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Las canicas propiamente dichas sustituyeron con el tiempo a los anteriores elementos vegetales. La exclusión no fue total sino que hubo un periodo de tiempo durante el cual coexistieron. Pero desde hace unas décadas los niños sólo emplean canicas y, por ejemplo, ni siquiera conocen la existencia de las agallas de roble. Incluso les hace gracia que se jugase a juegos similares a los que ellos practican utilizando nueces, alubias, huesos de fruta o bellotas.
Además de canicas, que es la designación que reciben habitualmente, se les dan otros nombres como ''canas ''(Mendiola, Moreda, Narvaja-A, Obanos-N), ''bolas ''(Salvatierra-A, Garde-N), ''bolos ''(San Martín de Unx, Artajona-N), ''co/pones colpones''(AlloNAllo-N), ''pitones ''(Murchante-N) o ''chivas ''(Monreal- N). En Aoiz (N) se llamaron ''chivas ''durante muchos años, hasta 1970 aproximadamente. Entonces, a consecuencia de su mayor comercialización, pasaron a denominarse canicas.
El juego de las canicas es estacional. Generalmente se inicia en primavera y prosigue hasta el otoño, siempre que el clima lo permita. Es decir, se practica con buen tiempo.
Lo más habitual es que participen en él sólo niños, si bien en los últimos años parece ser que también las niñas han comenzado a tomar parte. Por ejemplo, los chicos de Laguardia (A) han jugado a las canicas más que sus compañeras a lo largo del siglo, pero ahora lo hacen indistintamente. En Aoiz desde finales de la década de los diez hasta 1970 aproximadamente hay constancia de que fue un entretenimiento exclusivamente masculino. A partir de entonces comenzaron a practicarlo también las niñas y ahora lo juegan ambos, incluso mezclados. Se difundió entre éstas durante los recreos en el patio del colegio. En Arraioz (N) antes sólo jugaban los chicos, ahora también las niñas, aunque menos. En Zerain (G), en cambio, era practicado por ambos sexos si bien mayoritariamente por los chicos. En otras localidades sigue siendo propio de los últimos (Portugalete-B, Mendiola A).
Como ha quedado reflejado en el anterior párrafo, el juego de las canicas viene de antiguo en algunas localidades: En Murchante (N) los informantes dicen recordarlo de siempre; en Laguardia (A) se conoce desde los años veinte aproximadamente siguiendo vigente en la actualidad. En otras poblaciones la incorporación ha sido más tardía.
La forma más sencilla de transportar las canicas era en los bolsillos del pantalón; sin embargo, algunos niños disponían de pequeños morralitos de tela para tal fin. En Portugalete (B) los confeccionaban las madres de los chavales y la boca de los mismos se podía cerrar por medio de unas cintas que a su vez permitían atar la bolsita al cinturón y así llevarla colgada en la cintura.
El material de fabricación de las canicas ha variado con el tiempo mejorando progresivamente su calidad. Eso no implica que los distintos tipos de canicas se hayan sucedido a la par en todas las localidades ni que la aparición de uno nuevo desplazase inmediatamente a los anteriores. De siempre han coexistido, si bien hoy en día predominan las de cristal con atractivas incrustaciones coloreadas.
En Murchante (N) comentan que su evolución ha ido pareja a la del nivel de vida. En un principio se fabricaban artesanalmente con ''buro'' o arcilla, después se comenzaron a comprar, aunque seguían siendo de arcilla. Más tarde este material se recubrió de una capa coloreada. Posteriormente pasaron a adquirirse las de cristal, también de variados colores, y actualmente los más pequeños dicen que emplean las de metal.
En Arraioz Artajona (N) los informantes más ancianos comentan que se utilizaban bolos de acero y de ''piedrafina'', ambos tipos comprados en sus tiempos no conocieron las canicas. Jugaban con tiendas; de cristal, obtenidos de las botellas de gaseosa o también adquiridos en tiendas; de barro, e incluso ''cascabeles cocollas''o , que son agallas del roble cuyo . Actualmente son de cristal y acero y llaman a los grandes ''tronca'' y ''ñarra'' a los pequeños. Estas canicas tenían distinto valor oscilaba en función dependiendo del tamaño, material y de la voluntad de los jugadores. Los bolos de modo que se podía cambiar uno grande acero valían por dos pequeños. Luego se empezaron a usar unas canicas quince de barro cocido que resultaban bastante frágilesy los de ''piedrafina'' por diez. Las Los de cristal se introdujeron mucho más tarde podían ser de colores, de diferentes tamaños y son las que se emplean en corrientes (de gaseosa); su valor era estipulado sobre la actualidadmarcha. Los niños también los fabricaban con trozos de ladrillo ''churrustiéndolos'' o desgastándolos contra una piedra hasta darles forma esférica.
