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Extension del duelo a los animales domesticos

1 byte eliminado, 10:51 4 feb 2019
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En Gamarte y Lekunberri (BN) se quitaban los badajos o se rellenaban los cencerros con paja. En Azkaine (L) también era habitual antaño taponar los badajos para evitar su tintineo.
En Santa Grazi (Z), si en una casa había ocurrido un fallecimiento, cuando al llegar el verano el rebaño de ovejas o de vacas subía al monte no se ponía a los animales los cencerros grandes, ''tzintzarriak, '', sino los pequeños, ''txintxak. ''.
Esta tradición también se ha constatado en algunas localidades de Vasconia peninsular. En Orozko (B) se les quitaban los cencerros a ovejas y vacas; cuando el que moría era el padre se les retiraba a todas las ovejas pero si era la madre se le dejaba puesto a una, a la mejor. Esta costumbre, que se perdió como tal hacia los años treinta, sigue vigente en el habla coloquial, ya que hoy en día se ha dado el caso de viendo pasar a un rebaño sin cencerros, preguntarle a su dueño: «''«Lutun Lutun daukazuz ala...? ''(¿Es que las tienes de luto?). Una de las informantes resalta que sobrecogía ver pasar las ovejas sin que sonasen los badajos.
También en Zugarramurdi<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “De la población de Zugarramurdi y de sus tradiciones” in OO.CC. Tomo XXI. Bilbao, 1983, p. 328.</ref> (N), Carranza y Zeanuri (B) se quitaban cencerros y campanillas a los animales domésticos.
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