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Durante este proceso de aprendizaje se practican con el niño sencillos juegos acompañados de cancioncillas, muchas de ellas recogidas en un volumen anterior<ref>Véase el capítulo "Juegos y canciones para la primera edad" en ''Juegos infantiles en Vasconia''.</ref>.
[[File:6.81 Crucero de Santa Lucia. Ezkioga 83 Obanos (GN)1987.jpg|center|500px600px|Crucero de Santa Lucía. Ezkioga Obanos (GN), 1987. Fuente: Zufiaurre, José. Cruceros, cruces, picotas y santutxos en GipuzkoaM. San Sebastián, Fundación Social y Cultural Kutxaª Amor Beguiristain, 1995Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Aoiz (N) para que aprendiesen a pronunciar los sonidos "br" y "ñ" existía un juego que consistía en que la madre pronunciase algo parecido a "brito-braño-bruño, brito-brito, brito-braño-bruño...", mientras pasaba los dedos desde el meñique al índice por los labios. Esto hacía especial gracia al niño, que trataba de repetir los sonidos y el recuento de los dedos.
En la anterior localidad guipuzcoana de Gatzaga acudían además a las ruinas de San Juan de Jarindo<ref>Pedro M.ª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, p. 51.</ref>. Según Azkue en Olaeta (Aramaio-A) también se subía con los niños que no se decidían a hablar al monte llamado Jarindo, donde antes hubo una ermita<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, pp. 239-240.</ref>.
En Telleriarte (G) acudían a la parroquia de San Andrés, a la Magdalena de Oñati y a la ermita de Olatz en Azpeitia. En la de la Magdalena bebían agua de una campanilla. En Oñati (G) también se le llevaba a la ermita de la Magdalena para que aprendiera a hablar.