En Zerain (G) se utilizaban tres tipos de canicas: de barro, de piedra y de cristal. Las primeras eran ligeramente mayores que las otras, teniendo unos 15 ó 16 mm de diámetro. El orden de preferencia solía ser el inverso al indicado, ya que las de barro se rompían con facilidad y las de cristal estaban adornadas con motivos incrustados de vistosos colores. Constituían moneda de cambio y tenían establecida su paridad: tantas de barro por una de piedra y tantas de éstas por una de cristal.
En Goizueta (N) para jugar a las canicas, «''«Bolatan», Bolatan''», también las utilizaban de tierra, ''lurrezkoak, '', de piedra, ''harrizkoak, '', y de cristal, ''beirazkoak. ''. Según el grosor se llamaban ''txaparrita ''o ''maxkarita. ''.
En Moreda (A) se compran hoy en día de cristal; los chavales también las consiguen de acero procedentes de rodamientos de vehículos. Antes se hacían con arcilla: Se les daba forma esférica con las palmas de las manos y no se cocían, simplemente se dejaban secar al sol. Cuando la arcilla aún estaba fresca se impregnaban con mocos de caracol a fin de unir las grietas.
En Galdames (B) la generación que ahora tiene treinta años utilizaba canicas de barro de las vendidas en los comercios. Algunos también las fabricaban con arcilla pero a diferencia de Moreda, aquí se cocían en el horno una vez conseguida la forma esférica. Se conocieron además unas canicas llamadas de porcelana en colores blanco y azul. Las esferas que venían en los tapones de las botellas de gaseosa fueron frecuentemente utilizadas, pero por las niñas y para jugar a las tabas. Actualmente sé emplean exclusivamente las de cristal.
Los informantes de Sangüesa (N) recuerdan que había canicas de piedra que costaban una peseta, de cristal a 0,50 ptas. la unidad, de ba- [[Image:Picture 6578.png|top]] Fig. 140. Lanzamiento de canica. Getxo (B), 1993. quelita baquelita a 25 céntimos y de barro a 10 cts. En algunas ocasiones utilizaban los tapones esféricos de las botellas de gaseosa.
También en Monreal (N), a principios de siglo, recurrieron a estas bolitas de los envases de gaseosa. En Aoiz (N) hicieron lo propio desde finales de la década de los años diez hasta 1930 aproximadamente y por fechas similares en Elosua (G).
En cuanto a la forma de lanzar las canicas se conocen varias técnicas.
En Moreda (A), por ejemplo, practican dos: La más popular y utilizada y que posee además una amplia distribución geográfica consiste en sostener la ''cana ''con el dedo índice manteniéndolo arqueado, mientras que los tres siguientes dedos se hallan totalmente doblados, y dispararla con el impulso transmitido por el pulgar. Para la segunda posición es necesario unir ambas manos por las palmas. Como si se tratase de una catapulta la canica se lanza ayudándose de los dedos pulgares e índices de las dos manos. De esta forma se dispara con mayor fuerza.
En Galdames (B) llaman «pitar la canica» a golpearla con el dedo pulgar tras haber hecho presión contra el índice, o con el índice utilizando como muelle el pulgar.
José Luis Rodríguez cita para Murguía (A) la siguiente forma de lanzar la canica: Se apoya el dedo meñique de una mano en el lugar donde estuviese la cana y el índice de la misma mano en la palma de la otra; se pone la cana en ésta sobre la uña del dedo cordial, que está bajo la yema del pulgar y entonces se aprieta el dedo corazón para arrojarla en la dirección desea- 554 dadeseada<ref>José Luis RODRÍGUEZ. “Juegos infantiles” in ''Euskalerriaren Alde'', XIV (1924) p. 268.</ref>.
Entre las descripciones de los juegos se detalla alguna forma más de efectuar el lanzamiento.
También son abundantes los juegos en los que se deben sacar las canicas de una figura geométrica trazada en el suelo, pero en esta ocasión suele tratarse de un triángulo en vez de un círculo. Además, al igual que los que necesitan el hoyo, éstos son más completos en su ejecución que los descritos en el apartado precedente ya que no consisten simplemente en tirar la canica desde una raya tratando de sacar del triángulo el mayor número posible de ellas, sino en ir golpeándola en veces y siguiendo estrategias para vencer a los contrarios. Además de con triángulos también se juega con cuadrados, con rectángulos e incluso con círculos. Las dos modalidades constatadas con círculos son precisamente las más sencillas, aparentemente simples transposiciones de las descritas con semillas en las que sólo se han sustituido los elementos de juego.
