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Tipos de tejado

11 342 bytes añadidos, 07:58 20 abr 2017
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El tipo de 40 a 50º se extiende próximamente desde Espinal a la frontera con Huesca, ocupando las altas tierras pirenaicas del curso superior de los ríos Urrobi, Irati, Salazar y Ezca.
[[File:Fig. 98. Zonas de inclinación.jpeg|frame|Fig. 98. Zonas de inclinación predominante de las cubiertas de las viviendas de Navarra.|link=]]
El tipo de 20 a 40º se halla al oeste y sur de la zona anterior, y su límite meridional sigue en términos generales el curso del río Ega hasta Estella, buscando luego el del Arga hasta Ibero y continuando por él hasta Huarte, de donde marcha hacia Urroz en dirección a Domeño.
Los constructores de estas cubiertas han dado solución a estos inconvenientes ideando vertientes de doble pendiente, una, la más fuerte, a partir del caballete y la segunda, menos inclinada, cerca de los aleros. “Consiguen con esto disminuir el declive de la cubierta, lo cual la hace más económica, pero sin que pierda su eficacia para expulsar la nieve, pues la situada sobre la parte más inclinada, la del caballete, empuja con su peso a la que se halla en la parte menos inclinada, hasta que por deslizamiento el tejado queda libre del peso de la nieve en su parte más propicia a los hundimientos, la central. Así se explica la práctica corriente en Isaba (curso superior del Ezca) de emplear la teja plana en la pendiente más fuerte de la cubierta y la teja curva en la parte menos inclinada, donde únicamente podría sostenerse. Sin embargo, esta disposición constructiva no es general en la zona de cubiertas con la inclinación de 40 a 50º. Sólo se ve empleada en los valles de Salazar y Roncal (cursos superiores de los ríos Salazar y Ezca, respectivamente)” <ref>Ibidem, pp. 48, 51-54.</ref>.
[[File:Fig. 99. Tejado con vertientes de doble pendiente. Belagua (N), 1997.jpeg|frame|Fig. 99. Tejado con vertientes de doble pendiente. Belagua (N), 1997.|link=]]
A juzgar por los datos obtenidos de nuestras encuestas son dominantes los tejados con una inclinación de unos treinta grados. Así se ha constatado en Moreda, Valdegovía, Valle de Zuia (A), Andraka, Orozko, Valle de Carranza (B), Beasain, Berastegi, Elosua, Hondarribia, Oñati, Zerain (G), Aintzioa y Orondritz, Artajona, Barañain, Lezaun, Mirafuentes, San Martín de Unx y Viana (N). Conviene tener en cuenta que si la pendiente es demasiado pronunciada se corren las tejas mientras que si es escasa se embalsa el agua y provoca goteras.
En Isaba, Urzainki y Uztarroz (Valle de Roncal-N) los tejados tienen unos 50º de inclinación hacia el hastial. En Aria (N) normalmente son a dos aguas y presentan una gran inclinación a causa de la lluvia y de las grandes nevadas invernales. En Eugi (N) tienen una fuerte inclinación, aunque no tan acusada como en el área pirenaica, para hacer frente a la elevada pluviosidad. En Mezkiritz (N) cuatro o cinco casas tienen tejados muy empinados, en ellas la nieve se desliza hacia la parte delantera y trasera, nunca queda retenida encima. En este sentido son como las de Aurizberri. Sin embargo hay otras casas en las que la nieve permanece en el tejado durante una semana. En Liginaga (Z) tienen sus vertientes muy inclinadas.
[[File:Fig. 100 (a, b y c). Diferentes grados de inclinación del tejado. Muy acusado en Zunharreta (Z), 1997; de inclinación media en Garai (B), 1975, y escasamente inclinado en Artajona (N), 2010.jpeg|frame|Fig. 100 (a, b y c). Diferentes grados de inclinación del tejado. Muy acusado en Zunharreta (Z), 1997; de inclinación media en Garai (B), 1975, y escasamente inclinado en Artajona (N), 2010.|link=]]
Por el contrario los situados al sur del territorio estudiado presentan tejados menos inclinados.
Existe en esta población otro edificio de planta rectangular bastante prolongada, destinado a vivienda de seglares servidores de la Colegiata. En la fachada posterior del mismo se aprecian claramente las líneas que señalan en el límite de la antigua pared, el lugar que ocupó la primitiva techumbre de ángulo obtuso con suaves vertientes, a la que más tarde sustituyó otra de vértice más elevado y vertientes más inclinadas, destacándose perfectamente por el distinto color de la masa y piedra el espacio de pared que fue necesario prolongar para elevar el caballete del armazón.
