127 728
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
La cal se usó profusamente en tiempos pasados para enmendar las tierras de cultivo y así compensar la tendencia a acidificarse, tendencia favorecida por la lixiviación ejercida por las frecuentes lluvias en el área atlántica y los terrenos en sí ácidos.
Así queda constancia en Sara (L) donde se empleó mucho la cal como abono en los campos durante el siglo XIX; pero desde principios del siglo XX apenas es utilizada y los caleros, tan numerosos en esta localidad, se hallaban abandonados y ruinosos. Los pocos vecinos que aún abonaban a veces sus tierras con cal, cuando Barandiaran realizó esta encuesta (años 1940- 50), se proveían de ella en una cantera y calero de Ainhoa.
Se trataba de una cal elaborada por quienes después la iban a utilizar o a lo sumo por personas que se dedicaban a ello en el entorno próximo.