Tampoco aparecen juegos en los que las canicas se ponen en fila y son desplazadas lanzándoles otras; sí, en cambio, una nueva modalidad consistente en tratar de golpear sin más la canica de un contrario, alternando lanzamientos <sup>ssa </sup>José Luis RODRÍGUEZ. Juegos infantiles» in ''Euskalerriaren Alde, ''XIV (1924) p. 268. con él. Entre los juegos con nueces ya se recogió una versión denominada «''«ErreErre-erreka» erreka''» que recuerda a esta última modalidad. ''Juegos de lanzamiento de canicas a un hoyo ''
En Muskiz Durango (B) uno de estos juegos recibe el nombre de «Al botxo» o «Al guach». Antiguamente se hace practicaba con nueces, posteriormente con güitos de albérchigo y más tarde con canicas. Se hacía un ''bocho ''agujero en la tierra al pie de una pared y desde a una cierta distancia se trazaba una raya situada a unos cinco metrosdesde la que se efectuaban los lanzamientos. Se establecía de antemano quién salía primero, cada niño tira una canica hacia el agujero procurando introducirla o al menos aproximarla cuanto le sea posiblesegundo, ya etc. Al que este primer lanzamiento sirve para establecer le tocaba salir el orden primero cogía las canicas de juego. Después, el primer niño trata de meter las que pueda todos los jugadores y comenzaba a base de lanzar al ''pititacos. botxo''Mientras vaya introduciéndolas tiene derecho . Todas las piezas que introducía en el agujero pasaban a seguir intentándolo con otrasser de su propiedad y las que quedaban fuera las recogía el segundo, y así continuaba el juego hasta que falla, entonces pasa a probar suerte el siguiente no quedase ninguna. En los últimos años en el turnolugar de «meter al botxo» se decía «meter al guach». Cada jugador guarda para él las que consigue que caigan Al hecho de introducir todas en el ''bocho. botxo'' se le llamaba ''txonta''Se trata de un juego de chicos practicado en el verano.
En Muskiz (B) se hace un ''bocho'' y desde una raya situada a unos cinco metros, cada niño tira una canica hacia el agujero procurando introducirla o al menos aproximarla cuanto le sea posible, ya que este primer lanzamiento sirve para establecer el orden de juego. Después, el primer niño trata de meter las que pueda a base de ''pititacos''. Mientras vaya introduciéndolas tiene derecho a seguir intentándolo con otras, hasta que falla, entonces pasa a probar suerte el siguiente en el turno. Cada jugador guarda para él las que consigue que caigan en el ''bocho''. Se trata de un juego de chicos practicado en el verano.
Para dificultar la ejecución de este juego en algunas versiones se permite desplazar las canicas de los contrincantes para alejarlas del hoyo. En Zerain (G) hacían un hoyo o ''goá ''de unos diez o quince centímetros de diámetro y de cinco u ocho de profundidad y a varios metros de él una raya desde la que cada jugador lanzaba su canica. Era válido atinar a la de un contrario a fin de alejarla pues el que primero introdujese la suya ganaba la partida y se llevaba las canicas de los demás.
Entre los juegos de canicas en que se utiliza un hoyo, el más conocido en Navarra ha sido el «''«Gua» Gua''» (Alío, Garde, Murchante, San Martín de Unx, Sangüesa, Viana, ...) o « ''Guach» Guach''» (Monreal). En Artajona (N) se referían a él como «Chiva, pie, tute y gua» si bien ahora también le llaman «A la gua». En la localidad alavesa de Moreda le designan igualmente como «Al gua».
Esta denominación del juego aparece en otros pueblos; sin embargo la forma de practicarlo es coincidente en las localidades antes citadas.
Consiste en que cada participante lance su canica desde un p <sub>u </sub>nto punto determinado hacia un hoyo excavado en ei suelo y al que precisamente se le llama ''gua. ''. Aquél que atina a introducirla o el que más próxima la deja, comienza a jugar. Trata de golpear con su canica a la de un contrario repetidas veces. La sucesión de impactos suele ser de seis y a menudo inferior y cada uno recibe un nombre específico: «Chiva, chivica, pie o buen pie, tute, matute o retute». Normalmente tras concluir los golpes debe volver al ''gua. ''. Si consigue realizar todas estas fases sin fallar, gana.
A continuación se recogen varias formas de practicar esta modalidad.
En Murchante (N), tras hacer un hoyo, dos chicos, uno por uno y desde un punto convenido, lanzaban un ''pitón ''o canica hasta conseguir que cayese dentro del agujero. Esa jugada se llamaba ''gua ''y el muchacho que primero la conseguía llevaba la iniciativa del juego.
La segunda jugada consistía en que éste golpease con su ''pitón ''el del contrario y recibía el nombre de ''chivica. ''.
