o bien era sujetada de las manos por las ayudantes de la partera; en algún caso se agarraba a una toalla sujeta a su vez por otra persona para así hacer fuerzas.
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