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Navarra

No hay cambio en el tamaño, 10:02 17 may 2019
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En las casas cuya hacienda era muy reducida en lugar de bueyes tenían vacas domadas que empleaban en las labores del campo. En la mayor parte de las casas mantenían en el pesebre alguna yegua domada, algún caballo, mula o asno. El número de estos últimos siempre fue insignificante. Todos ellos se empleaban como animales de carga y labor, de tiro o de silla. A principios de siglo se compraban bastantes mulatos para recriar y venderlos en las ferias de Tafalla. También se criaba gran cantidad de cerdos por lo que se aprovechaba al máximo el pasto de los montes: bellota de roble y encino además de hayuco. Los amescoanos han tenido una gran estima por la cabra. Su explotación no suponía otro gasto que el pago del cabrero y les proporcionaba un cabrito para la venta y un poco de leche durante el verano. No había casa sin cabras y todas ellas formaban el rebaño concejil que diariamente salía a pastar a los montes y se recogía al anochecer en casa. Las gallinas se criaban en todos los hogares. Proporcionaban huevos para el abastecimiento familiar, el caldo de gallina se consideraba un reconstituyente indispensable para los enfermos y el gallo para celebrar el final de la trilla. Para poder contar con una ración de carne excelente en días señalados, se criaban en muchas casas conejos. Las palomas eran un lujo de las casas grandes; dedicaban a palomar alguno de los departamentos del desván. El perro también abundaba por lo útil que le resultaba a los ganaderos.
[[File:3.19 Gallinas picoteando grano. Lasa (BN) 2000.jpg|center|600px500px|Gallinas picoteando grano. Lasa (BN), 2000. Fuente: Peio Goïty, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Lezaun se criaban vacas. La raza era parecida a la pirenaica pero más pequeña. Los sementales se elegían entre los novillos del pueblo. El primer domingo de marzo se llevaban al ''corral del lugar ''de ocho a diez novillos que previamente había seleccionado la ''Veintena''<ref>''Veintena ''es la junta compuesta de veintiún vecinos y encargada de regir los concejos que excedan de 500 habitantes. Interviene también en la administración de todos los municipios regidos por ayuntamientos que pasen de 500 habitantes. En aquellos que cuenten más de 5.000, el número de vocales de la misma es de 25. Vide José María IRIBARREN. ''Vocabulario Navarro''. Pamplona, 1984.</ref>. De entre éstos se elegían dos que se abonaban a sus dueños al precio de mercado, sin que sus amos pudieran dar otra finalidad a los animales elegidos.
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