En la tercera le daba un nuevo golpe pero de forma que al detenerse las canicas hubiese entre ambas un espacio suficiente para colocar la suela de la alpargata. El jugador introducía el pie entre los ''pitones ''y se comprobaba con toda clase de precauciones que la separación fuese la correcta. A este lance se le denominaba un ''pie ''o simplemente ''pie. ''.
La cuarta fase consistía sencillamente en acertar con un nuevo golpe al ''pitón ''del contrario. Se conocía con el nombre de ''matute ''o abreviadamente ''tute. ''.
En la quinta y última debía volver el ''pitón ''al hoyo de un solo lanzamiento y como la vez primera se llamaba ''gua. ''.
Cuando el que jugaba en primer término fallaba en alguna de las etapas indicadas, quedaba desposeído de la iniciativa y pasaba a ser ejercida por el otro muchacho.
En Moreda (A) es actualmente uno de los juegos más populares entre los niños, sobre todo en época escolar. A unos metros del ''gua ''se traza una línea desde la que los jugadores lanzan las ''canas'' tratando de introducirlas en él. Inicia la partida el que consigue meter su bolita en el agujero o acercarla más al borde. El orden de participación del resto de los niños depende de la mayor o menor distancia que separe sus canicas del mencionado hoyo.
[[ImageFile:4.png|thumb|left|{| style="border-spacing:0;margin:auto;width:5141 A canicas.323cm;" |- style="border:none;padding-top:0cm;padding-bottom:0cm;padding-left:0cm;padding-right:0Portugalete (B) 1979.129cm;" |jpg| JUEGOS INFANTILES EN VASCONIA center|- 600px|}]]Fig. 141. A canicas. Portugalete (B), 1979. Fuente: Unai Martínez, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En San Martín de Unx (N) el hoyico o ''gua'' servía para iniciar y finalizar la partida. El primero que daba al final. ''Gua bolo''consiste en introducir la canica en el hoyo; contrario los golpes de ''chiva , chivica, pie''en pegar con ella (porque entre ''bolo'' y ''bolo'' debía quedar la longitud de un golpe pie), ''tute, retute'' y ''buenpie'' (porque este espacio debía ampliarse a otra; dos pies), y hacía ''gua'', era el ganador. Si la partida era «a ganar» se quedaba con el 'buen pie 'bolo''en que después del choque quede entre contrario.
Otra forma de determinar el turno era posar una canica en el suelo y que los niños lanzasen las suyas de modo que el que la golpease, o en su defecto, el que más se acercase, era el primero en jugar. El orden de los siguientes dependía de la distancia a la que dejasen sus respectivas canicas.
Ya establecido el turno se iniciaba el juego. Los participantes lanzaban su canica hacia el ''gua. ''. Una vez lo habían hecho todos, el primero medía un palmo a partir de la suya y en dirección a la más próxima diciendo ''chiva. ''. Si le pegaba, medía otro palmo para tratar de dar de nuevo a la misma canica, esta vez diciendo ''chivica. ''. Otro palmo y le correspondía ''buen pie, '', para lo cual tenía que comprobar que le cupiese su pie entre ambas canicas. Un palmo más y ''tute, '', a continuación y de igual forma ''matute, '', y por fin otro palmo y la lanzaba hacia el ''gua. '' Si fallaba, entraban a jugar el segundo y tercer niños. Iniciaba el ataque el segundo y podía golpear la ''chiva ''del primero o la del tercero, según lo que juzgase más conveniente. Si «hacía mala» pasaba a jugar el tercero y así sucesivamente. El que lograba efectuar la totalidad de los pasos sin fallar y además introducía su canica en el ''gua ''era el ganador. El beneficio que obtenía dependía de lo apostado, normalmente las mismas ''chivas. '' En Allo (N) consideraban como número ideal para participar en este juego el de cuatro o cinco niños. Todos tiraban desde el mismo punto intentando meter su ''colpón ''en el hoyo o ''gua. ''El primero en conseguirlo era también el primero en jugar. La fase siguiente consistía en golpear con el propio ''colpón ''uno de los pertenecientes a los contrarios, propinándole los siguientes golpes y
En Monreal Eugi (N), tras establecer el turno para tirar, lanzaban la los jugadores se colocaban a cierta distancia del ''chiva gua''hacia el agujero o ''guach ''tratando y lanzando su canica trataban de meterla o de acercarla lo más posibleen el mismo. El niño que lo consiguiese tomaba ventaja sobre el resto. Si nadie lograba introducir la canica, el que más cerca estaba del conseguía tenía derecho a ''guach palmo''tiraba a meterla. Una vez metida , lo cual significaba que podía adelantar la ''chiva ''el jugador con canica un «palmo» tiraba a dar; si acertaba decía «chiva»palmo. Si entre las dos canicas cabía un pie, tiraba de nuevo y si le daba decía «pie». Si Se colocaba en el siguiente lanzamiento volvía a acertarle decía «tu- te» borde del agujero y entonces tenía que volver apuntaba con su canica a tirar al ''guach. ''Si introducía la ''chiva ''ganaba más cercana, a la del contrario cual golpeaba varias veces mientras decía: «chiva, chivica, buen pie, tute, retute y continuaba jugandomatute». En caso de no convenirle el tiro Al llegar a una misma ''chiva buen pie''varias veces seguidas podía tirar a otras, pero para continuar todos los pasos tenía era obligatorio que volver cada vez al ''guach. ''Si fallaba perdía el turno y la distancia entre las ventajas y continuaba el juego otro participantedos canas fuera de un pie.
