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APARECIDOS Y ANIMAS ERRANTES. ARIMA HERRATUAK

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Uno de los temas más recurrentes y universales en las narraciones populares relacionado con la muerte es el de los aparecidos, las ánimas de difuntos que se hacen presentes en esta vida, con su mismo cuerpo o bajo otro aspecto, y dan cuenta de su penare penar<ref></ref>.
En Vasconia se recogen desde antiguo referencias a los aparecidos. José Miguel de Barandiarán consideró que la creencia en los difuntos se ha mantenido tanto en cuanto se ha aceptado tradicionalmente una concepción animista del mundo. Dejando a un lado narraciones etiológicas que explican los genios de los astros, la tierra, meteoros y otros fenómenos naturales, también se da cuenta por esta vía de devociones populares y creencias contemporáneas, como las que consideran hermanas a diferentes imágenes de la Virgen. Las antiguas creencias erigidas en torno a piedras o estelas funerarias se explican en muchas ocasiones a partir de leyendas relacionadas con los difuntos[[#ftn2|[2]]]<ref></ref>. Indica tam- bién también Barandiarán que ciertos caracteres de los aparecidos (aspecto en forma de sombra o espectro, etc.) parecen revelar una influencia de la concepción que en la Roma antigua tenían sobre las almas[[#ftn3|[3]]]<ref></ref>.
Estas pervivencias de la concepción animista del mundo en las descripciones etnográficas actuales no son más que retales de un paño que en un pasado fue sin duda más rico y colorido. Por ello y en la medida en que las nuevas generaciones abandonan la creencia en estos visitantes de ultratumba, no será fácil distinguir en muchas ocasiones la frontera entre relatos sobre aparecidos y otras descripciones legendarias o mitológicas.
 {| style="border-spacing:0;width:15.584cm;"|- style="border:none;padding:0cm;"|| RITOS FUNERARIOS EN VASCONIA |-|}En las recopilaciones de narraciones populares, y en las encuestas realizadas en la actualidad (años 80), abundan los casos donde estos hechos se confunden con obras de genios malignos (''(parte txarrekoak'', ''gaiztokoak'', ''beste mundukoak'',...) ''y muchas de las características y actividades de los aparecidos son muy similares a las de otros seres mitológicos (los gentiles, las lamias, etc.). Su tiempo de acción es también, la mayoría de las veces, la noche. En más de una ocasión aparece en labios de ánimas la expre- Sión expresión típica de estos númenes nocturnos: «''«gauba gauba gaubezkoentzat eta eguna egunezkoentzat», egunezkoentzat''», la noche para los seres de la noche y el día para los seres del día.
De aquí surge también, en cierta medida, la diversa consideración que estas apariciones tienen en los relatos populares. La gradación puede extenderse desde el caso de un testigo de la aparición que acepta el hecho con toda normalidad y se dirige al difunto como si no hubiera ocurrido nada extraordinario, hasta los supuestos en que la malignidad y perversión del aparecido producen un temor exacerbado e incluso acarrean la muerte del testigo.
Es precisamente el hogar familiar y su entorno más próximo el escenario principal de las apariciones. Estancias de la casa como la cocina, el granero, los dormitorios, o la escalera interior adquieren gran preponderancia.
Ya observa Barandiarán que existen muchas concordancias entre los relatos de aparecidos y las historias de visitantes nocturnos de la vivienda familiar, geniecillos muchas veces benignos (''(saindi-maindiak'', ''etxajaunak, '', etc.), que muestran su disgusto si las brasas del hogar se apagan o si la vajilla utilizada en la cena no se ha limpiado o retirado[[#ftn4|[4]]]<ref></ref>. Muchos ritos de apilamiento de las cenizas y rescoldos del fuego bajo o adecentamiento de la cocina se relacionan actualmente con la vuelta al hogar de los difuntos. Estos, además, generalmente suelen introducirse en la casa a través de la chimenea.
Otros escenarios que adquieren importancia son los recintos que, junto a la casa, se consideran lugar de descanso de los difuntos. De ahí que tanto las iglesias como los cementerios sean también lugares frecuentes de apariciones o acciones de ánimas.
A su vez, y tal como sucede en otros relatos mitológicos, marcos habituales de éstos como el bosque, los caminos o los cruces de rutas sirven también como fondo a muchas manifestaciones nocturnas de ánimas[[#ftn5|[5]]]<ref></ref>.  En cuanto a la pervivencia de estos relatos, debemos señalar que está acorde con el mantenimiento de los otros elementos de la imaginería narrativa de la cultura tradicional.       
En cuanto a la pervivencia de estos relatos, debemos señalar que está acorde con el mante- nimiento de los otros elementos de la imaginería narrativa de la cultura tradicional.
Muchas de estas narraciones o cuentos de aparecidos mantienen gran número de índices que nos muestran unas referencias bastante alejadas en el tiempo. Se recogen en ellos locuciones y denominaciones que hoy podemos considerar arcaísmos (expresiones y tratamientos en desuso, fórmulas de conjuro, léxico de modos de vida en vías de desaparición como «estadio» [medida de longitud], «robo» [medida de grano], etc.), usos de objetos vinculados a ritos tradicionales (las velas, el ramo de laurel, etc.),...
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