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En ambos casos estas refecciones se desarrollaban con un ceremonial acomodado a las prescripciones de un ritual, lo cual ha llevado a algunos autores a considerarlos como banquetes o ágapes fúnebres de remoto origen<refdiv style="margin-left:0cm;">Bonifacio ECHEGARAY. “Significación jurídica de algunos ritos funerarios del País Vasco” in RIEV, XVI (1925) pp. 102 y ss. Barandiarán por su parte matiza que las refecciones o comidas funerarias “hoy no tienen el contenido místico de antaño”. Vide José Miguel de BARANDIARAN. ''Estelas funerarias del País Vasco''. San Sebastián, 1970, p. 29.</refdiv>.
Pierre Lafitte describía en esta forma los ritos del ágape funerario que, a la muerte de su abuelo, presenció en la localidad suletina de Ithorrotze en el año 1911.