Cada jugador participa con un ''pie bolo''; si consigue una distancia de . Comienza quien logra dejarlo más cerca de un pie entre ambos punto convenido, generalmente una pared. Arroja su canica a lo largo, y desde el punto donde queda intenta golpear las de sus compañeros. Si logra pegar a una hace ''bolos, chiva''vuelve a meterlo otra vez en ; la siguiente tirada la dirige hacia el agujero o para intentar hacer ''gua. ''Puede ocurrir que cuando uno ha llegado hasta ; si al golpearla la fase hubiera dejado a una distancia mayor de un pie, es ''pie ''y está a punto de hacer ; debe intentar pegarle nuevamente, ''tute'', para después introducirla otra vez en el agujero, ''gua, ''otro golpee su canica, quitándole todo lo hasta entonces conseguido.
En Sangüesa (N) se traza una raya a una distancia de tres metros del ''gua'' y desde ella tiran los jugadores su canica tratando de acercarla al hoyo. El que más próxima la deja comienza el juego, intentando meterla en el ''gua. ''. Tras ello golpea las de los compañeros en la sucesión siguiente: ''chivica, pie, tute, '', a veces ''retute, '', y de nuevo regresar al ''gua. ''. El dueño de la canica perdedora debe entregarla al ganador. Este juego se continúa practicando en la actualidad.
En Garde (N) la sucesión de golpes es: ''chiva, chivica, pie, tute '' y ''retute ; ''; siendo la ''chivica ''más suave que la ''chiva '' y el ''retute ''más fuerte que el ''tute. ''. Es necesario que en el tercer golpe quede entre las ''bolas ''una distancia de al menos un pie. Tras los golpes hay que introducir la ''chiva ''o canica en el agujero o ''gua'', con lo que se gana la partida. Actualmente los niños juegan muy poco a esta modalidad.
En Obanos (N) el primero que lograba introducir su ''cana ''en el ''gua ''la colocaba donde quería con lo cual disfrutaba de una ventaja adicional. A continuación, apoyando el dedo índice en el punto donde tenía su canica, intentaba golpear la de un contrario con toques sucesivos que recibían los nombres de ''chiva, chivica ''(debía quedar un palmo de distancia entre su ''cana ''y la del contrario), ''pie ''o ''buen pie ''(tenía que caber el pie), ''tute, matute '' y ''gua ''(debía conseguir meter la canica del contrario en el ''gua ''de un solo golpe).
En Lezaun (N) jugaban dos chicos. Cada uno debía tratar de golpear la canica del contrario en el siguiente orden: ''chiva, chivica, buen pie'' o ''mal pie, tute, retute'' y ''gua''. El ''gua'' era un círculo marcado en el suelo y en cada partida el ganador salía desde él. Se jugaban una canica.
En Mendiola Plentzia (AB) juegan al hoyo, esta modalidad se llamaba «Al ''bocho botxo''o ''goqui ''de forma parecida». Desde Se lanzaban las canicas desde una línea cada jugador tira rodando por el suelo una canica hacia el hoyo o ''goqui. ''Si ninguno acierta a introducirla, raya y el que más cerca la deja intenta meterla de un del agujero las dejaba era el primero en jugar. Podía tirar al ''cate. botxo''Si no lo logra, prueba suerte el segundo más cercano al agujeroo a pegar a otra canica. Así hasta Cada vez que alguno lo consigue. Este, entonces, ataca desde el hoyo a las otras canicas. Si acierta a dar a golpeaba una, vuelve tenía derecho a jugar desde el sitio donde se para su ''canaotra tirada. ''Si lo desea puede regresar al hoyo y atacar desde el mismo. Cuando falla un golpe debe ceder El que metía la vez abandonando su canica suya en el punto donde pare hoyo podía lanzarla contra las de rodarlos demás a fin de eliminarlos. El siguiente niño comienza Se jugaba de acuerdo a jugar. Si tiene la fortuna reglas que se establecían antes de atinar comenzar, como por ejemplo tener que pegar tres veces a la una misma canica del anterior le arrebata las que ése hubiera ganadopara poder eliminarla.