[[File:Fig. 101. Orreagako errota, molino de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 101. Orreagako errota, molino de Roncesvalles.|link=]]
[[File:Fig. 102. Fachada posterior de la Colegiata de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 102. Fachada posterior de la Colegiata de Roncesvalles.|link=]]
[[File:Fig. 103. Techumbre de la ermita Sancti-Spiritus de Roncesvalles.jpeg|frame|Fig. 103. Techumbre de la ermita Sancti-Spiritus de Roncesvalles.|link=]]
Otro edificio es la ermita Sancti-Spiritus, al lado de la de Santiago. Muestra a los lados de la espadaña señales evidentes de que la primitiva techumbre, más baja que la que presenta actualmente, fue de ángulo obtuso, mientras que la posterior pasó a formar ángulo agudo hasta el extremo de cegar casi por completo el arco de la espadaña con el vértice de la techumbre. Este edificio fue levantado a principios del siglo XIII.
En el Valle de Carranza (B) la cola de milano recibe el nombre de ''morisca'' y es uno de los elementos característicos de muchos caseríos del lugar. Ésta no sólo se localiza en el hastial del clásico caserío de fachada principal perpendicular a la cumbre sino que también aparece en los de fachada paralela, situada en estos casos sobre uno de los muros laterales.
[[File:Fig. 104. Miru-buztana o cola de milano. Kortezubi (B), 2011.jpeg|frame|Fig. 104. Miru-buztana o cola de milano. Kortezubi (B), 2011.|link=#]]
En Barañain (N) donde hay tanto cubiertas a dos aguas con el caballete perpendicular a la fachada como con él paralelo, la que lo tiene perpendicular responde claramente a las condiciones climáticas de la zona porque ofrece al sol la mayor parte de la fachada y al mismo tiempo deja caer la lluvia hacia los lados.
En Obanos (N) predominan las que cuentan con tejado a dos aguas pero es considerable el número de las que lo tienen a tres y sobre todo a cuatro. A veces las estructuras se hacen complejas por la anexión de varias viviendas y de construcciones complementarias como pajares o champiñoneras.
[[File:Fig. 105. Predominio de tejados de vertiente única. Artajona (N), 2010.jpeg|frame|Fig. 105. Predominio de tejados de vertiente única. Artajona (N), 2010.|link=#]]
En Abezia (A) las dimensiones de las dos vertientes de los tejados a dos aguas solían ser similares aunque en algunos casos se aprecia que una es mayor que la otra hasta el punto de que puede llegar a prolongarse para cubrir toda la cabaña anexa al edificio principal.
En Allo (N) los tejados de tres y cuatro vertientes los encontramos en las casas consideradas como nobles o de estructura muy compleja.
[[File:Fig. 106. Casas baratas del barrio de Santa María. Obanos (N), 1987.jpeg|frame|Fig. 106. Casas baratas del barrio de Santa María. Obanos (N), 1987.|link=#]]
En Bernedo (A) la forma predominante del tejado es a dos aguas y algunas casas más señoriales los tienen a cuatro. Los tejados a tres aguas son menos frecuentes. En Abadiño (B), igualmente, son a dos aguas pero los edificios más señoriales los tienen a cuatro.
En Aoiz (N) la forma de los tejados es a dos aguas en la mayoría de los casos, aunque también abundan los de cuatro vertientes sobre todo en construcciones antiguas, no de nueva edificación. En éstas todas las vertientes, partiendo de un único punto central, tienen la misma extensión. Hay algunos casos de tejados a tres aguas, es decir, a dos aguas con una tercera vertiente orientada al norte o al noroeste.
[[File:Fig. 107. Zubiate jauregia. Zeanuri (B), 2003.jpeg|frame|Fig. 107. Zubiate jauregia. Zeanuri (B), 2003.|link=#]]
El caserío de Luzaide/Valcarlos (N) es generalmente de planta rectangular, sin embargo los informantes de más edad recuerdan que antaño fueron en su mayoría cuadrados. Como consecuencia de ello ha cambiado el tejado, ya que a estos últimos edificios más antiguos les corresponde el tejado a cuatro aguas, llamado ''abillón'' o ''pabillón'', mientras que la casa rectangular lo tiene a dos vertientes <ref>José Ma SATRÚSTEGI. “Estudio del grupo doméstico de Val- carlos” in CEEN, I (1969) p. 136.</ref>.
Así, en Lezaun (N) se puede decir que las edificaciones más antiguas tendían a ser cuadradas y que las del siglo XX, en cambio, suelen ser rectangulares.
 
