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Colmenas de tronco cuezos cepos

1 byte eliminado, 09:52 9 jul 2019
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En cuanto a las colmenas artesanales de tronco, conviene tener en cuenta que en algunas poblaciones ha sido costumbre que éstas tuviesen una disposición vertical, mientras que en otras se colocaban horizontalmente.
En Carranza (B) la colmena tradicional recibe el nombre de ''cepo''. La forma habitual de construirlo ha sido a partir del tronco de un árbol al que se le vaciaba la parte central o ''corazón''. Para ahorrar trabajo se solía aprovechar el procedente de un árbol viejo que tuviese el ''corazón ''podrido. Una vez cortado el tronco a la largura deseada se descortezaba con un hacha. También se igualaba la superficie quitando los nudos y salientes. Después se procedía a eliminar la madera central sobrante. Para ello se utilizaba un instrumento alargado de hierro conocido como ''gubia ''y en el barrio de la Calera de esta misma localidad como ''madreca''. Al final se obtenía un cilindro con una pared de varios centímetros de espesor.
[[File:3.358 Vaciando un cepo con la gubia. Carranza (B).jpg|center|500px|Vaciando un cepo con la gubia. Carranza (B). Fuente: Luis Manuel Peña (José Antonio Múgica), Grupos Etniker Euskalerria.]]
A continuación, con un barreno, se abrían dos pares de orificios hacia la mitad del ''cepo ''o un poco más arriba. Se hacían de tal modo, que cada par de agujeros quedase enfrentado, lo que permitía introducir un palo de un orificio al otro. Una vez colocados los dos palos, éstos quedaban dispuestos en cruz, uno ligeramente por encima del otro. Recibían el nombre de ''cabillas ''o ''gabillas''. Una de las ''cabillas ''sobresalía por ambos lados de modo que servía para asir la colmena.
Se hacían también varios agujeros con el barreno en la parte inferior para que entrasen y saliesen las abejas. A veces se acompañaban de un rebaje que servía para que se posasen antes de entrar o salir y para que al llover y resbalar la lluvia por la superficie del ''cepo ''no entrase a su interior. Estos orificios, normalmente dos o tres, recibían en algunos barrios el nombre de ''aviaderos. ''. También eran conocidos como los ''agujeros''. En la Calera además de éstos también perforaban otros tantos por encima de la ''gabilla ''central. De esta forma facilitaban la salida de las abejas de la colmena durante el periodo invernal. En esta época algunos tapaban los orificios inferiores con ''carollos'', esto es, con zuros de ''panojas ''o mazorcas, para que la colmena conservase mejor el calor. En la primavera se los quitaban.
Por último, en la parte superior del cepo, que recibía el nombre de ''cabeza'', se clavaba una tapa circular de madera o ''tapadero ''normalmente de castaño, roble o haya. La base no se cubría. Cuando el ''cepo ''se iba a utilizar se posaba sobre una losa plana de modo que asentase bien, sin que quedasen rendijas por las que se pudiesen colar pequeños animales. Esta piedra recibía en la Calera el nombre de ''asiento''. Sobre la colmena se colocaba otra losa plana de menor grosor que la anterior que hacía las veces de tejado y evitaba que fuese volcada por el viento. Cuando se carecía de losas se hacía un tejadillo con unas tablas sobre las que se disponían unas tejas sujetas con piedras.
En Lanestosa (B) los ''cepos ''o colmenas se hacían con troncos huecos de roble. En Abanto y Zierbena (B) las colmenas, conocidas como ''cepos ''o ''colmenos'', consistían en unos cajones hechos con tablas colocadas en altura; sin embargo, las más antiguas se hacían a partir de un tronco hueco con una base de piedra, y otra piedra por encima a modo de tapa. En Triano (B) las colmenas fijas se fabrican con un tronco de árbol hueco, generalmente de castaño o roble, y de unos cuarenta centímetros de diámetro.
En el entorno de Belatxikieta (B) utilizaban troncos de roble huecos, conocidos como ''aritz- marroak. ''. El extremo posterior se cerraba con una madera y al delantero se le hacían unos orificios para que las abejas pudiesen entrar y salir.
En Ayala (A) para fabricar una colmena se iba al monte en busca de un tronco de árbol que estuviese podrido en su parte central. Una vez en casa se vaciaba por dentro con una gubia. Cuanta más madera se quitase, más grande quedaría la colmena. Una vez terminado el ''cuezo ''se frotaba con unas hierbas especiales para atraer a las abejas y se colocaba en el camarote de la casa o en cualquier otro lugar. Cuando entraba un enjambre se tapaban los agujeros delantero y trasero con unas maderas que se ajustasen al tronco y que tuviesen unos pequeños orificios para que pudiesen entrar y salir las abejas.
En Urkabustaiz (A) las colmenas se fabricaban antiguamente con troncos huecos de roble que se vaciaban y en cuyo interior se colocaban varias tablas cruzadas donde irían los panales. Se conocían con el nombre de ''cuezos''.
En Zuya (A) llamaban también a las colmenas ''cuezos ''y se obtenían a partir de troncos de tocornos ahuecados con herramientas apropiadas. La madera que cerraba la parte anterior tenía una piquera para que pudiesen salir las abejas; en la posterior, la tabla que servía de tapa se apoyaba en sencillos tabiques de piedra o ladrillo y se ajustaba con basura o yeso.
[[File:3.359 Cabillas en el interior de un cepo de tronco. Carranza (B).jpg|center|500px|Cabillas en el interior de un cepo de tronco. Carranza (B). Fuente: Miguel Sabino Díaz, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Apodaca (A) los ''vasos ''o ''cuezos ''eran troncos vaciados; otros eran rectangulares de tabla. En la parte delantera se abría la piquera, unos agujeros en la tabla pequeña para que saliesen y entrasen las abejas, pero no los ratones. En la parte trasera tenían otra tapa de madera para poder catar los panales y observar la marcha de la colmena. Estas tapas se pegaban con arcilla o ''muñiga ''de vaca.
En Valdegovía (A) antiguamente consistían en troncos huecos. En esta localidad se las llama ''comenas''. En Treviño (A) hasta hace algunos años se utilizaban troncos ahuecados que recibían el nombre de ''cuezos''. En Ribera Alta (A) las colmenas, conocidas por este mismo nombre, estaban formadas por el tronco hueco de un roble.
En Bernedo (A) se conocían también por el nombre de ''cuezos''. Eran troncos de árboles huecos y cerrados en los extremos con una pequeña entrada para las abejas. También los hacían parecidos con cuatro tablas clavadas y recibían idéntico nombre.
En Bajauri, Obécuri y Urturi (A) llaman ''cuezo ''a la colmena y ''bejera ''al colmenar. La colmena es un tronco de árbol ahuecado con los extremos taponados, si bien se deja una grieta para que entren y salgan las abejas.
En Ezkio (G) en la mayoría de los caseríos había colmenas, ''erlauntzak'', hechas con troncos vacíos de roble o castaño. En Telleriarte (G) antaño las preparaban ahuecando troncos de roble o castaño.
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