En Plentzia Hondarribia (BG) esta modalidad para jugar al «uno contra uno» se hacía en la tierra un agujero central y el primero contaba desde allí tres ''arras'' (se llamaba ''arra'', palmo, a la distancia entre los dedos pulgar y meñique extendidos); desde ese punto, accionando la canica con el pulgar, se intentaba golpear la del compañero por tres veces. Si lo conseguía, la canica pasaba a propiedad del ganador. La dificultad estribaba en que cuanto más se acercase uno al contrario más fácil era, en caso de fallo, la jugada de aquél.
En Hondarribia Mendiola (GA) se conoce otra modalidad denominada «A los tres hoyos». Se abren en el suelo tres agujeros dispuestos en forma de triángulo de modo que los vértices estén separados un metro aproximadamente. Según un orden ya establecido, los jugadores envían su canica de un ''cate'' al primer hoyo. Los que no logran introducirla ceden su vez y vuelven a probar suerte en el turno siguiente, pero nuevamente desde la línea inicial. El que introduce la canica en el primer hoyo tira al segundo y si acierta, al tercero. Entonces puede ir atacando a cada jugador y cobrar una canica por golpe. Si no atina a introducirla en el hoyo o a dar a otra, cede la vez, dejando la ''cana'' allí donde se para y esperando a que le toque jugar al «uno contra uno» se hacía en la tierra un agujero central el turno siguiente.
En Elgoibar (G) participan en este juego sólo chicos, en concreto tres. Trazan el triángulo en el suelo y cada niño coloca una canica en un vértice. Desde un punto señalado arrojan otra tratando de acercarse al triángulo. El que queda más próximo comienza a jugar. Lanza su canica intentando sacar una de las del triángulo. Si acierta y la echa fuera tiene opción a un segundo tiro y así hasta que falla. Entonces pasa a probar suerte el siguiente niño, según el orden establecido en el primer lanzamiento. El juego concluye al sacar las tres canicas del triángulo. Cada uno se queda con las que extrae.
En Lezaun (N) y en Eugi (N) el juego era similar. En Lezaun lo practicaban solamente chicos, que para empezar depositaban dentro del triángulo un número estipulado de canicas. Seguidamente, desde un punto alejado, lanzaban otras intentando acercarlas al triángulo y en ese orden de aproximación tiraban a las del interior apoderándose de las que sacaban fuera. En Eugi lo practicaban a lo largo de todo el año jugadores de ambos sexos. A cierta distancia del triángulo, en el cual cada participante había colocado el mismo número de canicas, se trazaba una raya. A lo largo de ella se disponían los jugadores para lanzar cada uno la suya. El resto del juego discurría igual que en Lezaun.
En Sangüesa (N) colocaban en el interior del triángulo las canicas convenidas. Cada vez que un jugador sacaba una de ellas podía volver a tirar, hasta que fallaba. Si la ''bola ''con la que tiraba quedaba dentro, perdía, y en caso de haber ganado ya alguna canica debía dejarla también en el interior del triángulo. Si la ''bola ''que quedaba prisionera era sacada por otro jugador, su dueño podía seguir jugando y el que la había golpeado perdía. Este juego desapareció hacia los años sesenta.
En Plentzia '''(B) '''se colocaba una canica en cada ángulo y en el centro de la figura tantas como jugadores, normalmente cuatro. El que tras el primer lanzamiento quedaba más cerca del triángulo comenzaba a jugar tratando de sacar el mayor número posible de canicas, las cuales pasaban a ser de su propiedad. Si a uno se le quedaba la suya en el área del triángulo, cuando alguien se la sacaba de un golpe debía pagarle una canica, pero si no había sacado ninguna previamente, pagaba y quedaba eliminado.
En Sangüesa (N) practicaron una variante que se diferenciaba de las anteriores en que las canicas se debían introducir en el triángulo y no sacarlas. Ponían las canicas en los vértices o tocando los lados del triángulo. Los jugadores, golpeándolas con otra canica, trataban de meterlas dentro del mismo. Cuando las sacaban, las volvían a colocar sobre las rayas. Se dejó de jugar hacia los años sesenta.
Además de «Al triángulo» se ha jugado a modalidades similares que prácticamente sólo difieren de la anterior en la geometría de la figura trazada en el suelo para encerrar las canicas.
En Elgoibar (G), por ejemplo, conocen un juego cuyas reglas son idénticas a las descritas anteriormente para el triángulo, pero que consiste en un cuadrado y como tal se denomina.
