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Control de los animales en los prados

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Cuando no se podía permanecer vigilando a los animales se les mantenía atados en los prados para que no se escapasen o se les aplicaba algún dispositivo que les impidiera alejarse demasiado o entrar en las heredades sembradas.
=== Soga o cadena atada a una estaca ===
Para que las yeguas pasten sin moverse demasiado, se les ata en corto una mano o pata delantera con un ramal o cadena a una cuña de madera que se introduce en el suelo, de forma que puedan trasladarse escasos metros. Lo mismo puede hacerse con las vacas, cabras y burros. Es lo que se denomina ''traba ''(Urkabustaiz-A). En Apodaca (A) le ataban a las patas una soga larga amarrada a un árbol o estaca, así pastaba en una zona limitada.
En Valderejo (A) se ataba una cadena larga, de unos seis metros, a una de las patas delanteras, y por su otro extremo se sujetaba al suelo mediante una estaca con un reborde orientado hacia abajo que impedía que se saliera la cadena. Otro sistema consistía en atar una anilla a una de las manos del animal, generalmente caballar. A esta anilla se le ataba una cuerda, que a su vez se sujetaba a un madero alargado. Este método si bien permitía el desplazamiento del animal obstaculizaba en gran manera que recorriera grandes distancias.
 
[[File:3.90 Asno atado. Zenarruza (B) 1997.jpg|center|600px|Asno atado. Zenarruza (B), 1997. Fuente: Luis Manuel Peña, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Moreda (A) cuando la caballería permanecía sola pastando en el campo y se quería evitar que se alejase del lugar, se enganchaba un cabo de la soga de una pata y el otro de un poste, árbol o piedra. Nunca se ataban del cuello para evitar que se enredase la cuerda y pudieran llegar a ahorcarse.
En Beasain (G) el único animal del caserío que se ha solido atar mientras pacía era el burro o el caballo. Con un ramal atado a su cabezal, se sujetaba el otro extremo a un hierro, por ejemplo una laya vieja, clavada en el centro del trozo de herbazal en que debía moverse. Así se le tenía sujeto pastando en la superficie circular que le permitía la cuerda. [[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image086.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.478cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Fig. 91. Carnero atado. Sierra Salvada (A), 1992. |- |}]]Rara vez se veía pastando alguna vaca así atada. En Elosua (G) se sujetaba mediante una cadena metiendo un eslabón en la laya, e hincando ésta en tierra. De esta forma el animal podía alcanzar una distancia determinada. Se dejaba al burro pastando hasta que agotara la hierba que alcanzaba, cambiándolo después de lugar. En Urduliz (B), cuando se iba por hierba con el burro, se le ataba con una cuerda a una laya que se hincaba en la tierra. Este mismo procedimiento se empleaba cuando se le llevaba a una campa a pastar. A medida que iba comiendo la hierba se le desplazaba de sitio.
En Sangüesa (N) en el campo y para que los animales de labor descansasen o paciesen se les ataba con una soga larga, ''ramal'', a veces con cadena metálica, a un árbol, a una piedra grande, a una estaca de madera o a un largo clavo de hierro hincado en la tierra. En San Martín de Unx (N) si dejaban las caballerías pastando en el campo, les ponían trabas en las manos o bien un ramal largo sujeto a una piedra.
En el Valle de Carranza (B) hasta bien avanzada la década de los sesenta, las vacas que se echaban a pacer en los prados se amarraban por los cuernos con cadenas de 6 ó 7 metros de longitud, cuyos extremos se sujetaban a ''picachos, ''pequeños troncos de madera hincados en el suelo. Igualmente, para la sujeción de este tipo de animales se llegaron a utilizar las ''encuertas'', especie de maromas que se hacían con varas de ''rebolla'', roble. En el caso de las caballerías, hasta no hace muchos años los que se tenían en la cuadra se echaban en ocasiones a pacer a los prados cercanos del caserío. Para impedir que se alejasen del lugar amarraban a la cabezada, hecha con cuerda de cáñamo, una cadena o un ramal que se sujetaba a un ''picacho ''hincado en el suelo.
 
[[File:3.91 Carnero atado. Sierra Salvada (A) 1992.jpg|center|600px|Carnero atado. Sierra Salvada (A), 1992. Fuente: Félix Murga, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Abanto, Zierbena, Galdames y Muskiz (B) se usa el ''hincón, litón ''o ''picarrón'', pieza de hierro clavada en el suelo (el ''picarrón ''también suele ser de madera) y a ella se ata el extremo de una cadena que sujeta al animal al objeto de restringirle la zona donde puede pastar.