== Distribución geográfica del número de vertientes&nbsp; ==
 
Los edificios de una única vertiente son habituales sobre todo en las poblaciones del territorio estudiado situadas más al sur.
 
Según Urabayen el tipo de cubierta a un agua era la forma más económica de techar un edificio. Por eso, siempre que era posible se tendía a ella. Esto es lo que sucedía en la parte más seca de Navarra. Pero además se ve en construcciones secundarias, sobre todo de pequeñas dimensiones, en otras zonas. También es muy frecuente encontrar al norte de Pamplona cubiertas a un agua en viviendas pero siempre apoyadas o continuando otras de dos o cuatro <ref>URABAYEN, La casa navarra, op. cit., p. 61.</ref>.
 
En Mélida (N) los tejados podían ser a una o a dos vertientes, según el capital de quien hacía la casa, ya que la primera posibilidad era más barata que la segunda. Actualmente las viviendas se hacen con tejados a dos vertientes. En Viana (N) muchas de las casas de los arrabales se levantaron a una sola agua, hacia la calle.
 
Es habitual que allí donde se observan construcciones con tejados a un agua sean también frecuentes las casas con dos vertientes; así se ha constatado, por ejemplo, en Pipaón (A), Murchante y Sangüesa (N), donde además los tejados a dos aguas muestran poca inclinación.
 
En las poblaciones con edificios a una vertiente también se encuentran otros con dos, tres y cuatro aguas, como ocurre con Allo y San Martín de Unx (N), donde los de cuatro son tejados irregulares y donde además se encuentran combinaciones múltiples de tejado y azotea.
 
En Moreda (A) las casas a una sola agua están en rincones o en edificios cuya fachada trasera pertenece a otro vecino. En Berganzo (A) los tejados suelen ser a dos aguas y a una lo tienen los de algunos hornos, los pajares y las cabañas.
 
Parece ser que la forma más frecuente de los tejados en el área estudiada es a dos aguas, lo cual no quiere decir que en cada población sólo aparezca este modelo.
 
Así se ha constatado en Agurain, Añana, Apodaca, Lagrán, Markinez (A), Andraka, Gorozika, Kortezubi (B), Andoain, Astigarraga, Ataun, Elgoibar, Hondarribia, Telleriarte (G), Aintzioa y Orondritz, Allo, Améscoa, Andagoia y Gorriti, Aria, Barañain, Eugi, Ezkurra, Goizueta, Izurdiaga, Mélida, Mezkiritz, Monreal, Valtierra (N), Ortzaize (BN), Baigorri, Urepele (BN) y Liginaga (Z).
 
En Améscoa (N) el tejado es casi exclusivamente a dos vertientes. Para conseguir esta forma se prolongan las paredes maestras de la casa por su parte superior formando dos triángulos en cuyos vértices descansa el caballete del tejado, que recibe el nombre de ''gallur''.
 
En Donoztiri (BN) el tejado tiene dos vertientes suaves. Aunque ambas son generalmente iguales, hay casas donde una de ellas es más ancha que la otra, circunstancia que parece obedecer a una evolución de la casa posterior a su construcción.
 
En Irisarri (BN) las casas de los agricultores tienen tejado a dos vertientes con cola de milano, ''miru-buztana''.
 
En Uharte-Hiri (BN) el tejado, ''teilati'', es a dos vertientes, ''ixuri'', que forman la cumbre, ''etxe-bizkar'', que en muchos casos aparece achaflanada en el muro zaguero; el chaflán así formado se llama ''urtxo-buztan''.
 