En Artajona (N) llaman «Al zulo» a un juego de éstos y consideran que es una variante moderna. Dibujan en el suelo un cuadrado de unos 20 cm. de lado y un punto en el centro, a lo que denominan ''zulo. ''. Cada jugador pone un ''bolo ''en un ángulo y otro en el centro. Antes de comenzar a jugar arrojan sus canicas desde una línea marcada en el suelo hacia un objeto convenido de modo que inicia la partida quien logra dejarla más cerca. Después cada niño lanza su canica hacia el ''zulo''. Desde el lugar donde ha quedado parada, el jugador extiende la palma con el fin de acercarse más y pegando a ella la otra mano dispara su canica contra las del recuadro, tratando de sacar fuera el mayor número posible. Las que extrae pasan a ser de su propiedad. Las que quedan dentro son para el cuadro.
En Salvatierra (A) también practicaban uno de estos juegos con un cuadrado de 30 a 40 cm. de lado. Este juego, principalmente de invierno, se desarrollaba en las ''olbeas ''de San Juan y Santa María y en los pórticos. A unos dos metros de [[Image:Picture 7682distancia del cuadrado se trazaba una línea del ancho de la ''olbea'' llamada ''bica''. Cada jugador ponía dentro del recuadro una o más canicas, según se hubiese acordado. Seguidamente tiraban una ''bola'' desde él y en dirección a la ''bica''. Quien más se acercase a la raya era el primero en jugar. El orden de los demás también se establecía según su proximidad.png|top]]
En Portugalete (B) juegan del mismo modo a una variante que denominan «A la garza». Es practicada sólo por chicos y en número variable. El rectángulo que trazan mide 1 x 0,5 m aproximadamente y en él coloca cada jugador dos canicas. Desde una distancia acordada, cada participante lanza la suya tratando de sacar las del recinto. Los que tienen la fortuna de conseguirlo se las quedan. Si la canica lanzada queda dentro del rectángulo el jugador pierde, teniendo que dejarla allí.
En Narvaja (A) juegan trazando un círculo en el suelo en cuyo centro coloca una ''cana ''cada jugador. Desde una distancia convenida de antemano los niños, uno a uno, van lanzando sus canicas tratando de sacar las que se hallan dentro del círculo. Las que salen al exterior son para el jugador de turno. Los informantes de mayor edad usaron para este juego las agallas del roble o ''cuscurros. ''. Más tarde pasaron a utilizarse canicas de metal ''y ''últimamente de cristal.
En Zerain (G) dibujaban un círculo en el que colocaban unas cuantas canicas y a unos dos metros trazaban una raya en la que posaban las otras. Con éstas tenían que golpear las del círculo procurando sacarlas, en cuyo caso pasaban a ser propiedad de los afortunados que lo consiguiesen. Los que acertaban tenían derecho además a otra tirada. Cuando no quedaba ninguna canica en el círculo, se volvían a colocar otras para comenzar de nuevo. Este juego lo practicaban chicas, con buen tiempo en la plaza y con malo en el pórtico. Se perdió hacia los años cuarenta-cincuenta.
En Portugalete (B) también juegan colocando cada participante varias canicas en el círculo. Los jugadores, uno a uno, deben intentar sacar el mayor número de ellas mediante el lanzamiento de otra. Este se puede realizar de dos formas diferentes: golpeando la canica con los dedos desde el suelo o lanzándola al aire en dirección al círculo. Todas las que logra sacar el jugador pasan a su poder, pero en el caso de que la arrojada por él quede dentro del círculo, debe devolver las desplazadas a su antigua posición y además pierde su canica.
Otra modalidad de juego consiste simplemente en que los participantes tiren por turno sus canicas tratando de golpear las de los adversarios, sin que medie hoyo o figura geométrica alguna. Normalmente juegan dos niños solos.
Este juego se conocía en Allo (N) como «El choque» y en él tomaban parte dos muchachos. Uno de ellos lanzaba su ''colpón ''al suelo y el otro lo tiraba después intentando darle. Si le golpeaba ganaba una canica y si fallaba cedía el turno a su contrincante. En Viana (N) un juego similar se denominaba «Al casque» o «A darse» y en Sara (Ip) «''«Kaniketa». Kaniketa''». En esta última localidad los jugadores iban provistos de canicas o de bolitas de piedra o de otra materia. En Murchante (N) consistía igualmente en ir disparando a lo largo de la calle sobre el ''pitón ''del contrario hasta acertarle. Cada vez que lanzaban la canica lo hacían desde el mismo sitio donde había quedado detenida en la última tirada. Recibía el nombre de «Juego de los pitones».