Hay lugares donde suelen tener estos animales en los pinares o en los prados, algunos de ellos atados a los árboles (Ezkio).
=== Atado de las patas entre sí ===
Se trata también como en el caso anterior de trabar o impedir que las caballerías troten o sobrepasen el límite que el dueño les ha marcado para que pasten. Se han recogido dos sistemas similares, el primero de trabar el animal con una cadena y el otro más rústico, de hacerlo con un ramal o cuerda.
El segundo procedimiento para trabar las yeguas persigue idéntica finalidad que el descrito, únicamente que en lugar de con una cadena se le atan las patas con un material más rudimentario.
 
[[File:3.92 Pastando con una pata atada al cuello. Vasconia continental.jpg|center|600px|Pastando con una pata atada al cuello. Vasconia continental. Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Izal (N) la traba se realizaba con una cuerda que pasaba por las manos del animal, retorciéndola entre ambas y atándolas. También se utilizaba la soga para atarles un brazo limitando su alejamiento, ''ponerlo de soga''. En Roncal (N) la traba era una cuerda blanda para que no les cortara la piel. Dejaban los animales trabados mientras pastaban para así no tener que correr cuando querían cogerlos.
En Urduliz (B) cuando se iba al prado a acarrear hierba con el burro y no había ningún ayudante para sujetarlo mientras se le cargaba se le ataba con una soga una de las patas delanteras con una trasera, de esta manera no podía alejarse demasiado. También se le ponía delante de un montón de hierba para que se estuviera quieto mientras comía.
=== Tranca === [[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image088.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.478cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Fig. 92. Pastando con una pata atada al cuello. Vasconia continental. |- |}]]Se trata de un artilugio hecho con un palo de madera que recibe distintos nombres y sirve fundamentalmente para impedir que las caballerías se alejen del pastizal donde se les ha dejado y evitar que salten setos o pasen a terrenos y heredades ajenos. En Sara (L) se llamaba ''palua ''a la traba que se colocaba a las caballerías en el tobillo de una pata delantera para impedir que se alejaran demasiado cuando pacían en campo libre. Consistía en un palo de sauce silvestre, ''basa-sahatsa'', largo de 14 cm doblado por una escotadura que se le hacía en el medio. La dobladura o parte escotada rodeaba el tobillo del animal y los dos brazos del palo que quedaban de un lado, se unían fuertemente con unas vueltas de alambre. La operación de doblar el palo de sauce era harto delicada, pues fácilmente podía romperse esta madera. Para mayor seguridad se procuraba cortar la rama del árbol que había de servir de material durante la bajamar de un día de cuarto menguante: se creía que en tales condiciones el material era más resistente, ''zailagoa, ''y se doblaba sin quebrarse[[#ftn33|[33]]].
En Donoztiri (BN) Se trata de un artilugio hecho con un palo de madera que recibe distintos nombres y sirve fundamentalmente para impedir que los animales domésticos, principalmente los caba-las caballerías se alejen del pastizal donde se les ha dejado y evitar que salten setos o pasen a terrenos y heredades ajenos.
En Sara (L) se llamaba ''palua ''a la traba que se colocaba a las caballerías en el tobillo de una pata delantera para impedir que se alejaran demasiado cuando pacían en campo libre. Consistía en un palo de sauce silvestre, ''basa-sahatsa'', largo de 14 cm doblado por una escotadura que se le hacía en el medio. La dobladura o parte escotada rodeaba el tobillo del animal y los dos brazos del palo que quedaban de un lado, se unían fuertemente con unas vueltas de alambre. La operación de doblar el palo de sauce era harto delicada, pues fácilmente podía romperse esta madera. Para mayor seguridad se procuraba cortar la rama del árbol que había de servir de material durante la bajamar de un día de cuarto menguante: se creía que en tales condiciones el material era más resistente, ''zailagoa, ''y se doblaba sin quebrarse<ref>José Miguel de BARANDIARAN. «Bosquejo etnográfico de Sara (V)» in AEF, XXI (1965-1966) p. 105.</ref>.
llosEn Donoztiri (BN) para impedir que los animales domésticos, principalmente los caballos, se alejaran mucho del lugar destinado a su apacentamiento, se les ponía una traba, la cual consistía en un palo, uno de cuyos extremos iba atado a una de las patas delanteras[[#ftn34|[34]]]<ref>José Miguel de BARANDIARAN. «Rasgos de la vida popular de Dohozti» in ''El mundo en la mente popular vasca''. Tomo IV. Zarauz, 1966, p. 55.</ref>.
