Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Importancia del momento del nacimiento

4 bytes añadidos, 09:00 23 nov 2018
m
Texto reemplazado: «Mª» por «M.ª»
En Dima (B) estimaban que los peores días para que naciesen niños eran los martes y viernes por ser días de martirio<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Lemoiz (B) se aseguraba que el nacimiento en martes o viernes no acarreaba buena suerte. En Barkoxe (Z) se pensaba que los venidos al mundo en miércoles y viernes eran infortunados<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Laguardia (A) que el nacido en martes era desgraciado<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 420.</ref>. En Zeanuri (B) y Apodaca (A) tampoco se tenía al viernes como buen día para nacer.
En Bermeo (B) se pensaba antiguamente que el mejor día para dar a luz, ''umíek okítxeko, ''era el sábado: en cambio el viernes se consideraba malo y peor aún si el parto tenía lugar en Viernes Santo.
En Zestoa (G) se decía que a la criatura que nacía en Viernes Santo más le valdría morir que vivir<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 206.</ref>.
En Arrona (G) se creía que el niño que nacía por la mañana no viviría más de sesenta años<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 341.</ref>.
En Gatzaga (G) se pensaba que el que nacía de noche venía al mundo anunciando su mal carácter. A lo largo de toda su vida sería inquieto y alborotador y ya desde su nacimiento haría perder a su madre muchas horas de sueño. También se decía en esta población que si nacía en luna creciente sería travieso y si en menguante dócil<ref>Pedro M.ª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, p. 43.</ref>. Satrústegui recoge la creencia de que los que nacían de noche recibirían la ayuda de la luna<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak. ''Oñati, 1975, p. 144.</ref>. Además venían al mundo con el lóbulo de la oreja adherido a la cara, en tanto que los nacidos de día lo tenían separado<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Comportamiento sexual de los vascos''. San Sebastián, 1981, p. 219.</ref>.
En Vasconia continental se decía que los niños nacidos en los años bisiestos solían ser muy vivarachos<ref>Juan THALAMAS LABANDIBAR. “Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental” in AEF, XI (1931) p. 22.</ref>. También se creía que las niñas que nacían el 29 de febrero venían al mundo favorecidas por la mejor de las suertes.
127 728
ediciones