En Ezkio-Itsaso (G) en la mayor parte de las casas el techo era a dos aguas, pocas lo tenían a tres y solamente la casa cural, Audua aundi y ''Ugalde'' lo tenían a cuatro. Las casas ''Garaion azpikua'' y ''Sagastizabal aundi'' tenían una pequeña truncadura llamada ''miru-buztan'' en la parte zaguera y ''Plazategi'' sobre la fachada.
 
En las poblaciones donde son frecuentes los tejados a dos aguas también aparecen los de a cuatro, como Astigarraga, Ataun, Berastegi (G), Elorz, Izal y Mezkiritz (N).
 
En Lesaka (N) el tejado más corriente es el de dos vertientes con el eje en su mayor longitud. No obstante, también abunda el tejado a cuatro aguas, sobre todo dentro de la villa y en las casas hidalgas. Una excepción era la de las casas ''Ortzantzenea'' y ''Yangoenea'' (''Juangoenea''), que tenían en una de las fachadas laterales, parte del tejado más saliente que lo restante, como ocurre en las Encartaciones de Bizkaia y Cantabria para proteger el hueco de la puerta o ventana <ref>CARO BAROJA, “Algunas notas sobre la casa en la villa de Lesaka”, p. 84.</ref>.
 
En Izurdiaga (N) las casas antiguas tienen tejados a dos y a cuatro aguas, y las recientes están cubiertas a dos aguas. En Goizueta (N) hay tejados a tres o a cuatro aguas en las calles, pero en general los de los caseríos antiguos son a dos.
 
En Bernedo (A) la forma del tejado es variada, aunque predomina la de dos aguas. También los hay a tres y cuatro <ref>En Portugalete (B), según un estudio realizado en la pri- mera mitad de los años ochenta del siglo XX, se encuentran las siguientes proporciones:
 
{| border="1" cellpadding="1" cellspacing="1" style="width: 500px;"
|-
| Dos aguas
| 55,8%
|-
| Tres aguas
| 23,1%
|-
| Cuatro aguas
| 11,5%
|-
| Atípico
| 9,6%
|}
 
</ref>.
 
En Zeanuri (B) los tejados son a dos, a tres y a cuatro aguas. De estos últimos algunos carecen de caballete y las vertientes convergen en un punto, es decir, tienen cuatro cuartones, ''agiloiak'', que partiendo del centro del tejado van a parar a las cuatro esquinas del edificio.<br/> Otras los tienen también pero no parten de un punto común sino que salen dos a dos de los extremos de un caballete central cuya longitud varía de unas casas a otras.
 
[[File:Fig. 108. Porcentajes de las distintas cubiertas en caseríos de Beasain (G).jpeg|frame|Fig. 108. Porcentajes de las distintas cubiertas en caseríos de Beasain (G).|link=]]
 
En Aoiz (N) el tejado es casi siempre a dos aguas aunque hay casas a cuatro y tres.
 
En Oñati (G) las grandes casas como las de ''Etxeaundi'', ''Belasco'', ''Zubiate'', ''Agerre'', ''Zanpia-Zelai'', ''Balantzategi'', etc., tenían sus tejados con vertientes a cuatro aguas; las había también a tres pero lo más común es que tuvieran dos vertientes siempre laterales.
 
En Beasain (G) el tejado es generalmente a dos aguas. En la ilustración que acompaña pueden verse las formas de las cubiertas que abarcan la práctica totalidad de los caseríos de esta localidad con el porcentaje de cada tipo.<br/> En otras poblaciones las tipologías son diversas, en cierto modo como en los casos anteriores, pero ya no predomina el tejado a dos aguas sino que son igualmente frecuentes los que presentan un número de vertientes mayor.
 
En el Valle de Zuia (A) la cubierta de los caseríos presenta una amplia gama de modalidades, resultante de considerar de una parte el número de vertientes y de otra la situación del caballete con respecto a la fachada principal. Atendiendo a las vertientes hay tejados a dos, a tres y a cuatro aguas. Un tipo de los más abundantes es el correspondiente a las tres vertientes, estando el tercer faldón en la parte posterior del edificio. Los tejados a cuatro aguas no son numerosos, pero se dan varios casos.
 