En Larraun (N) a las yeguas que tendían a alejarse demasiado, a fin de tenerlas controladas se les colocaba del brazo o pata delantera al cuello una vara denominada ''tranka ''o ''trankiloa''. Un informante señala que esta costumbre más que en la propia localidad estuvo extendida por otras zonas como Las Améscoas y La Barranca.
En Lezaun (N) conocían la ''tranquilla ''que se usaba principalmente para las yeguas y si no había más remedio también para las vacas, que eran menos habilidosas para portarla. Este artilugio de madera impedía que los animales se alejaran demasiado y que saltaran setos o pequeños muros.
En Améscoa (N) hacían uso de la ''tranquilla''. Con harta frecuencia alguna yegua se separaba de sus compañeras o tomaba gusto a sitios peligrosos donde abunda la hierba denominada ''mendaburu''[[#ftn35|[35]]]<ref>Se trata de una hierba alargada que sale en conjuntos o montones, ''molsos, ''y es dañosa para el ganado, provoca el aborto.</ref>. Para cercenar la libertad de estas yeguas andariegas y para frenar su  querencia a lugares donde abundaba la citada hierba, se servían de la ''tranquilla''. Ésta consiste en un palo grueso, doblado por su mitad y fuertemente ligado en sus puntas terminales. Para curvar el palo se le hacía una escotadura en su parte media y al doblarlo quedaba en un extremo de la ''tranquilla ''un hueco donde atrapaban, como en un cepo, la cuartilla del animal, que es la parte media entre el menudillo y el casco de la caballería. Se ataba con unas cuerdas fuertes o con alambre, para lo cual llevaba unas muescas en sus puntas. Este artilugio debía ser elaborado con madera de arce, ''ascarro'', o roble y podía medir 55 cm de largo por lo que el palo con el que se fabricaba medía el doble, y 5 mm de diámetro, si bien las había más gruesas. Se calculaba que su longitud fuera algo mayor que la distancia que mediaba en esta clase de ganado entre las dos manos, de esta forma una vez colocada y sujeta, en el momento en que el animal intentara moverse, giraba y se entrecruzaba con la otra mano, impidiendo o al menos molestando un desplazamiento rápido.
En Araia (A) para impedir que el ganado, sobre todo caballar, acostumbrado a estar en casa, se alejara demasiado, se hacía uso de la traba que se colocaba en las patas delanteras de la yegua. Un informante señala que sigue utilizándolo.
En Beasain (G) cuando al caballo se le dejaba pastar suelto en los prados de casa, se le ataba a una pata delantera, con un trozo de cuero, un palo de unos 50 centímetros de largo, llamado ''trankea''. De esta forma, al no poder correr, no se distanciaba mucho de su lugar inicial. En Oñati (G) la traba que se les ponía a los caballos para que no se alejaran, era una tabla, llamada ''pipa, ''que se ataba a las dos patas delanteras. En Hondarribia (G) a las yeguas que tenían un potrillo, se les sujetaba un tronco al cuello, o a las patas, de forma que sólo pudieran moverse algunos metros.
En Abadiano (B) cuando convenía que las yeguas no brincaran se les ponía en las patas delanteras un utensilio de madera, llamado ''tronperea'', que les impedía moverse con soltura. En el mismo Larraun (N) se conocía un artilugio para evitar que las cabras entraran en pastos que no debían, que consistía en ponerles una vara larga en el pecho que les impedía saltar a su antojo.
=En el mismo Larraun (N) se conocía un artilugio para evitar que las cabras entraran en pastos que no debían, que consistía en ponerles una vara larga en el pecho que les impedía saltar a su antojo. == Vallado de los prados ===
Como ya se ha detallado en algunas de las descripciones anteriores la generalización de la costumbre de vallar los prados ha permitido apacentar los ganados sin necesidad de cuidarlos, lo que ha liberado a sus dueños de una tarea más.
En Zamudio (B) los campos o prados utilizados por el ganado están cercados con estacas y alambres. A la barrera de troncos por la que entran y salen se la denomina ''latea''.
En Urkabustaiz (A) algunas fincas, habitualmente cercanas a la casa, se cierran con estacas y alambradas de espino para que el ganado pazca dentro del límite marcado. Los ''tranqueros ''hacen de puerta. Llevan dos estacas con agujeros en los que se introducen unas barras de madera que se fijan o se sacan para permitir o evitar la salida de los animales de la finca.  Todos los pueblos de Valdegovía (A) han promovido el cierre de sus montes, de tal forma que hoy en día prácticamente todos están delimitados. Además algunos ganaderos tienen sus terrenos particulares vallados para apacentar sus ganados o para dejarlos allí cuando hace buen tiempo. El cercado siempre es con alambre, bien sea de espino o del alambre que forma cuadros.
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