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En la parte introductoria de los volúmenes editados aparece expuesta la planificación del Atlas Etnográfico así como la metodología seguida tanto en la investigación de campo como en el ulterior proceso de elaboración de los materiales recogidos. Habida cuenta de que cada tomo constituye una unidad temática expondremos aquí algunos de los conceptos allí desarrollados.
El renombrado investigador José Miguel de Barandiarán (1889-1991) que desde los años veinte venia trabajando en la etnografía vasca, presentó en el 1 I Congreso Nacional de Artes y Costumbres Populares (Zaragoza, 1968) una comunicación titulada ''Bosquejo de un Atlas Etnográfico del Pueblo Vasco''<ref>Vide: José Miguel de BARANDIARAN.OO.CC. Tomo VI. Bilbao, 1974, pp. 351-355.</ref>. ''En ella realizaba un inventario de las investigaciones etnográficas llevadas a cabo hasta entonces en el área vasca y ofrecía un balance crítico señalando los vacíos y las deficiencias más importantes en este campo.
Al año siguiente, 1969, en las V Jornadas de Estudios Folklóricos Aragoneses presentó una nueva ponencia titulada ''Criterios generales para una investigación etnográfica de los Pueblos Pirenaicos''<supref>2lbidem, pp. 357-383.</supref>. ''Esta ponencia iba acompañada de un cuestionario etnográfico remodelado conforme al plan que la Conferencia Internacional de Etnología Europea formulara en 1965.
He aquí los puntos programáticos expuestos en estas dos comunicaciones:
# Una gran parte de nuestros estudios y publicaciones está formada por descripciones estáticas y casi exclusivamente morfológicas de los hechos. Sus autores tomaron del complejo cultural unos materiales y los presentaron como datos puros, imitando en esto al naturalista que aísla y describe los hechos de su especialidad. Pero mientras éstos tienen por sí mismos una significación, aquéllos -los hechos culturales- son signos que nos remiten a unas neutralidades diferentes de la del observador. Es, pues, un error el desintegrarlos, el sustantivarlos y manipular con ellos como lo hiciera el naturalista en su laboratorio con los suyos. Al aislarlos de su contexto humano y objetivarlos los privamos de su auténtica realidad.
# No podemos aprehender la cultura con sólo observar los símbolos, sino viviendo la realidad a la que éstos se refieren en contacto con los hombres que actúan en relación con el medio y con sus semejantes. En etnología no es adecuadamente inteligible lo que no ha sido vivido.