En Valdegovía (A), Valle de Carranza (B), Elosua y Oñati (G) se presentan también tipologías variadas, hay tejados a dos, tres y cuatro aguas. Lo mismo sucede en Orozko (B), ''ur bire'', ''hiru ure'' o ''laure''; en esta población los de tres aguas se llaman de cola de milano, ''mirubuztena''.
 
En Busturia (B) encontramos caseríos con amplios tejados, ''teilatue'', a dos aguas. En los de tres plantas es frecuente el tejado a tres aguas de tal modo que la tercera vertiente se encuentra en la parte trasera y presenta menos inclinación que las otras dos. También hay casas rurales con tejado a cuatro aguas. A comienzos del siglo XX se ampliaron las comodidades y algunos caseríos levantaron una planta o cambiaron la estructura del tejado de dos aguas a cuatro, con la consiguiente transformación de la planta.
 
En Mirafuentes (N) no existe un número fijo de vertientes, se pueden encontrar ejemplos de casas con tejados a dos aguas, a tres y a cuatro, dependiendo de la solución que se haya considerado más adecuada para finalizar las construcciones.
 
En Romanzado y Urraúl Bajo (N) hay igualmente tejados de dos, tres y cuatro vertientes.<br/> Con frecuencia presentan disposiciones intrincadas, en casas agrupadas, por superposición de edificaciones, arreglos y añadidos.
 
En Aurizberri (N) casi todos los tejados tenían vertientes muy rápidas a cuatro aguas. Esta clase de tejado se llama ''agillona'' y si es con vertiente a dos aguas, ''piñona''. Lo que en Bizkaia se llama ''mira-buztena'' aquí se llama ''aguilón'', que puede ser entero, medio o cuarto.
 
En Isaba, Urzainki y Uztárroz (Valle de Roncal-N) las dos o cuatro vertientes de la cubierta carecen de aleros y en general esta tipología se halla muy emparentada con la casa ansotana, aunque en ésta predominan las dos aguas del tejado frente a las cuatro que comúnmente se ven en el valle roncalés.
 
Por último recogemos un caso paradigmático de lo visto hasta ahora, correspondiente a una población navarra. Los tejados de San Martín de Unx (N) son de formas variadísimas: los hay de una, de dos, de tres y de cuatro aguas. La cubierta a un agua, muy extendida por la Ribera y Tierra Estella, es aquí profusa, aprovechada generalmente en casas anejas o en almacenes surgidos al lado de las casas iniciales, pero también en casas de habitación humana. Las casas con esta techumbre buscan a menudo el amparo del monte, ofreciéndole la parte más elevada del tejado, cayendo las aguas a la fachada principal. Este modelo de cubierta es la que más abunda en el pueblo, por ser de construcción bien económica.
 
Las casas con tejado a dos aguas son de planta rectangular y con el caballete de la techumbre paralelo a la fachada. Puede ocurrir que una de las fachadas sea de mayor superficie que la otra. A este tipo pertenecen muchas viviendas de San Martín de Unx (N). De parecida construcción son las pocas casas con tejado a tres aguas, en éstas la techumbre cae de un lado formando chaflán.
 
Hay también casas con tejado a cuatro aguas, de caballete corto y perpendicular a la fachada, que divide la techumbre en cuatro lienzos de tejado en forma trapezoidal. Su construcción es más complicada y costosa, aunque presenta gran empaque, razón por la que la ostentan sólo una docena de edificios. No es raro ver en estas casas fachadas de piedra sillar, con buenos escudos nobiliarios y alero más saliente. También son de proporciones más esbeltas. Obedecen a la clasificación de “casas fuertes”.
 
En resumen la forma del tejado más empleada es a un agua, con fachada de sillarejo, a veces mezclado con adobe y ladrillo; bastante numeroso es también el tejado a dos aguas, con fábrica de sillarejo en las paredes y sillar en esquinas, dinteles y jambas de puertas y ventanas, que antes se encalaban siguiendo la moda; estas casas son de buena construcción, con interesantes portadas y escudos familiares. Los tejados a cuatro aguas se reservan para las casas con buenos recursos económicos, donde en algunos casos no se escatiman gastos en la decoración de aleros y forjados, siendo las de este tipo menos numerosas. Por último, las casas a tres aguas, de las que hay pocas, quedan a caballo, económicamente hablando, entre las de dos y cuatro aguas.
 
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