En Artziniega Murchante (AN) también se juega entre dos niños y al igual que consistía igualmente en ir disparando a lo largo de la localidad anterior recorriendo calles o plazas. Para empezar, uno de ellos deposita en calle sobre el suelo su ''bola ''y el otro, a una distancia de unos dos metros, tira a «darle caldo», también llamado pitón''kilindel contrario hasta acertarle. ''Si acierta le gana Cada vez que lanzaban la canica, pero si falla, lo hacían desde el primero recoge la suya y situando los pies mismo sitio donde estaba, la arroja tratando de acertar a había quedado detenida en la de su contrincanteúltima tirada. Y así se sigue jugando. Si el que tira primero dice a tiempo «¡Alto!», Recibía el otro ha nombre de lanzar la ''bola ''desde una altura «Juego de un metro poco más o menos. Pero si el tirador se le anticipa diciendo «¡Bajo!» puede aproximarse, desde su lugar, agachándose con la ''bola ''en la manolos pitones».
En Galdames Artziniega (BA) también se llama «A taco juega entre dos niños y palmo». Consiste al igual que en ''pitar ''o lanzar la canica con los dedos índice y pulgar al objeto de dar ''taco ''localidad anterior recorriendo calles o golpear la del rivalplazas. Si tras producirse Para empezar, uno de ellos deposita en el suelo su ''taco bola''las canicas quedan y el otro, a una distancia menor o igual de unos dos metros, tira a un «darle caldo», también llamado ''palmo kilin''(. Si acierta le gana la longitud entre canica, pero si falla, el pulgar y meñique con primero recoge la mano lo más extendida posible, es decir, lo que se suele llamar también una cuarta) se dice «taco suya y palmo», en cuyo casosituando los pies donde estaba, la arroja tratando de haberse acordado acertar a la de antemanosu contrincante. Y así se sigue jugando. Si el que tira primero dice a tiempo «¡Alto!», el perdedor paga el doble otro ha de lo que se juega (canicas, lanzar la ''santos, petacones, bola''etcdesde una altura de un metro poco más o menos.). También Pero si el tirador se jugabale anticipa diciendo «¡Bajo!» puede aproximarse, hoy día nodesde su lugar, a dar agachándose con la ''taco bola ''pero tirando la canica con en la mano.
En Bilbao Galdames (B) empleaban se llama «A taco y palmo». Consiste en este juego ''pitar'' o lanzar la canica con los mismos términos dedos índice y pulgar al objeto de dar ''taco y palmo ''que en Galdameso golpear la del rival. Estaba estipulado que por lograr Si tras producirse el ''taco ''las canicas quedan a una distancia menor o igual a un ''palmo ''(la longitud entre el pulgar y meñique con la mano lo más extendida posible, es decir, lo que se ganaba suele llamar también una canica cuarta) se dice «taco y por abarcarlas con palmo», en cuyo caso, de haberse acordado de antemano, el perdedor paga el doble de lo que se juega (canicas, ''palmo santos'', ''petacones'', etc.). También se jugaba, hoy día no, a dar ''taco''media pero tirando la canica máscon la mano.
En Bilbao (B) empleaban en este juego los mismos términos de ''taco'' y ''palmo'' que en Galdames. Estaba estipulado que por lograr ''taco'Carreras de canicas ' se ganaba una canica y por abarcarlas con el ''palmo''media canica más.
Otra forma de jugar a las canicas es realizar carreras. Para ello se excava un circuito en la tierra, normalmente con numerosas curvas a fin de hacerlo más complicado y trampas en forma de hoyo donde el que cae es penalizado. Este juego recibe en Mendiola (A) el nombre específico de «A la culebra» y en Sangüesa (N) «Al circuito».
En Hondarribia (G) parten todos del mismo punto y el primero que llega al final es el ganador. Cada uno puede tirar tantas veces como quiera mientras no se salga del circuito, en cuyo caso regresa al último punto donde se encontraba. En esta localidad no era normal jugarse las canicas, pero también se hacía.
En Mendiola cada jugador, por turno, da un solo ''cate ''a su canica, haciéndola avanzar por la ''culebra ''o recorrido. El que golpea a otra ''cana ''repite la tirada y el que alcanza antes la meta recibe una canica de parte de los otros participantes.
En Sangüesa excavaban de trecho en trecho ''guas ''a modo de trampas donde el que caía tenía que esperar a que pasaran todos. Al ganador debían pagarle las canicas apostadas. Se podía eliminar a un contrincante golpeando su canica y sacándola fuera del circuito.
En Muskiz (B) el que se sale del recorrido trazado tiene que comenzar de nuevo. Los informantes comentan que estas carreras son similares a las que se realizan con chapas en el sentido de que las canicas se mueven a ''pititacos ''por la pista; la diferencia radica en que el ganador se queda con las canicas.
También se ha recogido este juego en Artziniega (A) ''y ''Galdames (B). En esta última localidad el circuito incluía hoyos al igual que en Sangüesa, y el primero en recorrerlo ganaba canicas o ''santos. ''.