Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Derribo de monedas de un pedestal

110 bytes añadidos, 07:32 30 may 2019
sin resumen de edición
En esta ocasión los objetos apostados son generalmente monedas aunque también puede tratarse de ''santos, '', cajas de cerillas, etc. Se colocan sobre un pequeño pedestal y se intenta derribarlos arro-arrojando otros objetos que igualmente pueden ser monedas pero que con más frecuencia son pequeñas piedras o chapas metálicas.
jando otros objetos que igualmente pueden ser Esta versión recibía en Allo (N) el nombre de «Al tanganillo» y era propia de chicos. El ''tanganillo'' se hacía con dos cartuchos de caza vacíos metidos uno por la punta del otro. Se posaba en el suelo y cada jugador colocaba sobre él una moneda. Después, desde una distancia previamente señalada, tiraban uno por uno intentando derribarlo. Quien lo lograba se apropiaba de las monedas pero que con más frecuencia son pequeñas piedras o chapas metálicas.
Esta versión recibía en Allo En Eugi (N) , este juego se conocía como «Al chis» y fue practicado hasta el nombre primer cuarto de «Al tanganillo» este siglo en la calle y era propia sobre todo en el atrio de la iglesia, por muchachos de chicoscatorce a veinte años. El ''tanganillo ''Para jugar se hacía con dos cartuchos colocaba un carrete de hilo de los de caza vacíos metidos uno por la punta del otro. Se posaba madera verticalmente en el suelo y encima del mismo posaba cada jugador colocaba sobre él participante una monedao ''cuatrena''. Después, desde una distancia previamente señalada, tiraban uno por uno intentando derribarloLos jugadores se situaban alejados unos dos metros y lanzaban otra moneda tratando de derribar el carrete. Quien Cuando alguno lo lograba conseguía y desperdigaba el dinero decía la expresión «chis» o «chas». Si terminados los lanzamientos ninguno había logrado derribarlo, el que se había acercado más se apropiaba de llevaba todas las monedas''cuatrenas''.
En Eugi Moreda (NA), este juego se conocía como «Al chis» y fue practicado hasta el primer cuarto de este siglo en llamaba «A la calle tángana» y sobre todo hoy en día ha desaparecido. ''Tángana'' era el atrio nombre que recibía un palo de la iglesia, por muchachos escoba recortado o un trozo pequeño de catorce a veinte añoscaña puesto en posición vertical. Para jugar Encima se colocaba un carrete de hilo de los de madera verticalmente ponían monedas, una por cada participante que tomase parte en el suelo y encima del mismo posaba cada participante una moneda o juego; a veces también se jugaba con ''cuatrena. santillos''. Los jugadores se situaban alejados unos dos metros y competidores lanzaban otra moneda tratando ''perras gordas'' de cobre o ''champlanes'' de plomo hacia la ''tángana'' con la intención de derribar el carreteque cayesen las monedas. Cuando alguno lo conseguía Si esto sucedía y desperdigaba el dinero decía las monedas quedaban más cerca de la expresión «chis» ''perra gorda'' o «chas». Si terminados los lanzamientos ninguno había logrado derribarlo''champlón'' que del palo vertical, el que lanzador se había acercado adueñaba de las mismas. Si no las derribaba o quedaban más se llevaba todas las cercanas a la ''cuatrenas. tángana''pasaba a probar suerte otro. A veces se jugaba por parejas, una contra otra.
En Moreda [[File:4.146 Al chis. Aoiz (AN) se llamaba «A la tángana» y hoy en día ha desaparecido. ''Tángana ''era el nombre que recibía un palo de escoba recortado o un trozo pequeño de caña puesto en posición verticalpng|center|400px|Al chis. Encima se ponían monedas, una por cada participante que tomase parte en el juego; a veces también se jugaba con ''santillosAoiz (N). ''Los competidores lanzaban ''perras gordas ''Fuente: Dibujo de cobre o ''champlanes ''de plomo hacia la ''tángana ''con la intención de que cayesen las monedas. Si esto sucedía y las monedas quedaban más cerca de la ''perra gorda ''o ''champlón ''que del palo vertical, el lanzador se adueñaba de las mismas. Si no las derribaba o quedaban más cercanas a la ''tángana ''pasaba a probar suerte otro. A veces se jugaba por parejasJuan José Galdos, una contra otraGrupos Etniker Euskalerria. |class=grayscalefilter]]
En Aoiz (N), al igual que en Eugi, se denominaba «Al chis». Se practicó hasta la guerra civil de 1936. Además de niños jugaban adultos; és- éstos apostaban dinero ''y ''los primeros cajas de cerillas vacías, cuentos de Calleja o cualquier otro objeto de escaso valor. Participaban cuatro o cinco niños y lo primero que hacían era establecer el turno de juego. Para ello se colocaba en el suelo el carrete de hilo con el que se jugaba y a unos cuatro metros de él se trazaba una raya. Desde donde se hallaba el carrete se lanzaban las monedas hacia la raya y aquél que colocara la suya más cerca de la misma era el primero en jugar. El orden de los siguientes se establecía en función de su grado de aproximación. A este lanzamiento para determinar el turno se le llamaba «al tino».
Se efectuaban las apuestas y los objetos apostados se posaban sobre el carrete. El primer niño lanzaba su moneda contra el ''chis'' y los que derribaba los ganaba o no en función de los mismos criterios expuestos antes para Moreda. Si las monedas u objetos depositados quedaban bastante esparcidos sólo se adueñaba de aquéllos que quedasen más próximos a la moneda lanzada que al ''chis''. El siguiente jugador arrojaba después la suya, sin haber modificado la posición del carrete y de las monedas tras haber jugado el primero, e intentaba acercarla lo más posible a las otras. Así se continuaba hasta que no quedaban monedas. Cuando un jugador ganaba todo lo apostado, la jugada recibía el nombre de ''manga'' o ''regada'' y cuando la moneda quedaba inclinada y apoyada en el ''chis'' se denominaba ''tanga''.
 Fig. 146. Al chis. Aoiz (N).  tos apostaban dinero ''y ''los primeros cajas de cerillas vacías, cuentos de Calleja o cualquier otro objeto de escaso valor. Participaban cuatro o cinco niños y lo primero que hacían era establecer el turno de juego. Para ello se colocaba en el suelo el carrete de hilo con el que se jugaba y a unos cuatro metros de él se trazaba una raya. Desde donde se hallaba el carrete se lanzaban las monedas hacia la raya y aquél que colocara la suya más cerca de la misma era el primero en jugar. El orden de los siguientes se establecía en función de su grado de aproximación. A este lanzamiento para determinar el turno se le llamaba «al tino».  Se efectuaban las apuestas y los objetos apostados se posaban sobre el carrete. El primer niño lanzaba su moneda contra el ''chis y ''los que derribaba los ganaba o no en función de los mismos criterios expuestos antes para Moreda. Si las monedas u objetos depositados quedaban bastante esparcidos sólo se adueñaba de aquéllos que quedasen más próximos a la moneda lanzada que al ''chis. ''El siguiente jugador arrojaba después la suya, sin haber modificado la posición del carrete y de las monedas tras haber jugado el primero, e intentaba acercarla lo más posible a las otras. Así se continuaba hasta que no quedaban monedas. Cuando un jugador ganaba todo lo apostado, la jugada recibía el nombre de ''manga ''o ''regada ''y cuando la moneda quedaba inclinada y apoyada en el ''chis ''se denominaba ''tanga. '' En Galdames (B) también era un juego de chicos, más bien mayores que muy pequeños, y se conocía como «Tuta». Se clavaba un palo redondo en el suelo sobre el que cada participante colocaba una moneda. Además cada cual dis- ponía disponía de una chapa o piedra plana para tirar denominada ''tango. ''. Se lanzaba a dar a las ''perras. ''. Si éstas quedaban al lado del ''tango ''eran para el tirador. Si quedaban separadas eran para aquél cuyo ''tango ''estuviera más cerca de ellas.
En Laguardia (A) llamaban «La hita» a uno de estos juegos, que tuvo mucha importancia durante toda la primera mitad de siglo y que fue practicado no sólo por niños sino también por adultos. Se trazaba un círculo en el suelo y en su interior, de forma similar a Allo, se ponía un cartucho sobre el que se depositaba una moneda. El lanzamiento se efectuaba con una piedra. El que conseguía sacar la moneda fuera del círculo se la quedaba.
En Salinas de Añana (A) se practicaba una versión de características similares a la anterior de Laguardia, conocida como «El aüta» o «La uta». Recibía este nombre una barra o un palo ensanchado en el centro y que tenía una plataforma plana en cada extremo, una servía de base y la otra para poner encima el dinero. Alrededor del ''aúta ''se marcaba un círculo. Normalmente se jugaba por parejas. El primero tiraba con un chanflón a pegar al ''aúta ''con el fin de sacarlo del círculo de modo que el dinero también cayese fuera, pues si se quedaba dentro era del corro. Luego tiraba el segundo e intentaba de- jar dejar su chanflón más cerca de las monedas que lo que estaba el ''aúta ''ya que cada uno se adueñaba de aquéllas que más cerca de su chanflón quedaran. También se jugaba a una modalidad individual.
En Altzai (Ip) este juego se llamaba «''«Patrakoa». Patrakoa''». Recibía su nombre del elemento de juego que era una moneda pequeña, ''patrako, '', procedente de la voz bearnesa ''patracou''.
<div align="right">[[Lanzamiento_de_monedas|'''↵''' Volver al apartado principal]]</div>
{{#bookTitle:Juegos Infantiles en Vasconia | Juegos_infantiles_en_vasconia}}
127 728
ediciones